Caracas. – El comandante del Ejército Nacional de Colombia, general Luis Emilio Cardozo, negó de manera categórica que existan contactos entre militares colombianos y el narcotirano de Venezuela, Nicolás Maduro, luego que este afirmara mantener supuestos contactos con altos mandos del vecino país, que aparentemente lo estarían respaldando en sus intenciones de repeler una intervención militar estadounidense.

Durante una entrevista con el medio colombiano Blu Radio, el general Cardozo fue enfático en que las Fuerzas Militares de Colombia actúan bajo el marco constitucional. “Somos un Ejército constitucional que cumple la Constitución de Colombia. Ese es nuestro norte”, aseguró el alto oficial.“

Cuando los colombianos eligen al presidente de la República, eligen también al comandante supremo de las Fuerzas Armadas de Colombia. El norte nuestro es la Constitución Política de Colombia, de ahí no nos salimos y eso es lo que estamos en este momento haciendo”, afirmó.

Cardozo explicó que cualquier asunto de relacionamiento con otros países corresponde exclusivamente a la Cancillería colombiana. En ese sentido, señaló que el Ejército mantiene su enfoque en los problemas internos y en el cumplimiento de su misión institucional.

Hay que destacar, que Cardozo evitó nombrar a Maduro en sus declaraciones, aunque su mensaje hizo clara referencia al mensaje que el líder del «Cartel de los Soles» envió recientemente.

Maduro reiteró llamados a militares colombianos y habló de una supuesta “unión perfecta” entre Colombia y Venezuela, asegurando que mantiene conversaciones con altos mandos del país. Frente a esos pronunciamientos, Cardozo insistió en que el Ejército está concentrado únicamente en su misión constitucional.

Caracas. – La ONG venezolana Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) denunció este viernes que cinco rehenes políticos de la cárcel Rodeo I (Miranda) acumulan 49 días bajo un «régimen de castigo», que les impide recibir visitas y paquetería, incluyendo alimentos y medicinas, de sus familiares.

De acuerdo con lo referido por la organización, durante al menos cuatro semanas, los presos políticos fueron mantenidos en el piso 4 de Rodeo I, un área destinada a sanciones disciplinarias.

Sobre el origen de las represalias, el OVP señala que existen dos versiones no confirmadas oficialmente: una apunta a un intercambio verbal tras comentarios intimidatorios de un custodio, mientras que la otra indica que el conflicto se produjo luego del uso de gas pimienta dentro de las celdas y en el patio del penal, lo que derivó en una discusión con funcionarios penitenciarios. Hasta el momento, no hay información oficial que esclarezca lo ocurrido.

De acuerdo con la denuncia, los presos han sido obligados a permanecer esposados de forma permanente, en condiciones de desnudez y con acceso limitado a agua potable y alimentación, una situación que, según el OVP, compromete seriamente su estado de salud física y mental.

Las personas afectadas fueron identificadas como Henryberth Rivas, Antonio Sequea, Juan Carlos Monasterios, Rafael Castro y un quinto detenido conocido como Franco, cuya identidad completa aún no ha sido confirmada por la organización.