Caracas. – Otro ciudadano estadounidense, Lucas Hunter (36), fue secuestrado por el narcorégimen venezolano el pasado mes de enero, cuando aún se encontraba en territorio colombiano, según lo denunció la periodista Sebastiana Barráez.
En un trabajo periodístico publicado en el portal Infoabe, Barráez explica que el rapto se remonta al pasado 07 de enero, cuando Hunter —quien también posee nacionalidad francesa— practicaba windsurf en las costas colombianas.
La periodista señala en su trabajo que la familia del estadounidense narró que este «iba en moto por Paraguachón y la carretera lo acercó a la frontera con Venezuela, cuando al percatarse ‘dio media vuelta para alejarse, pero fue coaccionado por los agentes fronterizos venezolanos que cruzaron a Colombia para atraparlo'».
Los efectivos militares habrían actuado de esa manera siguiendo instrucciones ya previstas con la finalidad de «llamar la atención del Gobierno de Estados Unidos».
El estadounidense intentó alejarse, pero estos lo obligaron a cruzar la frontera y fue cuando decidieron detenerlo. Incluso, Barráez señala que un informe de las mismas autoridades del narcorégimen hace constar que Hunter nunca tuvo intenciones de cruzar la frontera.
El extranjero se comunicó con su familia mediante mensajes y les contó que estaba siendo interrogado por los efectivos. Al transcurso de varias horas, les informó que decidieron trasladarlo a Caracas para continuar allá el interrogatorio.
La periodista cuenta que fue acompañado por su hermana para practicar el deporte marítimo en Colombia, pero ese día la dama se enfermó y no pudo acompañarlo.
Desde entonces, su familia ha estado suplicando por tener información sobre su estado y paradero en las redes sociales, pero sin lograr que la tiranía de Nicolás Maduro les de alguna señal.
«Lo grave de lo narrado por ellos es que revelan que los guardias fronterizos venezolanos cruzaron la frontera, agarraron a Lucas y se lo llevaron a sus instalaciones de investigación. No se le ha vuelto a ver desde entonces», denuncia Barráez en su texto.
El estadounidense está entre los seis restantes ciudadanos de ese país, que todavía permanecen bajo el control del chavismo, y sobre quienes hay serias exigencias por parte de la administración Trump, para que sean regresados sanos y salvos a EE. UU.