La Guardia Costera de Filipinas ha instalado boyas en aguas en disputa del mar de China meridional, con el objetivo de dejar claro que todo aquel que cruce estos límites «está entrando en territorio filipino», ha explicado este lunes un alto mando, Artemio Abu.
Los guardacostas han desplegado estos objetos entre el 10 y el 13 de mayo y entre las zonas ahora marcadas está un arrecife, el de Julián Felipe, en el que Filipinas vigiló recientemente la actividad de más de un centenar de barcos de China, que también reivindica como propias algunas de estas áreas.
«Las tensiones y las disputas ocurren porque las fronteras en el mar son simplemente líneas imaginarias dibujadas en el agua», ha explicado Abu a su regreso de la colocación.
«Estas líneas imaginarias se mueven y cambian en función de las perspectivas, los mapas y las naciones, en función de sus propios intereses», ha advertido.
Con estas nuevas boyas, ya son diez las instaladas desde 2022 en el citado mar. La Guardia Costera de Filipinas quiere instalar seis más este mismo año, en un momento en el que las autoridades chinas llevan a cabo también sus propios movimientos estratégicos para tratar de marcar territorio.