Rusia, que tiene tropas en Siria para apoyar al régimen del presidente Assad, ha pedido moderación a Turquía en sus ataques a Siria e Irak.
«Seguimos pidiendo a todas las partes que se abstengan de dar pasos que puedan llevar a una grave desestabilización de la situación. En general, esto puede ser un bumerán y complicar aún más la situación de seguridad», declaró Dmitry Peskov, portavoz presidencial de Rusia.
Por su parte, el enviado presidencial ruso en Siria, Alexander Lavrentyev, expresó su esperanza de que «sea posible convencer a nuestros socios turcos de que se abstengan de hacer un uso excesivo de la fuerza en el territorio sirio».
Estados Unidos, que apoya a los combatientes kurdos en su lucha contra el Estado Islámico, también instó a Turquía a no disparar. No obstante, Ankara lleva mucho tiempo resintiendo el apoyo de Washington a lo que considera una organización terrorista, y parece dispuesta a tomar nuevas medidas.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, indicó que estaba dispuesto a ordenar a sus fuerzas que cruzaran la frontera para dar seguimiento a los ataques aéreos del pasado fin de semana.
«Llevamos unos días encima de los terroristas con nuestros aviones, cañones y drones. Si Dios quiere, pronto los erradicaremos a todos con nuestros tanques, artillería y soldados, ¡sépanlo! «, expresó.
Se cree que decenas de personas han muerto en los ataques aéreos, incluidos algunos civiles.