El Ministerio de Exteriores de Rusia ha acusado a las autoridades kosovares, así como a Estados Unidos y la Unión Europea (UE) de ser responsables por la escalada de las tensiones en el norte de Kosovo, donde el viernes se registraron enfrentamientos entre manifestantes y policías en áreas de mayoría serbia.
Al respecto, Maria zajarova, portavoz diplomática de Rusia, ha manifestado lo siguiente:
«Condenamos enérgicamente las medidas provocativas de Pristina, que acercaron la situación a una fase candente y amenazaron directamente la seguridad de toda la región de los Balcanes».
También ha añadido que Washington y Bruselas son «totalmente responsables» de lo que esta sucediendo.
Cabe mencionar que esta nueva escalada de las tensiones deriva de unas elecciones locales celebradas en abril y en las que la comunidad serbio, mayoritaria en la zona, boicoteó los comicios, lo que se tradujo en una participación mínima y en la victoria de representantes de partidos vinculados a la minoría albanesa.
La Policía kosovar intervino el viernes para que estas nuevas autoridades, que tomaron posesión el jueves en instalaciones no oficiales, pudieran acceder a sus despachos. En las calles, manifestantes serbios y agentes de Policía protagonizaron enfrentamientos.
En este escenario, Rusia ha acusado a estas autoridades vinculadas a la minoría albanesa de «tomar por la fuerza los edificios administrativos» de los municipios de Zvecan, Zubin Potok y Leposavic, en la zona de Mitrovica, con la connivencia de las autoridades de Kosovo.
Además, Moscú ha aprovechado para cargar contra Occidente asegurando que «han estado jugando con las autoridades regionales durante muchos años» y «alentando a su política anti-serbia» llegando incluso a minimizar el diálogo de las partes.