El Fondo Monetario Internacional (FMI) pidió este lunes a los bancos centrales que sigan subiendo los tipos de interés y mantengan una política monetaria restrictiva hasta que la inflación subyacente baje, a pesar de los efectos negativos que pueda tener sobre el mercado de trabajo.
«La política monetaria debería seguir endureciéndose y mantenerse en territorio restrictivo hasta que la inflación subyacente esté en una clara tendencia a la baja», defendió la primera subdirectora gerente del FMI, Gita Gopinath, durante la sesión inaugural del foro anual del Banco Central Europeo (BCE).
Gopinath, que hablaba durante la cita celebrada en Sintra (Portugal), defendió que el BCE y otros bancos centrales deben estar preparados para reaccionar «contundentemente» ante la inflación, «aunque signifique enfriar mucho más el mercado de trabajo».
Además, advirtió que, si los bancos centrales no actúan, el coste podrá ser «significativamente mayor».
La subdirectora del FMI señaló que lo «preocupante» es que una inflación alta sostenida en el tiempo «podría cambiar las dinámicas» de la subida de precios y complicar todavía más la tarea de reducirla.
Aseguró además que las medidas tomadas hasta ahora por el BCE, a su juicio, no han tenido el suficiente efecto: «A pesar de que el BCE ha subido los tipos hasta el 4 %, la actividad solo se ha desacelerado modestamente».