Caracas. – Luego de la convocatoria del genocida dictador de Venezuela, Nicolás Maduro, para el «encuentro de oración por la paz», que tuvo lugar este martes en Miraflores, el Consejo Evangélico de Venezuela (CEV) se desmarcó de esa actividad, aclarando que no guarda ningún tipo de relación con el chavismo.
El encuentro fue realizado precisamente en medio de las tensiones con EE. UU. a raíz del despliegue militar norteamericano en el mar Caribe, acto que Maduro aprovechó para declarar a Jesucristo como “señor y dueño” del país suramericano.
En el acto, transmitido por el canal chavista VTV, participaron pastores evangélicos, Cilia Flores, así como Nicolás Maduro Guerra, hijo del narcotirano y más conocido como «Nicolasito». El propósito principal fue elevar oraciones y «pedir a Dios», para que evite un ataque de EE. UU. hacia las estructuras e integrantes del «Cartel de los Soles».
A juicio de algunos que siguen de cerca el tema Venezuela y EE. UU. coincidieron en afirmar que este acto para elevar una plegaria solo evidencia el enorme temor que existe en la cúpula del cartel chavista por lo que consideran un inminente ataque del país norteaméricano.
No obstante, a pesar de la presencia de evangélicos en el evento, el director ejecutivo de la CEV, José Piñero, aclaró públicamente que la organización no asistió al encuentro chavista. Piñero fue contundente al afirmar: “La respuesta es no».
Así, añadió: «No estuvimos ni podemos estar en evento alguno que pueda generar confusión entre nuestros miembros, nuestros asociados o ante el propio país”. El líder evangélico señaló además que el CEV mantiene una línea institucional que evita cualquier acto que pueda interpretarse como apoyo a la política partidista o a figuras gubernamentales, aun cuando la actividad no tenga un carácter explícitamente político.









