El Comando Sur de EE. UU. quiere lanzar un ‘Plan Marshall’ en América Latina

Las autoridades y las empresas privadas de EE. UU. deben hacer más para contrarrestar la influencia de China y Rusia en América Latina, defendió la semana pasada la jefa del Comando Sur, la general Laura Richardson, en el foro de seguridad de Aspen.

Richardson afirmó que no todos los países de la región se han recuperado del impacto económico de la pandemia, lo que ha creado una inestabilidad de la que Moscú y Pekín se están «aprovechando» ofreciendo dinero a los países o pidiéndoles que se unan a la iniciativa de la Franja y la Ruta. 

«No tenemos ese tipo de herramientas en nuestra mochila. ¿Cómo podemos contribuir a ello? Creo firmemente que necesitamos un ‘Plan Marshall’ para la región, o una ley de recuperación económica como la de 1948, pero en 2024, 2025», explicó.

Cabe recordar que el ‘Plan Marshall’ fue un programa de ayuda económica para la Europa de posguerra, desarrollado por el entonces secretario de Estado George Marshall y lanzado en 1948, que proporcionó unos USD$ 13.300 millones en ayuda a 16 países. Empero, esta cantidad monetaria equivale en el presente a unos USD$ 150.000 millones.

Así, la jefa del Comando Sur señaló que a EE. UU. le resulta cada vez más difícil competir en la región latinoamericana. «Ellos [los líderes de América Latina] no ven lo que el equipo de EE. UU. está trayendo a los países y las inversiones —a pesar de que la inversión extranjera directa es realmente alta—, no lo ven», afirmó. «Todo lo que ven son las grúas chinas y todo el desarrollo y los proyectos de la Iniciativa de la Franja y la Ruta», lamentó.

Richardson dijo que le preocupa la posibilidad de que Pekín utilice esos proyectos para obtener ventajas militares estratégicas. «Si es para hacer el bien en el hemisferio, entonces estoy totalmente a favor. Pero me hace sospechar un poco cuando hay mucha inversión en la infraestructura crítica -mucha en la infraestructura crítica de los países de esta región- puertos de aguas profundas, 5G, ciberseguridad, energía, espacio», explicó.

«Me preocupa la naturaleza de doble uso de eso. Son empresas estatales de un gobierno comunista y me preocupa que se conviertan rápidamente en aplicaciones militares», añadió.

EE. UU. creará centros de tramitación migratorios en Latinoamérica

El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ha anunciado la implementación de nuevas medidas de control migratorio con motivo del final de la política fronteriza conocida como Título 42, que permite a la Administración negar la oportunidad de solicitar asilo a los migrantes por cuestiones sanitarias.

Esta polémica medida, aprobada en época del expresidente Donald Trump, dejará de implementarse a partir del 11 de mayo y dará paso a una nueva política migratoria que incluye la creación de varios ‘Centros Regionales de Tramitación’.

El Departamento de Estado ha especificado que por el momento estos centros se ubicarán en Colombia y Guatemala y comenzarán a funcionar en las próximas semanas. Además, Blinken ha explicado que se buscarán más alianzas internacionales para abrir más centros en el futuro.

Según ha comunicado un alto funcionario del Departamento, estos centros «serán puestos en marcha por organizaciones internacionales asociadas, y las personas (que quieren migrar) hablarán con especialistas, serán examinadas y, si reúnen los requisitos, se les remitirá al reasentamiento de refugiados o a otras vías legales como programas de libertad condicional, reagrupación familiar o vías laborales existentes».

Además, España se ha comprometido a aceptar a personas que pasen por estos centros, algo que también hará Canadá y que Blinken ha agradecido personalmente durante una rueda de prensa.

Los títeres de Putin en América latina

La destrucción de Ucrania como consecuencia de la invasión ordenada por Putin pone en evidencia un secreto a voces y derriba una falsa creencia.

Las operaciones del ejército en Ucrania contra la vida, la toma de rehenes, el ataque contra la población civil o contra civiles que no participan directamente en las hostilidades, el ataque contra edificios dedicados a las artes, y hospitales, la declaración que no se dará cuartel, convierte al ex Coronel de la KGB en un “criminal de guerra”.

Ese criminal de guerra tiene títeres en Venezuela, Cuba y Nicaragua que no han bombardeado con equipos y materiales de guerra la población ni a las instalaciones, pero han destruido el país, su economía, sus instalaciones y han obligado también al éxodo de millones de personas que huyen en busca de seguridad, medicinas y comida.

Venezuela es el gatillo para la desestabilización de America Latina y la amenaza latente para los Estados Unidos, Maduro no esconde la presencia rusa en Venezuela ni su respaldo incondicional a un criminal de guerra.

Estados Unidos debe saber que negociar con un títere del enemigo es garantizar la traición de este porque seguirá las órdenes de su titiritero, hoy responsable de la tragedia que está viviendo el pueblo ucraniano.

La invasión a Ucrania derribó el secreto que escondía a Putin y lo deja ver cómo lo que siempre ha sido un “criminal”, su ambición de poder también destruyó la imagen del “poderoso ejército ruso”. La estancada invasión, la columna de tanques detenida por falta de mantenimiento, las añejas raciones de combate que consume el personal y el pedído de ayuda a China muestra al ejército del Kremlin cómo un arrugado tigre de papel.

Las órdenes impartidas por los títeres de Putin Nicolás Maduro, Daniel Ortega y Miguel Díaz Canel, durante los años de tiranía en sus respectivos países los hace responsables de la comisión de graves delitos contra la población y sus instituciones.

Las visitas de autoridades rusas de alto nivel como la del vice primer ministro Yuri Borísov, a Caracas para afianzar la cooperación del gobierno de Vladimir Putin con la tiranía de Nicolás Maduro. Donde se han firmado “más de 20 acuerdos de cooperación” en diferentes sectores, con especial énfasis en el energético, es una razón importante por la que la UE y los Estados Unidos no deben subestimar lo que está ocurriendo en el cercano “patio trasero”. Antonio Semprun