Altos diplomáticos de Estados Unidos, Corea del Sur y Japón se reunieron el día de ayer, martes, para tratar cuestiones de seguridad regional ante las preocupaciones de una posible prueba nuclear por parte de Corea del Norte.
El primer viceministro de Exteriores de Japón, Takeo Mori, ha acogido a sus homólogos surcoreano y estadounidense, Cho Hyun Dong y Wendy Sherman, en Tokio, en una sesión trilateral.
Esta sesión se ha producido por las especulaciones de que Pyongyang lleve a cabo una nueva prueba nuclear, después de que la Administración de Kim Jong Un haya realizado una serie de lanzamientos de misiles balísticos en las últimas semanas.
Cabe mencionar que el viceministro de exteriores surcoreano se reunió el lunes con Sherman, quien reiteró el compromiso estadounidense con la defensa de ambos países asiáticos.
En un comunicado se dio a conocer las declaraciones de la subsecretaria de Estado, que dijo que “[el compromiso] sigue siendo inquebrantable y seguimos buscando un dialogo serio y sostenido con la República Popular de Corea”.
El día de ayer, Corea del Sur realizó varios disparos de advertencia después de que un buque norcoreano cruzara la frontera marítima entre ambos países.
Al verlo, el Estado Mayor Conjunto surcoreano comunicó: «Invasión de la Línea de Límite Norte por un buque mercante en el noroeste de la isla Baengnyeong en el mar del Oeste. Fuego de advertencia», según informó la agencia de noticias Yonhap.
En respuesta al fuego de advertencia, Corea del Norte disparó múltiples lanzacohetes. «El Estado Mayor del Ejército Popular de Corea ordenó efectuar 10 disparos con lanzacohetes múltiples para hacer retroceder con firmeza al buque enemigo», dijo un portavoz norcoreano en un comunicado recogido por la KCNA.
Además, el vocero envió una «severa advertencia» a los «enemigos que han estado realizando una intrusión naval en la estela de provocaciones tales como los recientes disparos de artillería y la transmisión por megafonía en el frente terrestre».
Cabe mencionar que a lo largo de los últimos días, el dictador norcoreano, Pionyang, ha lanzado varios misiles balísticos hacia el mar de Japón, incluidos dos misiles de crucero estratégicos de largo alcance, que involucraron a las unidades de operación de «armas nucleares tácticas».
Los lanzamientos se produjeron poco después de que Corea del Sur y EE.UU. llevaran a cabo ejercicios navales conjuntos, que concluyeron el pasado 8 de octubre, en los que estuvo presente el portaviones de propulsión nuclear estadounidense USS Ronald Reagan.
Estos lanzamientos se suman al lanzamiento de otro centenar de proyectiles a última hora del martes hacia el mar Amarillo y, horas más tarde, otros 150 al mar de Japón. La semana pasada, Seúl denunció decenas de disparos también hacia ambos mares que rodean la península coreana, así como el lanzamiento de un misil balístico de corto alcance y una serie de sobrevuelos de aviones de combate sobre territorio cercano a la frontera.
Como reacción, las autoridades militares surcoreanas denunciaron lo ocurrido, pues lo consideran «una clara violación» de los acuerdos militares firmados con su vecina del norte, con lo que instaron a Pyongyang a «detener de inmediato» este tipo de «provocaciones» que no hacen más que «socavar la paz y la estabilidad en la península de Corea y la comunidad internacional».
Cabe mencionar que, horas antes, el Ejército de Corea del Norte aseguró que el lanzamiento de una serie de proyectiles contra la frontera con Corea del Sur es una «seria advertencia» por los ejercicios militares que está realizando Seúl.
«La situación en la península coreana empeora debido a las reiteradas provocaciones militares de los enemigos en la denominada zona de amortiguamiento», declaró un portavoz del Ejército de Pyongyang en un comunicado recogido por la agencia estatal norcoreana KCNA.
Asimismo, pidió a la Administración de Yoon Suk Seol que detuviese de inmediato las «provocaciones temerarias e incitantes que aumentan la tensión militar en el área», ya que habría tomado nota de «los movimientos especialmente provocativos» que se desarrollan «de manera frenética», agregó el portavoz.
El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, promete una «respuesta dura» al lanzamiento de un misil norcoreano, según informa la agencia Yonhap.
El presidente declaró que, como sostuvo el 01 de octubre, en el día de las Fuerzas Armadas, “tales provocaciones nucleares imprudentes se enfrentarán a una respuesta dura de nuestros militares y nuestros aliados, así como de la comunidad internacional”.
Esto sucede minutos después de que Corea del Norte lanzara un misil balístico hacia el mar de Japón, el cual dlos militares surcoreanos suponen que se trata de un misil Hwasong-12 y fue capaz de cubrir una distancia de 4.600 kilómetros, la mayor distancia desde que el país realiza ensayos armamentísticos.
El misil también provocó la activación del Sistema de Alerta Instantánea a Nivel Nacional en Japón. En dos prefecturas japonesas los gobiernos locales ordenaron a sus residentes resguardarse al interior de edificios o en refugios subterráneos.
Hasta el momento, Corea del Norte ha realizado cinco lanzamientos en menos de 10 días, en protesta por los nuevos ejercicios militares en los que participan Corea del Sur, Estados Unidos y Japón.
El día de ayer, militares surcoreanos registraron este sábado el lanzamiento de dos misiles balísticos no especificados hacia el mar de Japón, informa la agencia Yonhap. Se trata de la cuarta prueba de este tipo en una semana.
La acción de Pionyang se lleva a cabo después que Corea del Sur, EE.UU. y Japón realizarán el viernes ejercicios trilaterales antisubmarinos en aguas internacionales del mar del Japón, por primera vez en más de cinco años.
Anteriormente, Corea del Norte advirtió que los continuos simulacros militares conjuntos de las tropas estadounidenses y surcoreanas «podrían derivar en una segunda guerra de Corea». Mientras, desde Moscú declararon que las maniobras podrían traer consigo la movilización de las fuerzas de disuasión nuclear norcoreanas.
El sábado pasado, Corea del Norte lanzó un misil balístico sin identificar en el mar del Japón, mientras que otras dos pruebas de ese tipo se sucedieron esta semana; el miércoles se reportó el lanzamiento dos misiles balísticos de corto alcance hacia el mar de Japón; mientras que al día siguiente, Pionyang disparó otros dos misiles balísticos hacia la misma zona, acción que coincidió con la visita a Seúl de la vicepresidenta de EE.UU., Kamala Harris.
En la madrugada de hoy, Corea del Norte lanzó dos misiles balísticos de corto alcance hacia el mar de Japón, según informa la agencia de noticias Yonhap. Antes de eso, también se reportó el lanzamiento de un misil balístico sin identificar, confirmado por el Gobierno de Japón.
Según la Guardia Costera de Japón, es posible que ambos misiles hayan volado a una altitud máxima de 50 kilómetros, con un alcance de entre 300 y 350 kilómetros. Asimismo, detalla que ambos presentaron «trayectorias irregulares».
Esto sucede en vísperas a la llegada de la vicepresidenta de EE.UU., Kamala Harris, a Corea del Sur, prevista para este jueves. Se espera que la política visite la Zona Desmilitarizada que separa las dos Coreas.
Cabe mencionar que el primer ministro surcoreano, Han Duck-soo, aseguró que la visita de K. Harris será una «demostración muy simbólica de sus fuertes compromisos con la seguridad y la paz en la península de Corea».
«Casi 70 años después del armisticio coreano, la visita destacará la fuerza» de «la alianza» entre Seúl y Washington «frente a cualquier amenaza que emane» de Corea del Norte, declaró, por su parte, un funcionario estadounidense hablando bajo condición de anonimato.
Este es el segundo lanzamiento que realiza Corea del Norte en menos de dos semanas; el domingo de la semana pasada disparó un misil balístico de corto alcance hacia el mar de Japón pocos días después de que un portaviones estadounidense llegara a Corea del Sur para llevar a cabo ejercicios conjuntos.
El dia de ayer, Corea del Norte lanzó un misil balístico no identificado al mar de Japón, poco después de que un portaviones estadounidense llegó a la región a realizar maniobras, informaron las fuerzas armadas surcoreanas. Esto lo confirmó la Oficina del primer ministro de Japón a través de twitter:
«Corea del Norte disparó un misil balístico no identificado», afirmó el Estado Mayor conjunto de Seúl sin aportar más detalles. El lanzamiento ocurre en medio de informes de que Pyongyang se estaría preparando para lanzar un misil balístico desde un submarino.
La Guardia Costera japonesa también confirmó el posible lanzamiento de misil, citando información del Ministerio de Defensa de Tokio, y pidió a los barcos en la zona mantenerse atentos. «Navíos, por favor estén atentos a las nuevas informaciones y si observan objetos foráneos por favor no se les acerquen e informen a la Guardia Costera», dijo el organismo.
La televisión pública japonesa indicó que el misil voló unos 400 kilómetros a una altura máxima de 50 kilómetros, y que cayó afuera de la zona económica exclusiva de Tokio en el mar de Japón.
El 23 de septiembre, el portaviones estadounidense USS Ronald Reagan, de propulsión nuclear, y buques de su grupo de ataque atracaron en el puerto sureño de Busan como parte de un esfuerzo de Seúl por intensificar su cooperación militar con Washington. El USS Reagan realizará ejercicios conjuntos este mes cerca de la costa este surcoreana.
Estados Unidos y Corea del Sur son aliados históricos y han realizado numerosas maniobras militares conjuntas, que definen como defensivas, pero Pyongyang las considera como ensayos para una invasión.
Estados Unidos, Corea del Sur y Japón consideran que Corea del Norte «amenaza la paz y seguridad regional» y advierten que responderán de «manera rápida y decisiva» ante una posible nueva provocación.
Estas advertencias ocurren en el marco del aumento de la retórica bélica nuclear en la región asiática.
Ls afirmaciones fueron hechas por Sug Kin, un estadounidense enviado a Corea del Norte, acompañado por Kin Gunn y Takehiro Funakoshi, surcoreano y japonés respectivamente, quienes se reunieron en el Ministerio de Exteriores de Tokio para fortalecer la cooperación entre sus países ante la amenaza norcoreana.
Sug Kin afirma que Washington está preparada para “todas las contingencias” y para trabajar en estrecha colaboración con sus aliados asiáticos.
El acto considerado como la primera provocación sucedió el pasado 17 de agosto, cuando dos misiles de crucero norcoreanos fueron lanzados hacia el Mar Amarillo, entre China y Corea, coincidiendo con los 100 días de la toma de posesión del presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol. Sumado al hecho de que desde el año 2017 Corea del Norte se prepara para realizar su primera prueba nuclear.
Corea del Sur y Estados Unidos han concluido este jueves uno de los mayores ejercicios militares de manera conjunta de los últimos cinco años en el marco de las tensiones existentes con el vecino del Norte por su intención de aumentar su capacidad atómica y militar.
Los simulacros, conocidos como «Ulchi Freedom Shield», han incluido más de una docena de eventos de entrenamiento y son la segunda parte de un programa en tres etapas para examinar las capacidades de Seúl para liderar fuerzas combinadas, según ha recogido la agencia de noticias Yonhap.
Estos ejercicios militares se producen después de una pausa como parte del histórico encuentro entre el expresidente Donald Trump y el líder norcoreano, Kim Jong Un, que llegaron a un acuerdo para frenar el programa nuclear de Pyongyang.
Estados Unidos todavía tiene alrededor de 28.500 soldados en Corea del Sur y tanto el presidente Joe Biden, como su homólogo surcoreano, Yoon Suk Yeol, han dicho que los simulacros son esenciales para prepararse ante cualquier provocación de Corea del Norte.
Las autoridades de Corea del Sur denunciaron hace 15 días que Pyongyang había disparado dos misiles de crucero hacia el Mar Amarillo, entre China y Corea, coincidiendo con los 100 días de la toma de posesión del presidente surcoreano, informa Reuters.
Ocho ATACMS fueron disparados por fuerzas conjuntas de Estados Unidos y Corea del Sur en la primera respuesta militar del Comando Indo-Pacífico a las pruebas de misiles de la dictadura comunista.
Los gobiernos de Corea del Sur y Estados Unidos confirmaron este domingo a la noche que dispararon ocho misiles tierra-tierra contra posiciones de lanzamiento en Corea del Norte, en respuesta a una andanada de misiles balísticos de corto alcance que probó el sábado el dictador comunista Kim Jong-Un.
El régimen norcoreano viene probando nuevos misiles desde que llegó Joe Biden a la Casa Blanca y el demócrata se negó a continuar con las rondas de negociaciones que había iniciado el ex presidente Donald Trump.
Sin embargo, es la primera vez que Yongsan y el Pentágono responden a los ataques con un ataque directo al territorio de Corea del Norte. Esto se debe a un crucial cambio de gobierno en Seúl en el último mes.
El flamante presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, un derechista que asumió el cargo el mes pasado, prometió adoptar una línea más dura contra el Norte y presionó al presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, en una cumbre de mayo en Seúl, para intensificar los ejercicios militares conjuntos y empezar a responder las pruebas de misiles de Kim.
La acción es una demostración de “la capacidad y preparación para llevar a cabo ataques de precisión contra los lanzamientos de misiles de Corea del Norte“, informó el gobierno a la agencia de noticias surcoreana Yonhap.
“El Sur continuará construyendo capacidades de seguridad fundamentales y prácticas y disuadirá las amenazas nucleares y de misiles del Norte”, dijo Yoon en un evento para el Día de los Caídos en Corea del Sur.
El histórico ataque a Corea del Norte
Los ejércitos de Corea delSur y Estados Unidos dispararon ocho misiles tierra-tierra durante unos 10 minutos a partir de las 4:45 a. m. del lunes (19:45 GMT del domingo) en respuesta a los ocho misiles lanzados por Corea del Norte el sábado (GMT), informó Yonhap.
Un funcionario del Ministerio de Defensa de Corea del Sur confirmó que se habían disparado ocho Sistemas de Misiles Tácticos del Ejército (ATACMS), entre ellos un misil del Ejército de EE. UU. y siete de Corea del Sur.
Es el primer ataque balístico de Estados Unidos al territorio que comprende Corea del Norte desde el 27 de julio de 1953, un cambio lamentable de rumbo teniendo en cuenta que hace tan solo 4 años, Trump había logrado firmar un acuerdo de pacificación entre las dos coreas.
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