Caracas. – Por segunda vez, el destructor USS Stockdale interceptó al tanquero ruso Seahorse el pasado sábado, obligándolo a cambiar de rumbo y mantenerse a la deriva en el Caribe, sin poder llegar a Venezuela.
El pasado 21 de noviembre de 2025 —fecha del primer reporte del suceso—, la Marina de EE. UU. interceptó la ruta de un buque clave en la cadena de suministro energético entre Rusia y Venezuela.
El petrolero ruso Seahorse, que transporta nafta —un diluyente vital para la producción de crudo venezolano—, se dirigía a costas venezolanas tras una escala en Cuba cuando un destructor de misiles guiados de la Armada de EE. UU., el USS Stockdale, se interpuso en su trayectoria.
Según datos de seguimiento marítimo, la presencia del buque de guerra estadounidense obligó al Seahorse, que se encuentra bajo sanciones del Reino Unido y la Unión Europea, a dar un giro de 180 grados, regresando a aguas cercanas a Cuba o permaneciendo inactivo en el Caribe.
Las intenciones específicas de la maniobra no fueron comentadas por el Comando Sur de EE. UU., aunque la acción habla por sí misma. Desde Venezuela, las autoridades han emitido alertas a los trabajadores petroleros y han condenado lo que consideran “una ofensiva imperialista”, pidiendo a la población estar alerta ante posibles agresiones.









