La Policía belga ha precintado este martes los despachos de los eurodiputados socialistas implicados en el caso ‘Qatargate’. Algunas fuentes han afirmado que los agentes también habrían visitado las oficinas del grupo socialista del Parlamento Europeo, aunque este extremo ha sido desmentido formalmente por portavoces socialistas.
La policía y los jueces estaban en Parlamento todavía a primeras horas de la tarde, en una sala que les ha habilitado el propio Parlamento para hacer su trabajo. Los funcionarios que han estado en contacto con ellos están obligados a mantener la confidencialidad de estas actuaciones.
La nueva intervención de la policía belga en la Eurocámara sucede a las entrevistas que ha concedido la ex vicepresidenta, la socialista griega Eva Kailli, en las que afirma que su detención y las imputaciones que pesan sobre ella serían parte de un complot de los servicios de espionaje belgas, a los que acusa de haber investigado ilegalmente a eurodiputados.
La nueva entrada de la Policía belga a la sede parlamentaria se ha producido con toda normalidad y ha pasado desapercibida en la sede de Bruselas del Parlamento Europeo, que se encontraba especialmente concurrida.