Las tensiones alrededor de los conflictos entre Rusia y Ucrania por motivos territoriales y otros temas se sigue incrementando. Algunos analistas han asomado la idea que el año 2022 podría ser el inicio de uno de los periodos más conflictivos a nivel internacional, colocando su foco principalmente en estas dos naciones.
Tania Rak, periodista ucraniana y egresada de la organización Estudiantes por las Libertad, aseguró que Vladimir Putin seguirá escalando este conflicto, “El principal objetivo de Rusia es la desestabilización y una posible ofensiva militar a principios del año 2022,” añadió, “La sensibilidad puede también estar precedido por la crisis económica y energética en Ucrania, los esfuerzos para completar la certificación del gaseoducto Nord Stream-2, y la situación en la fronte con Bielorrusia, que se está convirtiendo en una fuente de inestabilidad”.
Para Rak, un conflicto bélico entre ambas naciones no parece factible en estos momentos; sin embargo, considera que se tomarán medidas alternativas por parte de Rusia para impulsar sus intereses, “Mientras una invasión a gran escala es improbable, podemos esperar que se agrave la situación en las regiones orientales, es decir, la intensificación de los grupos separatistas (DPR/LPR). El probable derrocamiento de las tropas rusas disfrazados como un fortalecimiento del ejército, avances tácticos y la expansión de las líneas de contacto. La meta es desestabilizar las zonas fronterizas”.
Así mismo, la periodista advirtió que a finales del año que viene, si se recorriendo este camino, se observarán los conflictos de mayor relevancia, “A mediados del invierno de 2022, ataques aéreos selectivos, bombardeos de artillería, avances de grupos subversivos en líneas de demarcación, y la presentación de estos hechos como una provocación ucraniana son posibles. Avances desde Crimea hacia Odessa y desde Bielorrusia no quedan excluidos”.
Rak no dudó en criticar la posición genuflexa por parte de las democracias occidentales quienes, a su juicio, no han hecho nada para detener estas agresiones, “Las reacciones de occidente son estereotipadas, tardías e insuficientes para detener las acciones hostiles de Rusia. Una respuesta efectiva requiere medidas preventivas en vez de acciones reactivas. No hay necesidad de apelar a Rusia como un mediador en la resolución de la “crisis ucraniana”.
Finalmente, la periodista hizo un llamado a dejar de utilizar eufemismos para describir este conflicto e instó a tomar acciones verdaderamente efectivas para detener las intenciones de Rusia antes que sea demasiado tarde, “Los eventos actuales deben ser llamados por su nombre y reflejar el verdadero estado de las cosas. La agresión debe ser llamada agresión. Occidente debería dejar de esperar que Rusia continúe ejecutando sus acciones, acabando con el mercado gasífero europeo, en vez, por ejemplo, deberían suspender la certificación del gaseoducto Nord Stream 2, para detener el proyecto”.