Tras confirmar el bombardeo ruso a varias zonas de ucrania, el ministro de Auntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, declaró que occidente ya se dio cuenta que “»han llegado más lejos de lo que esperaban» en el conflicto en territorio ucraniano.

Lavrov indicó que, aunque occidente entiende la naturaleza terrorista del régimen ucraniano, están dispuestos a hacer cualquier cosa para «eliminar» a Rusia del escenario geopolítico.

Después de decir que no hay ninguna oferta seria de compromiso para que se den las negociaciones entre Ucrania y Rusia, por tanto, calificó de una “mentira” las declaraciones de algunos funcionarios estadounidenses que dicen que Moscú rechaza negociar con Kiev.

En la misma línea, también afirmó que el último intento de negociaciones llevada a cabo entre Moscú y Kiev, en marzo de este año en la ciudad de Estambul, Turquía, «fue interrumpida por órdenes directas» de EE.UU. y Reino Unido, por lo que no descarta que Zelenski pase por alto su propia prohibición de dialogar con el presidente ruso, Vladímir Putin, si se lo «ordenan desde Washington y Londres».

Con respecto a Estados Unidos, dijo que es parte del conflicto por estar apoyando a ucrania brindando información de inteligencia y armas, señalando que, si Rusia se ve en peligro, apelarán a las armas nucleares.

En especificó, subrayó que la doctrina nuclear rusa contempla «exclusivamente medidas reactivas destinadas a evitar la destrucción» del país.

A media noche se encendieron las alertas de ataque aéreo en Ucrania al tiempo que se registraron varias explosiones en distintas zonas del país.

Las autoridades locales comunicaron que se produjo un ataque contra la central termoeléctrica Ladyzhínskaya, en la región de Vínnitsa, donde el equipo energético resultó dañado.

También se reportaron explosiones en las regiones de Odesa, Lvov, Nikoláyev, Krivói Rog, Rovno, Dnepropetrovsk, Ivano-Frankovsk y Shepetovka, resultando dañadas una estación ferroviaria y una fábrica de fabricación de blindados, además de ataques a otras instalaciones de infraestructura importante.

Este ataque masivo de misiles ocasionó problemas de electricidad en muchas zonas de Ucrania.

Dos días después de la explosión en el puente de Crimea, calificada por el presidente ruso Vladímir Putin como un atentado terrorista perpetrado por Ucrania, varios misiles lanzados por Rusia alcanzaron el día de hoy la capital de Ucrania, Kiev, además de otras ciudades del país. 

Tras los ataques, varias zonas se quedaron sin electricidad, y también reportan problemas con el suministro de agua y la internet. El operador nacional de la red eléctrica, Ukrenergo, advirtió sobre cortes del suministro a causa de los ataques, que impactaron contra objetos de infraestructura crítica.

Por su parte, el primer ministro ucraniano, Denís Shmygal, dijo que once importantes objetos de infraestructura fueron dañados en ocho regiones y en la capital. Horas después, la Policía Nacional del país cifró en 70 el número de construcciones dañadas, incluidos 29 objetos de infraestructura crítica.

El ataque ruso saldó con la vida de, al menos, 10 personas y otras 60 resultaron heridas a causa de las ofensivas.

Un incendio se ha producido esta madrugada en el puente que une la península de Crimea con Rusia. Al parecer, se ha debido a una explosión en un camión que inflamó siete tanques de combustibles de un tren.

Detrás de este ataque estaría el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), de acuerdo con una fuente de dicho organismo citada por el diario digital ucraniano ‘Ukrainska Pravda’.

El asesor del jefe de la Oficina presidencial ucraniana, Mijaíl Podoliak, afirmó que la explosión que se produjo en la madrugada de este sábado en el puente de Crimea es solo «el comienzo».

Pedoliak escribió en su cuenta de twitter que la explosión del puente de Crimea es “el comienzo” y que “todo lo ilegal debe ser destruido, todo lo robado debe ser devuelto a Ucrania, todo lo ocupado por Rusia debe ser expulsado», tras el siniestro. 

Cabe mencionar que esta operación militar ucraniana también saldó con la vida de tres civiles y que el gobierno ruso a tachado la acción como un acto «terrorista».

Putin y Zelesnky fueron invitados a la cumbre del G20 a celebrarse en Bali, Indonesia. El mandatario indonesio, Joko Widodo, dijo que había invitado al presidente de Ucrania a participar en la cumbre de G20.

Esto parecía responder al hecho de que Putin ya había confirmado su asistencia y el presidente de EE. UU., Joe Biden, había sugerido la participación de Ucrania en la cumbre para “tener un equilibrio”, obligando al gobierno local a ser imparcial.

El pasado 19 de agosto, se confirmó la asistencia de Putin a la cumbre que se celebrará del 15 al 17 de noviembre. En aquella ocasión, el presidente de Indonesia, también confirmó la asistencia del líder chino Xi Jinping. 

“Xi Jinping vendrá. El presidente Putin también me ha dicho que vendrá“, dijo Widodo, también conocido como Jokowi a Bloomberg News en una entrevista. Ante lo sucedido, la Casa Blanca dijo que, si Putin asiste, Zelenskyy también debería participar.

Con estos precedentes, ayer parece haberse confirmado la asistencia de los mandatarios de los dos países en guerra actualmente, Rusia y Ucrania. Durante una entrevista para The National, Husin Bagis, embajador de Indonesia en los Emiratos Árabes Unidos, reveló que están “decidiendo en qué hoteles ubicarlos, uno para el señor Putin y otro para el señor Zelensky”.

En caso de que la asistencia de ambos líderes se cumpla, será el primer encuentro cara a cara desde que comenzó la guerra tras la invasión de Rusia el 24 de febrero. Aunque Bagis reconoció que la situación no es sencilla debido a la guerra, tiene esperanza en que el encuentro ocurra.