Acompañado por Lasso, Fernández remarcó: «Argentina quiere volver a recuperar su vínculo diplomático pleno con Venezuela. Convoco a todos los países de América Latina que lo revisemos porque Venezuela ha pasado un tiempo difícil; la alta comisionado de derechos humanos Michelle Bachelet intervino, ayudó, y Venezuela ha ido avanzando en su proceso electoral».
«Creemos que es momento de ayudar a que recuperar el normal funcionamiento, de no dejarla sola», agregó el presidente.
Alberto también se refirió a los miles de venezolanos que abandonaron el país durante la última década y pidió «que puedan disfrutar de su patria». «Nada más ingrato que verse en la obligación de dejar su tierra para buscar futuro en otras», sostuvo.
Tras la convocatoria de Fernández, Lasso celebró el pedido y la implementación de la CELAC como plataforma, pero remarcó que Ecuador todavía no «está listo» para tomar una decisión al respecto.
«Con relación Venezuela es un tema que vamos a analizar y considerar, no estamos listos para tomar todavía una decisión pero vemos con buenos ojos el llamado del presidente Fernández», analizó Lasso.
Un vínculo sin embajadores
Actualmente, quien representa al Estado argentino en Venezuela es el diplomático de carrera, Eduardo Porretti. Es embajador de rango, pero ejerce como encargado de negocios. Este viraje ocurrió en diciembre de 2015, con la asunción de Mauricio Macri en la Casa Rosada.
Hasta ese momento, el embajador era Carlos Cheppi y Porretti su número dos. El macrismo buscó alejarse lo más posible de Caracas. Por eso fue Macri quien decidió no enviar embajador al asumir, como una manera de degradar el vínculo. Luego se incorporó al Grupo de Lima, uno de los órganos más críticos con el régimen de Nicolás Maduro. Al llegar a la Casa Rosada, Alberto Fernández dejó el organismo.