El juez federal John Coughenour ha bloqueado de forma cautelar la orden ejecutiva firmada el pasado lunes por el presidente de EE. UU., Donald Trump, para poner fin al derecho que concede la ciudadanía estadounidense por haber nacido en el país al considerar que es una medida «descaradamente inconstitucional».
Coughenour ha accedido a la solicitud presentada por varios fiscales estatales demócratas y ha ordenado bloquear la implementación de esta medida durante un periodo de dos semanas mientras se realicen nuevas reuniones al respecto.
El juez ha manifestado que, durante sus más de cuatro décadas de servicio, nunca se había enfrentado a una petición «tan clara» como la de los fiscales demócratas. «¿Dónde estaban los abogados cuando se tomó la decisión de firmar la orden ejecutiva?», se ha preguntado el juez federal, cuestionando el equipo legal de Trump.
Por su parte, Trump ha asegurado poco después desde el Despacho Oval que apelarán la decisión. «No es ninguna sorpresa con ese juez», ha subrayado después de que un portavoz del Departamento de Justicia asegurara poco antes que defenderán «enérgicamente» esta acción ejecutiva.
Trump tomó posesión del cargo el lunes en Washington y durante los primeros compases de su segundo mandato firmó una serie de órdenes ejecutivas que incluye la revocación de decenas de políticas de su predecesor, Joe Biden, entra las que se encuentran medidas contra la migración.
Al menos una docena de fiscales estatales demócratas presentó al día siguiente una demanda al considerar que la retirada de la ciudadanía por derecho de nacimiento supone una violación de la Constitución en su 14ª Enmienda, que reserva la ciudadanía a «toda persona nacida o naturalizada en Estados Unidos».
Cualquier apelación a un posible fallo deberá presentarse ante el Tribunal de Apelaciones del Primer Circuito de EE. UU., donde todos los jueces son designados por demócratas. En caso de que el asunto se enquistase, Trump podría recurrir al Tribunal Supremo, donde los republicanos cuentan con mayoría.
Sin embargo, Trump no la tiene facil, pues el máximo tribunal de Justicia de EE. UU. ha ratificado en varias ocasiones el derecho a la ciudadanía por nacimiento, mientras que el Congreso también aprobó —incluso antes de la ratificación de la 14ª Enmienda en 1868— una ley federal que brinda este derecho a los nacidos en suelo estadounidense.