Por Ricardo Guanipa D’erizans
Muchos se preguntan del apoyo incondicional de Nicolás Maduro, no Venezuela; y Daniel Ortega, no Nicaragua; al Hitler del siglo 21, el socialista Vladimir Putin, en su pretensión de refundar la Unión Soviética e impulsar el nuevo orden mundial donde Estados Unidos y otras super potencias quedarían por fuera y dejar planeta en las perversas manos de China y Rusia, dos Estados forajidos sostenidos sobre sólidas bases de las mayores y más poderosas organizaciones de crimen organizado del mundo.
Los comunistas, izquierdistas, socialistas, se prepararon por años para este momento que vive hoy la tierra, recordemos esto que dijo Hugo Chávez en el 2009 “Voceros de los pitiyanquis, sobre todo los expertos economistas, pónganme el precio del petróleo a cero y Venezuela no entra en crisis. Pónganmelo a cero. No compadre, ahora más bien les digo que se pongan a rezar para que aquí no nos llegue el huracán de la crisis mundial. Porque ellos serían los más perjudicados, no el pueblo, ni la revolución socialista. La crisis es del capitalismo, no del socialismo” Chávez nunca fue un estadista, mucho menos un académico; Chávez fue un conspirador y por eso industrializó el tráfico de drogas, se especializó en el negocio de la cocaína y dio carácter de Ministerio a su Cartel de los Soles dirigido hasta hoy por las Fuerzas Armadas militares y policiales de Venezuela.
Chávez en el 2006 expulsó a la DEA de Venezuela y convirtió PDVSA en la mayor fachada para ejecutar operaciones mil millonarios de lavado de dinero en dólares y así comenzar a construir un fondo mil millonario para hacerse del poder del universo bajo la sombra de Vladimir Putin que comenzó hacer un enroque, término ajedrecista, entre la presidencia de Rusia y su Primero Ministro, uno subía y el otro bajaba pero nunca entregar el poder y esperar a la hora cero.
Era indispensable tener un Papa en el Vaticano con ideología marxista leninista, un Pío 12 del siglo 21 (Pío 12 exageradamente permisivo con Hitler y su Holocausto) eso quedó resuelto con el nombramiento del Cardenal Francisco como nuevo Papa quien hoy está jugando su papel activo para desarrollar los planes de Putin y la izquierda que conspiran en del mundo occidental.
Chávez murió, pero Maduro siguió con los planes, eso le permitió al Cartel de los Soles general otros cientos de miles de millones de dólares que hoy se encuentran depositados en bóvedas de bancos rusos, no hablo de dinero electrónico, hablo de billetes en papel, ese efectivo que necesitan los militares rusos para avanzar en su loca invasión a Ucrania pero es la excusa para iniciar el nuevo orden mundial que intenta poner a China y Rusia como amos del universo.
Según miembros del parlamento Europeo, la aventura bélica de Putin le esta costando 17 mil millones de euros al día a los rusos, en una semana de guerra no llega a 150 mil millones de gastos, pero realmente los Carteles de la cocaína han enviado en 20 años por lo menos un trillón de dólares a Rusia para financiar la HORA CERO que estamos viviendo y tiene en vilo al planeta ante la loca pretensión de Putin de hacer uso de las 4 mil ojivas nucleares que posee, suficientes para destruir todo el planeta.
La mentalidad de los narcotraficantes es todo o nada, como Pablo Escobar, prefirió morir por alcanzar toda y no entregarse por nada. Putin, Maduro, Raul Castro, Daniel Ortega, Xi Jinping, otros narcotraficantes psicópatas socialistas están dispuestos a morir, Putin llegó a un punto sin retorno, sus colegas narcotraficantes por trabajaron por el por 20 años para recaudar un trillón de dólares para crear el nuevo orden mundial y no le van a permitir que onde la bandera blanca de rendición primero su cadáver.
Por si no se habían dado cuenta, los carteles de la droga han mermado su producción y los milicianos armados al servicio de los narcotraficantes solo están esperando instrucciones de Rusia para actuar, pero todo dependerá del desenlace en Ucrania. Dios nos coja confesados.