Narcorégimen impidió al cardenal Baltazar Porras viajar y le anuló el pasaporte

Caracas. – El cardenal Baltazar Porras fue retenido este miércoles en el aeropuerto internacional de Maiquetía, cuando pretendía abordar un vuelo hacia España, hecho en el cual los funcionarios del narcorégimen chavista también el anularon su pasaporte, para evitar que pueda continuar viajando.

El objetivo de viajar a Madrid. Se esperaba que el cardenal participara en una ceremonia en la que sería nombrada Protector de la Orden Militar y Hospitalaria de San Lázaro de Jerusalén. La ruta que iba a seguir Porras era viajar primero a Bogotá (Colombia), desde donde se embarcaría finalmente hacia España.

Sin embargo, una vez en el terminal internacional de Maiquetía, le impidieron abordar un vuelo con destino a España. Lo amenazaron con detenerlo cuando intentó fotografiar los documentos que pretendían justificar la medida.

El episodio, relatado por el propio Porras en un comunicado dirigido a los obispos de Venezuela, ocurrió en pleno Día Internacional de los Derechos Humanos. Explicó que se disponía a viajar a Madrid para cumplir compromisos eclesiales este fin de semana y la próxima. El regreso a Venezuela estaba previsto para el 21 de diciembre.

Sin embargo, tras retenerle el pasaporte para consultarlo, le informaron que el documento “presentaba problemas”, que el personal del aeropuerto no podía resolver la situación y que debía dirigirse a la sede del Saime en Caracas.

El cardenal solicitó la devolución del pasaporte para retirar su equipaje, pero aseguró que los funcionarios se negaron a entregárselo. Un militar lo escoltó todo el tiempo, incluso hasta el baño, preguntándole por qué se dirigía a ese lugar. «Hasta para ir al baño me siguió de cerca el funcionario”, escribió Porras en su mensaje.

Horas más tarde, Porras también denunció que fue amenazado con ser detenido en el aeropuerto de Maiquetía, después de tratar de tomar una foto a un documento en el que se señalaba un supuesto «incumplimiento de normas para viajar».

A este caso, se suma otro ocurrido en octubre pasado, cuando Porras denunció que las autoridades del país le impidieron viajar hasta Isnotú (estado Trujillo), donde tenía previsto asistir a una misa por el natalicio del médico José Gregorio Hernández, el primer santo venezolano, quien es oriundo de esa localidad.

El cardenal aseguró entonces que a él y a las otras personas con las que viajaba se les impidió dirigirse a Isnotú por tierra, desde un aeropuerto en el estado Lara (oeste, cercano a Trujillo), en el que, dijo, estuvieron «rodeados de una cantidad de militares armados hasta los dientes».

Narcorégimen ordenó traslado, sin previo aviso y con destinos desconocidos, de rehenes políticos

Caracas. – Este lunes, sin previo aviso, se realizó un traslado de rehenes políticos de la Narcotiranía con destino desconocido, según denunciaron los familiares de estos ciudadanos secuestrados.

La ONG Justicia, Encuentro y Perdón (JEP) alertó a través de una publicación en su cuenta en la red X, que los familiares aseguraron quedarse sorprendidos, cuando acudieron a llevarles ropa, alimentos y medicinas a los centros de reclusión en los cuales se encontraban sus allegados, pero al llegar recibieron la desagradable noticia sobre el traslado de estas personas a otros lugares.

«Este patrón persistente de traslados intercarcelarios arbitrarios, ejecutados sin orden judicial y sin notificación adecuada a las familias ni a los abogados de confianza, constituye una grave violación a los estándares nacionales e internacionales que protegen el derecho a la integridad, la seguridad personal y el debido proceso», alertó JEP en su publicación. Las familias se quedaron sin conocer las razones, ni los destinos a los cuales fueron enviados.

«Esta práctica no solo vulnera el derecho de las personas privadas de libertad a mantener comunicación con sus seres queridos y con su defensa legal, sino que también incrementa el riesgo de malos tratos, aislamiento forzado y situaciones que pueden comprometer su salud y su vida», denunció la ONG.

Por su parte, el reportero Jesús Medina Ezaine también denunció los traslados imprevistos en su cuenta de X, asegurando que varios de los rehenes, quienes se encontraban en comandos policiales ubicados en Caracas, fueron sacados de esas celdas para ser trasladado a otros lugares, cuya ubicación no ha sido informada todavía por el sistema carcelario del chavismo.

Esposa e hija de Alfredo Díaz denuncian que fue asesinado por el narcorégimen chavista

Caracas. – La esposa e hija del exgobernador de Nueva Esparta, Alfredo Díaz, Leynys Malavé y Daliannys Díaz, rompieron el silencio y en sendos mensajes, denunciaron que fue asesinado por el narcorégimen de Nicolás Maduro.

A través de un video, Malavé rechazó la versión oficial de un infarto y responsabilizó a la cúpula del régimen venezolano por el suceso.

Sosteniendo un retrato de su esposo, cuestionó las circunstancias irregulares dentro de la celda momentos antes de la muerte. «¿Qué hacían tres policías que le metieron a él en su celda? ¿Para qué? ¿Qué hacían tres policías vigilando?», cuestionó.

«De un infarto no murió. Y pueden decir misa, pero Diosdado [Cabello] y [Nicolás] Maduro me lo mataron. Me lo mataron y me lo mataron; él no murió», denunció.

Malavé también señaló la responsabilidad del «Estado» chavista como custodio de la integridad física de los detenidos, cuestionando la falta de asistencia médica oportuna. «Si él sintió un dolor, ¿por qué no lo llevaron al médico a tiempo? Porque él estaba bajo la custodia de ustedes», reclamó.

Mientras, Daliannys Díaz, denunció en un video publicado en las redes sociales que, en el momento de ser arrestado, se comunicó a las autoridades que su padre tenía problemas de salud y que debía seguir un tratamiento.“Hicieron caso omiso, en un año y días lo mataron, mi padre diariamente sufría secuelas como desmayos, falta de oxígeno, fuertes dolores en el pecho, incluso convulsionaba», dijo.

Foro Penal: van 17 rehenes políticos muertos bajo custodia de la Narcotiranía

Caracas. – Con el asesinato de Alfredo Díaz, se elevó a 17 el número de rehenes políticos de la Narcotiranía chavista, que han fallecido bajo custodia del «Estado» desde 2014 hasta la fecha, según lo reveló la ONG Foro Penal.

Díaz, de 56 años, estaba encarcelado desde noviembre de 2024. Formaba parte de los 887 presos políticos, que según Foro Penal están tras las rejas en Venezuela. La mayoría son hombres, 770 y civiles, 713 contra 174 militares.

Fue arrestado durante la represión postelectoral de los comicios del 28 de julio de 2024 en los que Nicolás Maduro se declaró ilegalmente como ganador, pero que la oposición denunció como fraudulentos. Estaba preso en el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) acusado de «terrorismo» e «instigación al odio».

Mientras, Alfredo Romero, director de Foro Penal, denunció este pasado sábado que al menos 17 presos políticos han muerto bajo custodia del Estado desde 2014, una cifra que evidenciaría un patrón sostenido de violaciones de derechos humanos en los centros de reclusión del país.

A través de un mensaje publicado en la red social X, Romero recordó que la responsabilidad sobre la vida e integridad de toda persona detenida recae directamente en las autoridades: «El Estado y quien ejerce la custodia son responsables de la vida y salud de la persona detenida», afirmó en su publicación.

En el caso de Díaz, se trata del sexto opositor que muere en la cárcel desde noviembre de 2024. Según denunció Romero, Díaz permaneció aislado durante un año, con acceso restringido a su familia —solo una visita de su hija— y sin atención médica adecuada.

EE. UU. condenó asesinato de Alfredo Díaz por el narcorégimen chavista

Caracas. – El Gobierno de EE. UU. condenó este pasado domingo, el asesinato del cual fue víctima, tras las rejas en El Helicoide, del exgobernador Alfredo Díaz, un rehén político de la Narcotiranía chavista muerto bajo su custodia este pasado fin de semana.

Fue la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental de EE. UU., el organismo que se pronunció en contra del vil crimen en un mensaje enviado a través de las redes sociales.

«La muerte del preso político venezolano Alfredo Díaz, detenido arbitrariamente en el centro de tortura de Maduro en El Helicoide, es otro recordatorio más de la naturaleza vil del régimen criminal de Maduro», dijo en X el ente. La declaración se produce en un momento de máxima tensión ante una posible acción de Washington contra Venezuela.

La familia aseguró, en varias oportunidades, que desde su detención en el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN), conocida como El Helicoide, no pudieron tener una comunicación constante con él.

El mensaje de EE. UU. se basa en un amplio seguimiento, que el Gobierno republicano ha hecho sobre los crímenes de lesa humanidad, del chavismo contra la población, y cuya élite política es señalada por estar incriminada en una amplia red de narcotráfico.

La justicia chavista alega que Díaz falleció a causa de un repentino infarto, mientras que familiares y allegados del político aseguran que corrió la misma suerte que los demás presos políticos que han perecido tras las rejas.

Según el ilegítimo ministerio para el servicio penitenciario venezolano, Díaz «estaba siendo procesado, con plena garantía de sus derechos, de acuerdo al ordenamiento jurídico y al respeto de los derechos humanos y su defensa jurídica».

No obstante, «el día sábado 6 diciembre de 2025, aproximadamente a las 06:33 horas, el ciudadano Alfredo Javier Díaz manifestó síntomas compatibles con un infarto del miocardio».

¡El holocausto petrolero: pasos firmes hacia la justicia para la familia despojada!

Por Leroy Garrett (@lerogarrett).

Imagina por un momento el rugido ensordecedor de las refinerías, el aroma acre del crudo que se transforma en vida cotidiana para millones, y de repente, todo eso se apaga. No por un accidente, no por un desastre natural, sino por la mano fría y calculadora de un régimen que pisotea derechos como si fueran hojas secas bajo sus botas. Ese es el “holocausto petrolero” que azota a Venezuela desde hace años: la expropiación brutal, las sanciones que nos dejan en la penumbra, y la pérdida de Citgo, esa joya americana de PDVSA, robada a manos de violaciones sistemáticas a los derechos humanos por parte del chavismo y sus cómplices.

Como articulista en Contrapoder News, he visto cómo esta tragedia no es solo un capítulo de historia económica, sino un grito de dolor colectivo de la familia petrolera: ex empleados de la casa matriz, familias destrozadas, comunidades enteras que vivían del pulso del petróleo. Pero hoy, no vengo a lamentar, vengo a narrar, en palabras simples y directas, los pasos concretos que estamos dando en las trincheras legales para reclamar lo nuestro. Pasos que, como un río que no se detiene, nos llevan hacia la reparación.

Empecemos por el frente principal, la Corte del juez Leonard Stark en Delaware, donde el destino de Citgo se juega como una partida de ajedrez de alto voltaje. Aquí, el juez Stark —ese guardián implacable de la “eficiencia”— ha dictado lo que llamamos el “alter ego”: una decisión que une a PDVSA con el Estado venezolano, y sus entes en el exterior como si fueran uno solo, un velo corporativo rasgado que expone las deudas y los abusos. 

Ganador aprobado, dice el fallo del 1 de diciembre de 2025, que avala la puja de Amber Energy por 5.900 millones de dólares.  Pero no nos equivoquemos: este no es un triunfo para los buitres financieros solos. 

Nosotros, los ex empleados y víctimas directas, hemos intervenido con testimonios crudos, testimonios que sangran historias de despidos injustos, pensiones evaporadas y familias hundidas en la miseria por las políticas chavistas. Le ha tocado a este cronista la sublime misión de presentar las evidencias que susurran verdades incómodas, recordando que detrás de cada latrocinio perpetrado a PDVSA hay un derecho humano pisoteado. 

Stark ha despejado obstáculos, rechazado múltiples mociones para descalificarnos, y  el resultado ha sido que ahora el camino está pavimentado para que el dinero de la venta no se evapore en bolsillos equivocados, sino que fluya hacia quienes fuimos despojados primero. 

Ese alter ego no solo ata deudas, sino que nos posiciona como herederos legítimos: al declarar a PDVH –poseedora de las acciones de Citgo– como extensión del Estado depresor chavista y PDVSA casa matriz, nos hace, a nosotros los ex empleados, beneficiarios directos de esos derechos sucesorales, imprescriptibles y blindados contra el olvido.

Paralelamente, en la órbita de la juez Jennifer L. Hall —esa voz serena pero firme en los pasillos judiciales de Delaware—, avanzamos en frentes complementarios con una moción contundente para blindar el QSF, el Qualified Settlement Fund que será el corazón de nuestra reparación. Hall, federal en Delaware, ha validado reclamos previos y ahora revisa nuestra presentación que asegura que los fondos de la venta de Citgo no se diluyan en reclamos ajenos, priorizando a las víctimas reales como nosotros.

Aquí, nuestros esfuerzos se centran en bloquear reclamos colaterales que diluyan nuestro fondo, presentando evidencias de cómo el régimen y colaboracionistas  (Ad Hoc interinario) usó Citgo como rehén para financiar su maquinaria represiva, por un lado, y de control económico por el otro y de enriquecimiento ilícito, violando tratados internacionales de derechos laborales y humanos. Es un baile delicado: negociamos con OFAC, la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Tesoro de EE. UU., que ha extendido protecciones hasta marzo de 2026 para evitar que transacciones con bonos PDVSA enreden el proceso.

La OFAC, con su licencia general 5Q, nos da oxígeno: prohíbe ventas o transferencias de acciones de Citgo ligadas a esos bonos sin autorización específica, pero promete una “política de licenciamiento favorable” para acuerdos que prioricen a las víctimas reales, como nosotros. Nuestras peticiones a OFAC no son meras formalidades; son balas de acero que invocan sanciones por violaciones a derechos humanos, recordando cómo el chavismo nos dejó en la calle para enriquecer a sus aliados.

Y no nos quedamos en las costas americanas. Elevamos la voz a la Corte Suprema de Justicia de EE. UU., ese faro supremo donde apelaciones como la de Gold Reserve y Venezuela chocan contra el muro de la razón. 

En diciembre de 2025, mientras Stark aprueba la venta, las apelaciones ante el Tercer Circuito cuestionan el proceso entero, nosotros intervenimos con briefs que ligan el alter ego no solo a deudas financieras, sino a un tapiz de abusos: detenciones arbitrarias de sindicalistas petroleros, represión de protestas en refinerías, y el éxodo forzado de miles de trabajadores. 

La Corte Suprema (SCOTUS) ha rechazado revisiones previas, pero nuestro empuje —apoyado en precedentes de derechos humanos— mantiene viva la llama de la revisión, asegurando que ningún detalle se escape. No confundamos esto con el caso de la juez Failla en Nueva York: allí, en el frente de los bonistas PDVSA 2020, falla validó los bonos con su fallo del 18 de septiembre de 2025, pero nos botó arbitrariamente de su causa, con base en calumnias de colaboracionistas y traidores, un revés que no nos detiene, sino que nos redirige a Delaware donde Hall y Stark oyen nuestro clamor por el QSF. 

Finalmente, cruzamos océanos hacia la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (IACHR), ese bastión continental en Washington que escucha los ecos de la injusticia desde San José, Costa Rica. 

Aquí, no hablamos de dólares, sino de almas: hemos radicado denuncias colectivas por violaciones masivas a la Convención Americana sobre Derechos Humanos, detallando cómo el régimen chavista y sus colaboradores usaron la expropiación de Citgo como arma para silenciar disidencias, dejando a ex empleados sin sustento en medio de una crisis humanitaria. 

La IACHR, con su mandato de monitorear y remitir casos a la Corte Interamericana, nos da un megáfono global: informes temáticos sobre derechos laborales en el sector extractivo, medidas cautelares para proteger a testigos amenazados, y la promesa de fallos vinculantes que obliguen a reparaciones. Nuestros pasos en la IACHR son el contrapeso moral, recordando que Citgo no es solo un activo, sino un símbolo de dignidad robada.

Y ahora, miremos al horizonte con ojos claros: marzo próximo, 2026, marca la fecha tope para obtener la aprobación del QSF, ese Fondo de Liquidación Calificado que actúa como un arca sagrada para las reparaciones. Como hemos conversado en otras ocasiones, este no es un capricho burocrático, sino el reloj inexorable que mide nuestra victoria. 

El QSF, establecido bajo la supervisión de Stark, recibirá los frutos de la venta de Citgo —esa ganga de USD$ 5.900 millones que, aunque parezca poco para un gigante valorado en USD$ 13.000 millones, es semilla de justicia—. Aunque nosotros, por las violaciones flagrantes a nuestros derechos humanos a manos del chavismo, tenemos un reclamo prioritario como ex empleados de la casa matriz, Citgo se erige como emblema de todas las pérdidas causadas por esos abusos y las alianzas traidoras con colaboracionistas. 

El alter ego decretado por Stark no solo válida nuestro cobro legítimo del dinero de la venta, sino que nos otorga derechos sucesorales imprescriptibles —derechos que no caducan, que trascienden dueños— sea ante Amber Energy o quienquiera que termine al mando de Citgo. El QSF, entonces, no es mero trámite: es la justicia encarnada para las víctimas, el bálsamo que sana heridas abiertas, y el escudo que entrega a los nuevos dueños un activo limpio, libre de gravámenes o reclamos de terceros que empañarían su posesión. Es el cierre de un ciclo de dolor, donde el petróleo fluye de nuevo hacia quienes lo hicieron grande.

¡Justicia a la familia petrolera! Que este grito resuene en las salas de Delaware, en los pasillos de la IACHR, y en cada hogar venezolano donde un padre o una madre aún sueña con el rugido de la justicia. No nos rendiremos; el río sigue su curso, y la reparación está a la vuelta de la esquina.

Puede acceder al portal presionando aquí.

Narcotiranía asesina al exgobernador y rehén político Alfredo Díaz en el Helicoide

Caracas. – Este sábado se confirmó la muerte, en custodia del genocida narcorégimen chavista que somete a Venezuela, del exgobernador de Nueva Esparta y rehén político, Alfredo Díaz, cuyo deceso se produjo en las instalaciones del Helicoide, sede del SEBIN ubicada en Caracas.

Varias ONG, partidos políticos y activistas por los Derechos Humanos reportaron lo sucedido a Díaz, detenido desde noviembre de 2024 y acusado bajo supuestos cargos de «incitación al odio» y «terrorismo» por el chavismo.

“Acabamos de enterarnos de la muerte del ex gobernador y preso político Alfredito Díaz en el centro de torturas de El Helicoide. Otro inocente asesinado lentamente por esta narcotiranía criminal. Ya son más de 10 presos políticos que han fallecido en cautiverio del chavismo desde el [28 de julio de 2024]», escribió la diplomática  Elisa Trotta, en su cuenta de X.

El deceso también fue reportado por el presidente de Foro Penal, Alfredo Romero: «Otro preso político que muere en cárceles venezolanas. Llevaba un año preso, aislado. Sólo permitieron una visita de su hija. Tenía 55 años. ¡Es indignante! El Estado es responsable de la salud de la persona bajo su custodia».

«ALERTA MUNDIAL, muere en prisión nuestro compañero de lucha Alfredo Díaz, una nueva víctima del régimen criminal de Maduro. Nuestra fuerza y oraciones para sus familiares y amigos. Venezuela los acompaña en su profundo dolor», publicó María Corina Machado en sus redes sociales.

Cabe señalar que Díaz había sido concejal, alcalde de Mariño y gobernador de Nueva Esparta por Acción Democrática, y pasó más de 365 días incomunicado en el Helicoide, sin visitas familiares ni contacto con abogados.

En este marco, la esposa de Díaz, Leynys Malavé, exigió en su cuenta de Instagram una respuesta al Estado: «¿Qué pasó con mi esposo, me lo mataron?», subrayó.

Al respecto, algunas informaciones difundidas por redes sociales responsabilizan a Delcy Rodríguez de ser quien habría autorizado las torturas que acabaron la vida del exgobernador margariteño.

Diosdado Cabello pidió identificar a quienes respalden una intervención militar estadounidense

Caracas. – El segundo al mando del «Cartel de los Soles», Diosdado Cabello, pidió este sábado a los afectos al narcorégimen chavista crear una red de inteligencia en las comunidades para identificar a los venezolanos que apoyarán una intervención militar estadounidense.

Durante un acto en Punta de Mata, Monagas, para juramentar Comandos de Comunidades Bolivarianos Integrales, Cabello habló de integrar las comunidades mediante un «enjambre o una red» para mantener a todos los sectores chavistas comunicados entre sí.

«En todas las calles hay que identificar para saber quienes son amigos, simpatizantes, tener un mapa político y quienes son abiertamente vendepatrias y llevarlo a la comunidad, es una tarea que tenemos que hacer de inmediato”, dijo.

Recomendó realizar «sancochos, porque no hay nada que un buen sancocho no resuelva», a fin de que los delatores del PSUV intercambien información, en cuanto a quienes serán considerados aliados del chavismo, y quienes serán tildados de enemigos.

«Vamos a hacer un mapa netamente político, saber quiénes son amigos, simpatizantes, a quienes podemos llamar porque sabemos que son patriotas, y saber también quiénes son abiertamente vendepatrias, porque existen. Hacer nuestro mapa, y eso llevarlo a la comunidad», dijo Cabello.

El jerarca chavista, solicitado por narcotráfico y terrorismo en EE. UU., ha insistido durante todo el año en identificar y tomar represalias en contra de quienes respalden las acciones militares que esperan que la administración de Donald Trump lleve a cabo en contra de los narcotraficantes en Venezuela.

Cabello también instó a los seguidores del PSUV, a prepararse para una lucha armada, asegurando que el narcorégimen supuestamente resistirá cualquier ataque extranjero.

PNB secuestró y robó finca de expreso político y su esposa en Guárico

Caracas. – El expreso político Regulo García Castro y su esposa fueron secuestrados este pasado viernes por la PNB en Guárico, y tras ser obligados a grabar un video les robaron el ganado de su finca, según denunció la abogada y defensora de los Derechos Humanos, Tamara Suju.

García Castro, quien es miembro del Movimiento Nacionalista fundado por el fallecido Vasco Da Costa, se encontraba en su casa en Tucupido, cuando llegaron comisiones policiales y se llevaron a su esposa.

«Sacaron a la esposa y Régulo se fue detrás de ellos hasta la comisaría de Tucupido, y luego se los llevaron a los dos a Valle de la Pascua», explicó Suju en su cuenta de X. Ambos fueron liberados este sábado, pero su propiedad fue saqueada por los mismos esbirros de la PNB.

«Le hicieron grabar un vídeo diciendo lo que ellos querían y se llevaron el ganado de la finca donde trabaja con todo su esfuerzo. Los ladrones Robolucionarios de la PNB, los autores del secuestro, extorsión y torturas», señaló.

Cabe señalar que Regulo Castro fue rehén político de la Narcotiranía entre 2018 y 2020, período en el cual fue sometido a salvajes torturas y maltratos. Sin embargo, tras haber sido liberado ha continuado siendo objeto de persecuciones y extorsiones, por parte de los organismos represivos de la tiranía chavista.

Familiares de colombianos secuestrados por narcorégimen protestaron en la frontera por segundo día

Caracas. – Por segundo día consecutivo, ciudadanos colombianos ingresaron este viernes a territorio venezolano por el puente internacional Simón Bolívar, principal vía de comunicación entre ambos países, para protestar y exigir la liberación de sus familiares que se encuentran secuestrados por el narcorégimen chavista.

La manifestación impidió el paso de vehículos por el puente fronterizo que conecta el estado Táchira en Venezuela con el departamento colombiano de Norte de Santander. Sin embargo, alrededor de las 10:30 am, se habilitó el paso de vehículos y peatones.

Comerciantes informales forcejearon con los manifestantes hasta abrir el paso en el puente.Los manifestantes, portando pancartas con los nombres de los detenidos, denunciaron que sus familiares se encuentran encarcelados por motivos políticos por la tiranía chavista, y sin el debido proceso.

Como parte del acto de protesta pacífica, varios de los manifestantes se encadenaron en la mitad del puente, lo que impidió el tránsito entre ambos países.

No obstante, los manifestantes ya habían habilitado un canal humanitario para permitir el paso de ambulancias, pacientes con enfermedades crónicas, carrozas fúnebres y personas con citas en el Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime).

Vicky Latorre, vocera del grupo de familiares, lamentó la falta de atención del gobierno colombiano y criticó la ausencia del presidente Gustavo Petro, quien se encontraba en Cúcuta pero no acudió al lugar de la protesta.

«En Venezuela siguen secuestrados nuestros familiares”, declaró Latorre, quien reiteró que no levantarán la protesta hasta obtener respuestas concretas de las autoridades venezolanas y colombianas.

Los familiares insisten en que la presión pública y la intervención diplomática son esenciales para lograr la liberación de los colombianos retenidos por el régimen de Nicolás Maduro.

Por su parte, el reportero Jesús Medina Ezaine, quien se encuentra exiliado en Colombia, reportó a través de su cuenta en X, que los forcejeos contra los manifestantes fueron provocados por chavistas infiltrados, entre los que figuraron colectivos y efectivos militares vestidos de civil, con la finalidad de herir a los manifestantes.