El primer ministro de Irak, Mohamed Shia al Sudani, ha ordenado este jueves la expulsión del país de la embajadora de Suecia en Bagdad, Jessica Svardstrom, debido a las quemas de ejemplares del Corán registradas en territorio sueco durante varias protestas.
Las autoridades iraquíes, que consideran que estos incidentes suponen «insultos» para los ciudadanos, han llamado a consultas también a su encargado de negocios en Suecia, además de suspender el permiso de la compañía sueca Ericsson para operar en territorio.
Estas medidas se producen después de que la Embajada sueca en Irak anunciara la suspensión de todas sus actividades tras el ataque incendiario sufrido por parte de un grupo de seguidores del clérigo chií Muqtada al Sadr en relación con la autorización por parte de la Policía sueca de una nueva protesta en Estocolmo donde está previsto que se queme otro ejemplar del Corán.
Así, estas actividades han quedado suspendidas «hasta nuevo aviso», tal y como ha indicado la legación diplomática en un comunicado en el que ha señalado que el inmueble permanecerá cerrado y, por ende, dejará de emitir pasaportes y documentos de emergencia en el país.



