Este lunes, la representante permanente adjunta de Rusia ante la ONU, Anna Yevstignéyeva, afirmó que, en caso de dejarse implicar en las entregas de armas occidentales a Ucrania, Corea del Sur escogería una vía peligrosa que perjudicaría sus intereses nacionales.
Al intervenir en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la situación coreana, la diplomática rusa expresó que Moscú lamenta que sus «viejos amigos y socios de Seúl estén perdiendo rápidamente su independencia bajo la presión de Washington, poniendo en peligro sus propios intereses nacionales».
«Al parecer, también se han involucrado en las peligrosas aventuras de Washington de aumentar el suministro de armas occidentales a Kiev, que, ante el trasfondo de sus pérdidas en combate, tiene gran necesidad de ellas», precisó.
En esta línea, mencionó que la cuestión ucraniana ha sido uno de los temas principales durante las recientes consultas entre los asesores de seguridad nacional de EE. UU., Japón y Corea del Sur, y manifestó que «al llevar a cabo una política agresiva en la península coreana, los estadounidenses están resolviendo al mismo tiempo el propósito de movilizar a sus aliados contra Rusia».
Por ello, expresa: «instamos a nuestros colegas surcoreanos a que entren en razón y no se embarquen en un camino extremadamente peligroso, que no llevará a Seúl a ninguna parte buena», advirtió.
Sin embargo, es curioso que la misma Rusia es quien ha permitido que tropas norcoreanas le apoyen en el frente en su invasión a Ucrania, en el marco de un tratado entre ambos países, en el que se comprometen a apoyarse mutuamente en caso de que sus países se encuentren bajo ataque extranjero. Representando así un aumento de tensiones y escalada de conflictos que pone en riesgo a Europa y el mundo, según varias organizaciones internacionales.