La Administración del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha aprobado el primer paquete de ayuda militar directa a Taiwán a través de un programa reservado para Estados soberanos, una medida que bien podría provocar represalias por parte de China.
La medida ha sido notificada por el Departamento de Estado al Congreso estadounidense, a quien ha trasmitido que el traslado de equipamiento militar a la isla tiene como objetivo «reforzar las capacidades de defensa de Taiwán», especialmente a nivel naval.
Así, el paquete consta de unos 80 millones de dólares —poco en comparación a entregas anteriores—, pero podría tener mayores implicaciones dado que su entrega se realiza a través del programa de Financiación Militar Exterior (FMF, en inglés) del Gobierno estadounidense.
«De acuerdo con la Ley de Relaciones con Taiwán y nuestra política de una sola China, que no ha cambiado, Estados Unidos pone a disposición de Taiwán los artículos y servicios de defensa necesarios para permitirle mantener una capacidad de autodefensa suficiente», ha indicado un portavoz del Departamento de Estado en declaraciones a CNN.
En este sentido, ha recalcado que «Estados Unidos muestra un interés permanente en la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán, lo cual es fundamental para la seguridad y la prosperidad regional y global».
Cane destacar que, según la legislación estadounidense, el Gobierno de EE. UU. está autorizado a gastar hasta 2.000 millones de dólares anuales en subvenciones militares para la isla de cara al periodo entre 2023 y 2027.
Por su parte, China, que considera Taiwán una provincia más bajo su soberanía, ha insistido en que no descarta hacer uso de la fuerza para lograr la reunificación del territorio y ha protestado en reiteradas ocasiones contra la venta de armas por parte de Estados Unidos.