Caracas. – Por sospechas de corrupción y relación con la denominada trama «PDVSA-Cripto», la Policía Nacional Anticorrupción allanó las instalaciones de restaurante Altum, ubicado en Altamira (Caracas).
La medida fue anunciada por el organismo, como un «aseguramiento» de los bienes, y fue aplicada este pasado lunes, a días de haberse oficializado el cierre del local.
También, el allanamiento se lleva a cabo, porque dicho cuerpo policial tiene indicios de que presuntamente el restaurante recibió un financiamiento con dinero vinculado a hechos de corrupción en PDVSA y la Sunacrip.
El negocio sería de Rafael Hernández Quintero, testaferro de Joselit Ramírez, ex jefe de la Sunacrip y ficha clave del exministro Tareck El Aissami, cabeza de todo el entramado por el cual hay más de 60 detenidos hasta ahora.
A principios de mayo, este restaurant había anunciado su cierre. Su propietario, identificado como Nelsy Blanco Gil, conocido por ser dueño de otros negocios como Buono, situado al lado de Altum, había dicho que la clausura se dio porque había perdido clientes. Supuestamente, muchos de ellos aseguraban tener miedo a las alturas.
Desde que se anunció la apertura de un restaurante, el cual ofrecía suspender a un grupo reducido de personas por medio de una grúa para disfrutar de una vista 360 de Caracas, comenzaron todo tipo de especulaciones sobre quiénes financiaban semejante negocio, en medio de una terrible crisis social y económica del país.