China arremete contra EE. UU. por ampliar su presencia militar en Filipinas

China ha arremetido este domingo contra Estados Unidos por la ampliación de la presencia militar estadounidense en Filipinas, alegando que Washington está intentando «rodear y contener» a Pekín.

La Embajada china en Filipinas ha indicado que «Estados Unidos, para asegurar su hegemonía y sus intereses geopolíticos egoístas», sigue desplegándose militarmente en ese país.

«Aunque Estados Unidos afirma que esa cooperación tiene por objeto ayudar a Filipinas en sus esfuerzos de socorro en caso de catástrofe (…), lo cierto es que esas medidas forman parte de los esfuerzos estadounidenses por cercar y contener a China mediante su alianza militar con este país», ha explicado el embajador Huang Xilian.

Así, ha manifestado que la inclusión de Filipinas en «la contienda geopolítica perjudicará gravemente los intereses nacionales filipinos y pondrá en peligro la paz y la estabilidad regionales».

Por ello, Huang ha considerado que el Ejército estadounidense «ha venido desde el otro lado del Pacífico para crear problemas en el mar de China Meridional», aliándose con sus socios «para sacar músculo» en la región.

A principios de febrero, Estados Unidos informó de que tendrá cuatro nuevas bases militares en Filipinas, en las que podrá construir instalaciones para almacenar y suministrar equipamiento después de que ambos países pactasen la aplicación del Acuerdo de Cooperación Reforzada en materia de Defensa (EDCA).

Taiwán revela que globos militares chinos vuelan «con mucha frecuencia» en su espacio aéreo

Taiwán ha observado docenas de vuelos de globos militares chinos en su espacio aéreo en los últimos años, muchos más de los que se conocían hasta ahora, lo que aumenta la preocupación de que Pekín pueda estar preparando un ataque contra el país.

«Vienen con mucha frecuencia, el último hace sólo unas semanas», dijo un alto funcionario taiwanés. Otra persona informada del asunto dijo que estas incursiones se producían una media de una vez al mes.

Anteriormente, el Ministerio de Defensa de Taiwán sólo había confirmado un incidente en febrero del año pasado, en el que varios globos chinos en cuatro tandas merodearon por el norte del país.

Otros países de la región, como Japón y Filipinas, han observado incursiones de globos en su espacio aéreo, pero sus gobiernos han dado pocos detalles.

Las revelaciones sobre los frecuentes vuelos sobre Taiwán aportan nuevos datos sobre el amplio programa de globos militares de China, que ha atraído la atención mundial después de que Estados Unidos derribara un presunto globo espía chino a principios de este mes frente a la costa de Carolina del Sur.

Funcionarios del gobierno taiwanés dijeron que los globos chinos observados en el espacio aéreo de Taiwán normalmente vuelan a unos 20.000 pies, mucho más bajo que el que atravesó EE.UU., y están hechos de un material diferente. Estados Unidos derribó otros dos objetos durante el fin de semana sobre el espacio aéreo norteamericano.

Pero las autoridades taiwanesas afirmaron que las dimensiones y la carga útil de los globos los situaban fuera del ámbito de los globos meteorológicos ordinarios autorizados a cruzar el espacio aéreo de otros países sin autorización previa en virtud del derecho internacional.

Según funcionarios que se ocupan de cuestiones militares y de inteligencia en tres países asiáticos, los globos observados sobre Taiwán fueron desarrollados por el Departamento de Desarrollo de Equipamiento, la división encargada de los sistemas de armas bajo la Comisión Militar Central de China, el máximo órgano militar que preside Xi.

«Algunos de los globos son lanzados por la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación y otros por la Fuerza de Cohetes», dijo un funcionario taiwanés, añadiendo que regularmente se enviaban aviones militares para observar los globos. Según personas informadas sobre el asunto en Taiwán y en un aliado estadounidense, los globos han estado recogiendo datos atmosféricos para su uso en sistemas de radar y misiles.

«Todo tipo de particularidades atmosféricas, como la presión y la densidad del aire en ese momento, pueden afectar a la precisión de un misil tras su reentrada en la atmósfera, y los pequeños errores se magnificarán mucho debido a la velocidad», explicó Kitsch Liao, director adjunto del Global China Hub del Atlantic Council, un think tank de Washington.

Añadió que el mismo problema se aplicaba a los radares sobre el horizonte, sistemas de largo alcance que China necesita para sus operaciones en las aguas y el espacio aéreo al este de Taiwán.

«Necesitas grandes cantidades de datos para alimentar tu algoritmo, también porque las condiciones cambian en el curso de las estaciones y pueden variar de un año a otro», dijo Liao. «Por eso hay que volver una y otra vez».