El Gobierno de Estados Unidos, a través del subsecretario de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado estadounidense, Brian Nichols, se ha mostrado «profundamente preocupado» por las «recientes acciones contra la oposición» en Venezuela.
Esto hace referencia a las denuncias de detención de tres coordinadores de campaña de la candidata presidencial por la Plataforma Unitaria, María Corina Machado, durante una jornada marcada por manifestaciones convocadas tanto por el Gobierno como por la supuesta «oposición».
«Profundamente preocupado por las recientes acciones contra la oposición y la sociedad civil en Venezuela basadas en acusaciones sin fundamento. La hoja de ruta electoral de Barbados aboga por una cultura de tolerancia y coexistencia política, así como por la igualdad de condiciones para todos los partidos políticos», ha señalado Nichols.
Asimismo, ha aseverado que Washington sigue «presionando por un entorno político más abierto, unas elecciones presidenciales competitivas y el debido proceso», según ha indicado en su perfil oficial en la red social X.
Maduro, por su parte, ha felicitado al «pueblo venezolano» por acudir a la manifestación convocada por el Gobierno, demostrando así «quién manda en Venezuela» y que el país se encuentra en «tiempos de victorias», al hacer referencia a las más de 30 personas detenidas —entre los que hay periodistas, exmilitares, abogados y activistas— en los últimos meses por su supuesta implicación en conspiraciones preparadas para un golpe de Estado y en un intento de magnicidio contra su persona.
El mandatario acusó recientemente a la Agencia Central de Inteligencia estadounidense, la CIA, y la Administración de Control de Drogas de apoyar a la «extrema derecha venezolana» en sus intentos, desmantelados, de acabar con su vida. Tras ello, la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, se ha limitado a decir que estas acusaciones «no son ciertas».