Caracas. – A bordo de una lancha y con ayuda de EE. UU., habría sido la huida de María Corina Machado de Venezuela, según lo revelado por funcionarios estadounidenses a The Wall Street Journal.
El escape se habría producido justo un día antes de la ceremonia del Premio Nobel, por lo que Machado no logró llegar a tiempo a recoger el galardón, que le fue entregado a su hija Ana Corina Sosa Machado.
Según el medio estadounidense, la dirigente opositora venezolana salió de Venezuela el martes en una lancha rumbo a la isla holandesa de Curazao, en el Caribe, en una operación discreta y diseñada para no comprometer su seguridad.
Desde allí habría abordado un avión privado hacia Europa, aunque el punto de despegue no fue aclarado.
Las dudas se intensificaron cuando, antes de la ceremonia, el Instituto Nobel difundió una llamada telefónica en la que Machado aseguraba que estaba “a punto de subirse a un avión” y que llegaría a Oslo “esta misma noche”.
Los datos sobre la travesía realizada por la dirigente política indican que las condiciones en la franja marítima entre la isla y la costa venezolana eran de olas de entre uno y dos metros y ráfagas de viento del este que alcanzaban fuerza 5 y 6 en la escala Beaufort.
Ese régimen de viento, con rachas de hasta 50 kilómetros por hora y un oleaje más fuerte en los sectores norte y este del litoral, coincide con un escenario de navegación lenta y exigente para embarcaciones pequeñas, como la que —aparentemente— habría empleado la dama en su escape.
Varios portales informativos coincidieron en señalar, que su salida por mar confirma lo que ya mostraron episodios recientes, como la operación Guacamaya, en la que cinco de sus colaboradores fueron extraídos desde la residencia diplomática argentina en Caracas: las grietas de seguridad son profundas y la estructura represiva del narcorégimen chavista no es tan impermeable como proyecta.









