De FTN

De Olufemi Ogunjobi

La desafortunada historia de mi amiga, Pamela Adie, quien fue devuelta en la frontera de Mozambique hace unos días no es algo nuevo, sino que refuerza las horribles y ridículas situaciones de viajes para muchos africanos dentro del continente.

Adie, una activista que dirige un grupo pro LGBT, The Equality Hub, en Nigeria, en una serie de tweets, dijo que fue devuelta en la frontera del país sureño por no tener una visa. Para cada investigación que ella hizo antes de su viaje, y verdaderamente, como confirma el Visa Index 2022, solamente una Visa para los nigerianos en Mozambique está disponible al llegar al país.

Los oficiales de inmigración le insistieron que, aunque la política de Visa en la llegada es válida – y habiendo proveído todos los documentos necesarios requeridos: reservación de hotel, carta de empleo, boleto de retorno – aún necesita presentar una carta de invitación que tiene que venir de la embajada mozambiqueña en su país invitándola. Como si fuera una criminal, fue escoltada de vuelta al avión, y transportada de regreso a Nigeria perdiendo el propósito de su viaje de negocios al país.

Los viajes infra africanos son complicados y llenos de sospechas. Para viajar en África, según el  Visa Openness Index Report 2021, el 51% de los países africanos requieren que los países africanos obtengan visas antes de su llegada. 25% de los países africanos reciben a algunos o todos los visitantes africanos sin ninguna visa. 24% de los países africanos permiten a algunos o a todos los visitantes africanos obtener una visa en su llegada. Sólo Seychelles, Benín y Gambia ofrecen acceso sin visa a todos los africanos.

Interesantemente, y como un hecho, ciudadanos de solo 15 países africanos pueden viajar a Sudáfrica sin una visa, sin embargo, titulares de 28 países distintos europeos pueden entrar al país libremente.

Y para añadir, también es costoso viajar en el continente – debido a los altos impuestos gubernamentales, políticas proteccionistas, conectividad e infraestructura pobre – lo cual, tristemente, continúa sofocando el crecimiento de la industria de aviación en el continente. En promedio, las tasas y cargos de pasajero son el doble en el continente que en Europa o Medio Oriente.

Mientras que la Unión Africana (UA) ha desarrollado planes ambiciosos para el comercio libre continental, el libre tránsito de la gente se ha quedado atrás. Indudablemente, “el comercio es una fuerza para el bien,” como mencionó el Director General de la Organización de Comercio Mundial, Okonjo Iweala, pero el continente necesita revisar sus políticas de viajes que continúan excluyendo a su propia gente.

Actualmente, los países africanos necesitan posicionarse estratégicamente para lograr que el AFCTA funcione, y una de las maneras sería ablandando sus restricciones de visa para que los africanos ingresen fácilmente. Como la Unión Europea, necesitamos crear un modelo de trabajo que garantice un gran éxito en la conexión de las personas y economías – y definitivamente no con fronteras cerradas, ni restricciones de visa estrictas.

Si el continente está preocupado en construir un futuro prospero para sus ciudadanos, necesita dejar de un lado sus diferencias, y garantizar que las personas gocen y puedan viajar, trabar y vivir dentro de su continente, de lo contrario, seguiremos perdiendo mentes jóvenes brillantes que a veces emprenden viajes precarios a Europa en busca de una mejor vida.

Y especialmente, por un continente que se proyecta doblará su crecimiento actual para el 2050, sólo con el libre tránsito de las personas habrá un impulso en el comercio y turismo intra africano; movilidad laboral, transferencia de conocimiento y habilidad intra africana, integración social, infraestructura transfronteriza mejorada y desarrollo compartido.

La historia de Pamela es una de muchas experiencias lamentables a las cuales los africanos han sido sometidos para viajar dentro del continente. Su hilo está lleno de testimonios desagradables y experiencias desgarradoras de personas en manos de los representantes gubernamentales en las fronteras y en países africanos. Necesitamos mejorar.