El artículo 5 de la OTAN, que establece la obligatoriedad de un Estado miembro a responder a un ataque contra un tercero, ha vuelto a acaparar todas las miradas después de que el Gobierno de Polonia haya acusado a Rusia de violar su espacio aéreo durante un ataque contra Ucrania.
Esta breve incursión, que ha hecho saltar las alarmas a nivel internacional, ha reabierto el debate sobre la posibilidad de invocar el artículo 5 del tratado de la Alianza después de que Polonia se haya convertido en el primer país de la OTAN en derribar drones rusos sobre su territorio, según ha afirmado el propio primer ministro polaco, Donald Tusk.
La situación ha llevado al Gobierno de Polonia a convocar una reunión de urgencia para analizar una situación que ha tildado de «agresión» y que ha provocado el cierre del aeropuerto internacional de Varsovia, situado en la capital, así como el de la localidad de Lublin, en el este del país. Polonia considera que se trata de un ataque «deliberado» y descarta cualquier incursión accidental.
No obstante, es necesario destacar que apelar al citado artículo podría llevar a la temida extensión del conflicto más allá de las fronteras ucranianas.
El texto, que establece un acuerdo entre los países miembro de la Alianza frente a un «ataque armado contra uno o más de ellos, tanto en Europa como en América del Norte», indica que una agresión de este tipo sería considerada «un ataque dirigido contra uno de los países miembro o contra todos ellos».
En consecuencia, apunta el documento, cada Estado, «en ejercicio del derecho de legítima defensa individual o colectiva reconocido por el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, ayudará a la parte o partes atacadas», por lo que avala la adopción —de forma individual y de acuerdo con el resto— de las «medidas que juzgue necesarias, incluido el uso de la fuerza armada, para restablecer la seguridad».
«Cualquier ataque armado de esta naturaleza y todas las medidas adoptadas en consecuencia serán inmediatamente puestas en conocimiento del Consejo de Seguridad. Estas medidas cesarán cuando el Consejo de Seguridad haya tomado las disposiciones necesarias para restablecer y mantener la paz y la seguridad internacionales», indica el propio tratado, que no obliga, sin embargo, a una intervención militar conjunta a gran escala.
Asimismo, la OTAN también establece en su artículo 4 —que ha sido invocado hasta en seis ocasiones— la necesidad de mantener consultas previas cuando así lo solicite una de las partes en caso de que su integridad territorial o independencia política «se vean amenazadas», tal y como ha pedido ya Varsovia.
Tusk ha esgrimido que lo sucedido es «una lección importante para todos» y ha dicho estar «listo para repeler tales provocaciones y ataques». Estamos bien preparados, la situación es grave y hoy nadie duda de que debemos prepararnos para diversos escenarios», ha destacado.









