Los Estados miembros de la Unión Europea han reforzado este lunes las sanciones contra Bielorrusia, añadiendo a 28 personas a la ‘lista negra’, cuando se cumplen cuatro años de las elecciones fraudulentas de 2020 en las que Alexander Lukashenko revalidó el cargo.
Las sanciones responden a la represión interna y a las continuas violaciones de derechos en Bielorrusia e incluyen a dirigentes del órgano de Lucha contra la Delincuencia Organizada y la Corrupción por detenciones arbitrarias e ilegales, así como por torturas a activistas y miembros de la sociedad civil.
Incluyen estas sanciones a miembros de la judicatura por la persecución judicial a ciudadanos que participaron en las protestas contra los comicios del 9 de agosto de 2020, unas manifestaciones que llenaron durante varias semanas las calles de Bielorrusia.
Asimismo, la UE castiga a una serie de personas que se benefician de su cercanía al régimen de Minsk, caso del director general de la agencia estatal de noticias BELTA, del jefe de comunicación de Lukashenko, o presentadores de televisión próximos al presidente.
«Estos propagandistas del régimen proporcionaron voluntariamente a la opinión pública bielorrusa información falsa sobre la represión perpetrada por las autoridades estatales, difundieron desinformación producida tanto por las autoridades bielorrusas como por las rusas y promovieron el odio hacia la oposición democrática y la sociedad civil», señala la UE en un comunicado.
Con este paso, el bloque eleva a 261 personas y 37 entidades su ‘lista negra’ en Bielorrusia, país que hasta la invasión rusa de Ucrania concentró el mayor número de sanciones europeas.
Cabe señalar que miles de opositores a Lukashenko, que lleva en el poder desde 1994, han huido del país o han sido encarcelados como resultado de la represión puesta en marcha tras su reelección en 2020. El proceso electoral ha sido duramente criticado a nivel internacional y ha sido tildado de fraudulento por parte de EE. UU. y la Unión Europea.
El pasado junio, los 27 acordaron imponer nuevas sanciones contra Bielorrusia para alinear las medidas en vigor con las que pesan contra Rusia y de esta manera evitar que Moscú eluda las restricciones a través de Minsk.