Un distrito escolar de Florida reveló el lunes que más de 5500 estudiantes, así como más de 300 empleados, están en cuarentena o aislamiento debido al COVID-19.
La Junta Escolar del Condado de Hillsborough, con sede en Tampa, anunció el lunes que a partir de las 7 de la mañana, al menos 5599 estudiantes y 316 empleados de las Escuelas Públicas del Condado de Hillsborough se encuentran en aislamiento o cuarentena.
Las cifras suponen un aumento de unos 1100 estudiantes desde el 13 de agosto, cuando las Escuelas Públicas del Condado de Hillsborough anunciaron que 4477 alumnos estaban en cuarentena o aislamiento.
El distrito escolar supervisa a más de 200,000 matriculados, en más de 200 escuelas primarias, intermedias y secundarias, incluso en Tampa. Cuenta además con más de 23,000 empleados.
La junta dijo el lunes que celebrará una reunión de emergencia el miércoles por la tarde entre sus miembros para “discutir el último impacto del COVID-19 en el distrito” y “la mejor manera de mitigar la propagación del virus, incluyendo sobre el uso obligatorio de mascarillas para todos los estudiantes y el personal”.
Además anunció que permitirá una hora de comentarios del público.
El aislamiento se refiere a aquellos que han dado positivo en la prueba de COVID-19, mientras que la cuarentena se refiere a aquellos que han tenido un contacto cercano con un caso positivo de COVID-19. El periodo de aislamiento o cuarentena suele ser de dos semanas.
El distrito escolar no requiere que los estudiantes que han sido vacunados se sometan a una cuarentena después de haber tenido un contacto cercano con un caso de COVID-19, a menos que desarrollen síntomas.
El condado de Hillsborough actualmente requiere que los estudiantes usen mascarillas. Los padres tienen la opción de optar por no hacerlo rellenando un formulario para su hijo.
La discusión en torno a la efectividad y seguridad de las vacunas se ha intensificado. Los constantes cuestionamientos ante esto han ocasionado que un sector importante de la ciudadanía decida no administrarse ninguna dosis. Algunos gobiernos han impulsado políticas en donde se obliguen a los ciudadanos a vacunarse directamente o en donde requieran de una prueba de vacunación para seguir con sus actividades cotidianas.
El médico internista, Kyle Varner, considera que los cuestionamientos alrededor de ellos carecen de algún sustento científico, “La seguridad de la vacuna se ha demostrado en los estudios de fase III, se ha administrado (en esta fase) a casi 100mil personas. La seguridad es altísima, cuando recibí la vacuna me sentí muy seguro,” continuó, “Es posible que la gente se sienta mal, eso es común cuando se activa el sistema inmunológico del ser humano, pero eso no es un efecto secundario grave, es una reacción normal. En términos de efectos secundarios graves son muy pocos, menos de 100 casos para más de 200millones de dosis administradas.”.
A juicio de Varner “hay un esfuerzo organizado por gente que tiene quejas en contra de la vacunación; hay un movimiento anti vacunas que forma parte de una gran historia de movimientos anti científicos,” denunció, “dicen que el COVID19 no es tan peligroso, que la vacuna representa mayor peligro que el COVID, y que ustedes no pueden confiar en los médicos y científicos”.
Ante los cuestionamientos sobre la efectividad de las vacunas, debido a los casos de gente ya protegida que se ha contagiado del virus, el médico enfatizó que se deben analizar otros ejemplos, “No hay vacuna que tenga 100% de efectividad, si exigimos eso nos estamos engañando. Esta tiene un 90% de reducción en el riesgo relativo, es decir, si hay alguien a mi lado (sin vacunarse), en la misma situación, esa persona va a tener un 90% más de probabilidad para contagiarse. Con Delta, este nivel de protección probablemente cayó hasta 60% o 70%.”
Así mismo, Varner resaltó lo que el considera manipulación de cifras para adaptar la realidad a las narrativas particulares, “En una ciudad de Rhode Island, los medios dijeron que un 74% de los contagios ocurrieron en personas vacunadas, lo cual es cierto; pero muchas personas que no entienden de matemáticas pensaron que eso es una evidencia que la vacuna no funciona,” añadió, “Un 95% de las personas en esta ciudad ya están vacunados, si uno hace la matemática, significa que los que quedaron sin vacunas tenían un 600% más riesgo de contagiarse”.
El experto de la salud además confesó sentir disgusto por quienes afirman que las vacunas forman parte de un experimento al igual que quienes las reciben, “La palabra experimental se refiere a medicamentos que no han cumplido sus pruebas de fase III. Cuando terminas esta prueba, ya no es experimental, hay evidencia,” señaló, “Hay investigaciones fase IV, pero es después de haberlo lanzado al mercado y se investiga más para saber que pacientes se benefician más y que pacientes se benefician menos”.
Varner destacó que este término solo puede ser utilizado en un sector de la población más joven, “Los estudios que están haciendo en fase III es en menores de 12 años; si se lo quisieras dar a un niño de 8 años, por ejemplo, eso sí sería de un uso experimental”.
El médico también criticó a las agencias gubernamentales y a quienes dicen que al no haber sido aprobada por estas instituciones automáticamente quedan desacreditadas, “Es cierto que no hay aprobación de la FDA para las vacunas, pero es porque las burocracias toman tiempo para procesar. Si vas a maldecir una vacuna, que puede salvar vidas, como experimental porque los burócratas trabajan lento, es algo estúpido”.
El experto le contestó a quienes desconfían de este método de inmunización basándose en que no pueden tomar acciones legales contra las compañías en caso de presentar reacciones adversas, “Tú no puedes demandar a los que producen una vacuna si no hay evidencia de fraude de la empresa de la vacuna, eso es por Ley Federal, pero esta misma Ley estableció un fondo para compensación a quien se haga daño con cualquier vacuna. Si tomas otra medicina, y te daña, no puedes demandar a la empresa que produce esta medicina”.
Al ser cuestionado sobre emitir políticas que aprueben la obligatoriedad de la vacuna, Varner se mostró dudoso, “Es una pregunta difícil. La realidad que estamos viviendo es que los que no se vacunan están imponiendo condiciones de la pandemia en los que se vacunan. Una pandemia es una situación en donde los derechos de todos a no ser contagiados entran en conflicto con la autonomía de su derecho sobre su propio cuerpo,” agregó, “Prefiero que la comunidad empresarial tome las medidas necesarias para aumentar el nivel de vacunación sin acción del estado porque corremos el riesgo que el gobierno no devuelva ese poder. Si tú no te vacunas, estás violando mis derechos humanos”.
El médico, además, desestimó cualquier argumento indicando que son las vacunas las que están generando las nuevas variantes, “Las vacunas no están generando la mutación. Vamos a ver mutaciones cuando veamos muchos contagios”.
Varner, quien abiertamente es de tendencia libertaria, expresó su rechazo a varios movimientos y activistas que profesan esta ideología, afirmando que han sido parte de los grupos más irresponsables, “Empecé mi descontento con los libertarios al inicio de la pandemia. Hemos entendido que una pandemia va a provocar el crecimiento del estado y la pérdida de libertades. Muchísimos libertarios intentaron proteger las libertades negando la existencia o la severidad del COVID19. Yo he visto el peligro que representa,” concluyó, “Han dicho que estoy mintiendo y que falsificamos las actas de defunción y exigiéndole a las personas que no usen tapabocas ni que practiquen distanciamiento social. Me parece peligroso y me da asco”.
Las redes sociales controladas por el Estado chino han hecho circular lo que, según el ex secretario de Estado Mike Pompeo, es un documento falsificado del gobierno estadounidense como parte de una ofensiva propagandística en la que se culpa al ejército de Estados Unidos de provocar la pandemia de COVID-19, que fue denunciado por primera vez en Wuhan, China.
El documento comenzó a circular en la plataforma ampliamente utilizada Weibo en julio. Afirmaba que contenía comentarios internos dirigidos a los cadetes de West Point en junio de 2020 por Pompeo, que dejó de ser el principal diplomático de Estados Unidos en enero. Hasta el 30 de julio, el documento había sido visto más de 3,4 millones de veces en Weibo y millones de veces más en otras redes sociales.
En una entrevista, Pompeo denunció que el documento era falso.
“Este documento, completamente falso, se difunde a sabiendas de que se demostrará que es un fraude”, dijo Pompeo a The Washington Times. “Pero para las decenas de millones de personas en todo el mundo que lo leen sin saber su origen inventado, cumple muchos propósitos” para el gobernante Partido Comunista Chino.
Pompeo dijo que la desinformación es un intento del gobierno chino de distraer la atención de lo que llamó el “encubrimiento de la pandemia” de Pekín con respecto a los orígenes y los primeros días de la pandemia de COVID-19, que ha matado a millones de personas en todo el mundo.
“En segundo lugar, busca disminuir mi estatura y mi credibilidad a los ojos del lector no conocedor, y esto trata de disminuir prospectivamente mis ataques a su maldad”, dijo.
A raíz de los persistentes informes de que el virus que causa el COVID-19 podría haberse escapado de un laboratorio de investigación de Wuhan, China ha estado publicando diariamente en los medios de comunicación estatales afirmaciones en las que se culpa a Estados Unidos de causar la pandemia. La publicación de un documento falsificado puede estar relacionada con el próximo informe de los servicios de inteligencia estadounidenses sobre el origen del virus.
A pesar de gozar con un mayor número de vacunados, varios gobiernos alrededor del mundo han tomado nuevamente medidas de confinamientos y restricciones. Varios individuos, han tomado esta realidad para desacreditar las vacunas y afirmar que no funcionan.
Así mismo, los ciudadanos que sí confían en la efectividad de este tratamiento preventivo, justifican las políticas restrictivas, e incluso promueven el ‘pasaporte de vacunación’ para evitar que, aquellos ciudadanos que no hayan recibido ninguna dosis, puedan continuar con su vida cotidiana.
El conductor de Contra Poder 3.0, Esteban Hernández, expresó su rechazo a este tipo de medidas y, a pesar de asegurar que está vacunado, considera que no se debe restringir a quienes tomen decisiones distintas en esta materia, “Mi libertad no termina cuando empiezan los miedos del otro,” añadió, “El asunto del COVID es sanitario, no de seguridad nacional como lo han querido ver algunos. Es importante que cada quien se cuide de acuerdo a sus condiciones, y tomar las medidas necesarias para prevenir en caso que uno sea parte de esa población vulnerable”.
Hernández recordó que, durante las primeras olas, los confinamientos demostraron ser ineficaces, “(Florida) se puede contrastar con Nueva York. No hubo cuarentenas estrictas, no hubo cierre de la economía total; a pesar de tener más contagiados, porque no hubo esos cierres, tenemos menos muertos que en Nueva York. Florida demostró, a pesar de todos los ataques, que el camino correcto era la libertad y sigue siendo la libertad”.
El comunicador destacó la hipocresía de los miembros del partido demócratas, sentenciando la fiesta con cientos de invitados que hizo el expresidente, Barack Obama, como motivo de su 60 cumpleaños, “Parte de lo que dice la CDC es que incluso la gente vacunada debe usar mascarillas. Ellos se la pasan hablando de lo importante que es seguir las guías y direcciones de la CDC, pero ellos son incapaces de cumplir eso. Podemos demostrar, y seguir demostrando, la hipocresía que ellos representan”.
Además, Hernández declaró que la desconfianza que gira en torno al tema de las vacunaciones la han generado los propios responsables de promover seguridad en esta área, “Cuando las autoridades sanitarias, que se supone es la gente que está siguiendo la ciencia, se contradicen, intoxicando a la gente con información, generan desconfianza en torno a este tema”.
“Las vacunas parecieran estar haciendo su trabajo,” dijo el comunicador recordando que él sí confía en ellas; no obstante, aseguró que nadie debería ser obligado por ningún gobierno a ingerir alguna sustancia, “Estoy en contra de la vacunación forzada y de los pasaportes de vacunación. Mi cuerpo, mi decisión. No trate por su temor, obligar a otros a no vivir su vida”.
Finalmente, Hernández arremetió contra los medios de comunicación que, con su enfoque de la pandemia, han dado argumentos a quienes hoy cuestionan las vacunas, “Los medios hablan mal de usted si no se vacuna, pero, al mismo tiempo les dicen que las vacunas no funcionan; ellos son los verdaderos anti vacuna”.
El certificado sanitario que desde este lunes se exigirá en Francia para entrar en bares, restaurantes y otros lugares públicos será válido con una prueba negativa de menos de 72 horas, y no de 48, anunció este domingo el ministro de Sanidad, Olivier Véran.
Además de una PCR o una prueba de antígenos, también se aceptará un autotest, indicó en una entrevista en el diario Le Parisien, según el cual estos cambios frente a lo previsto hasta ahora permitirán afrontar mejor la demanda de pruebas. Esta última semana se efectuaron más de cuatro millones.
El ministro hizo públicas estas modificaciones un día después de que 237.000 personas se manifestaran en toda Francia contra la exigencia de ese certificado y contra la obligación de que el personal sanitario esté vacunado como muy tarde para el 15 de octubre.
Las protestas de este sábado, las cuartas consecutivas, fueron las más numerosas hasta la fecha: 204.000 personas habían protestado el pasado sábado, 31 de julio, frente a las 161.000 de la semana anterior o las 110.000 del día 17.
Para Véran, la ampliación a partir de este lunes del certificado sanitario, que desde el 21 de julio ya se exigía para entrar en lugares culturales y de ocio como cines, bibliotecas o museos, no es una obligación de vacunación encubierta.
«Es una incitación a vacunarse, a hacerse una prueba o a no ir a lugares muy concurridos», dice sobre ese documento que exige la pauta de vacunación completa, un test negativo o un justificante de haber superado el coronavirus.
En un video publicado en sus redes sociales, el Senador republicano por el estado de Kentucky, Rand Paul, insto a los ciudadanos americanos a no permitir que apliquen nuevas medidas de confinamiento en el país y evitar volver al estado en el que se estuvo el año pasado.
“Es tiempo que resistamos,” señaló Paul, “No nos pueden arrestar a todos. No pueden mantener a todos sus niños en casa. No pueden mantener todos los edificios gubernamentales cerrados. No tenemos que aceptar mandatos, confinamientos ni políticas dañinas de los tiranos y bucrócratas mezquinos. Podemos decir que no, no de nuevo.”
Así mismo, el Senador se dirigió a la presidente de la cámara baja del congreso, “Nancy Pelosi, no nos arrestarás ni evitarás que ni mi equipo ni yo sigamos haciendo nuestro trabajo. O hemos sido vacunados o se nos ha ofrecido la vacuna. Haremos nuestras propias decisiones sanitarias. No te mostraremos un pasaporte, no usaremos mascarillas, no nos forzarán a pruebas de detección aleatorias ni pruebas al azar para que puedas continuar con tu sed de poder en el Capitolio.”
Paul afirmó que los americanos no deben aceptar las posiciones “anti-ciencia” que están siendo promovidas desde la administración actual y se comprometió a “detener todos los proyectos de ley que lleguen al senado agregando una enmienda que le corte el financiamiento si no se presentan a trabajar en persona,” tras las amenazas de Biden para tratar de cerrar algunas agencias de gobierno.
Francia, que cuenta con casi la mitad de la población totalmente vacunada contra el coronavirus, más de un 60% con por lo menos la primera dosis, sigue implementando algunas medidas restrictivas debido a la pandemia.
Recientemente, el parlamento aprobó que será obligatorio para sus ciudadanos el ‘pasaporte’ de Covid19, que indicaría los usuarios que han recibido la vacunación completa.
Así mismo, el país europeo retomó algunas medidas de confinamiento, sufriendo su tercera cuarentena desde el inicio de la pandemia y ha limitado los ingresos de extranjeros, dependiende de sus países originarios.
Ante estos hechos, los ciudadanos franceses han tomado las calles para expresar su rechazo a estas políticas al grito de «Libertad».
Según Derecha Diario, los manifestantes sumarían alrededor de 100mil personas que decidieron alzar su voz en contra del ejecutivo.
El gobernador del estado de la Florida, Ron DeSantis, anunció que firmará una orden ejecutiva que protegerá el derecho de los padres para decidir sobre si sus hijos usarán mascarillas en las escuelas.
Las declaraciones las ofreció en una rueda de prensa este viernes, en donde afirmó que “queremos poder escoger, y queremos poder enseñarle a nuestros niños sin sus caras cubiertas.”
DeSantis hace este anuncio a tan solo días desde que la junta escolar del condado de Broward dijo que iban a requerir mascarillas en las escuelas a partir agosto.
El gobernador declaró que “si has escuchado los murmullos en los alrededores, particularmente en Washington, si escuchas algunas de estas cosas que están siendo filtradas de la CDC, hay un movimiento tratando de imponer más restricciones a los ciudadanos,” agregó, “sólo quiero decir que en Florida no habrá confinamientos. No cerraremos las escuelas. No habrá restricciones ni mandados en el estado de Florida. Los Floridanos han, son y seguirán siendo libres de escoger lo que es mejor para ellos y su familia”.
Estas declaraciones ofrecidas por la máxima autoridad estatal se ofrecen en un contexto completo pues su administración está siendo fuertemente criticada por ser Florida, nuevamente, uno de los estados que mayores casos de coronavirus en este repunte que se está viviendo con las variantes.
Gao Fu, director del Centro Chino de Control de Enfermedades, admitió en abril: Las vacunas desarrolladas en el país asiático «no tienen tasas de protección muy altas«. Más tarde se retractó y trató de tergiversar su declaración, diciendo que en realidad se refería a todas las vacunas utilizadas en el mundo. Pero se refería claramente a la formulación de su país.
«Ahora estamos considerando oficialmente si debemos utilizar diferentes vacunas para la inmunización, desde diferentes líneas técnicas», dijo Gao en su primera conferencia de prensa, sugiriendo la posibilidad de mejorar la protección combinando sus medicamentos con los desarrollados en otros países. De hecho, aclaró, «todo el mundo debería pensar en los beneficios que las vacunas basadas en el ARN mensajero», que utilizan Pfizer/BioNTech y Moderna, pueden aportar a la humanidad.
No es que las vacunas chinas sean inútiles. Hay muchas pruebas de que reducen el riesgo de casos graves de COVID-19, que pueden llevar a la hospitalización y a la muerte. Sin embargo, un análisis de cómo responden las poblaciones de los países con campañas de vacunación más avanzadas muestra que son menos eficaces que otras, como las de Pfizer/BioNTech y Moderna, o AstraZeneca.
Ya en 37 países, la mitad de la población ha recibido al menos una dosis de la vacuna COVID-19. En orden descendente de porcentaje de cobertura: Malta (83,45%), Islandia (77,61%), Emiratos Árabes Unidos (75,2%), Seychelles (72,7%), Canadá (69,27%), Nauru (69,22%), Chile (68,3%), Uruguay (67,73%), Reino Unido (67. 32%), San Marino (66,25%), Israel (66,12%), Singapur (65,69%), Países Bajos (65,26%), Bélgica (64,91%), Mongolia (64,09%), Qatar (64,04%), Bahréin (63,62%), Bután (62. 83%), Finlandia (62, 09%), Dinamarca (61,9%), España (58,89%), Maldivas (58,86%), Portugal (58,39%), Luxemburgo (58,38%), Alemania (57,79%), Italia (57,78%), Hungría (57,18%), Noruega (55. 84%), Irlanda (55,44%), Austria (55,29%), Estados Unidos (54,88%), Suecia (54,7%), Andorra (53,99%), Chipre (53,47%), Francia (52,31%), Liechtenstein (52,2%) y Suiza (52,06%).
Este nivel de protección nos permite estimar el efecto de las diferentes vacunas en el control del COVID-19. En promedio, estos 37 países tienen 161 casos diarios por millón de habitantes y 0,74 muertes diarias por millón. En comparación, el peor caso de pandemia en Europa tuvo una media de 383 casos y 7,37 muertes diarias.
Muestran algo significativo: el descenso de las muertes es mucho más pronunciado que el de las infecciones. Esto puede verse en los distintos gráficos que acompañan a este artículo. El primero ordena los 37 países seleccionados según el porcentaje de inmunización y la media de casos diarios por millón de habitantes. Lo primero que llama la atención es que 13 países, es decir, aproximadamente un tercio, tienen más de 100 infecciones diarias por millón, lo cual es elevado.
Por encima de 1.000 sólo hay uno, las Seychelles, con 1.194. Es uno de los que más utiliza uno de los medicamentos de China, Sinopharm, una empresa estatal, la Corporación Farmacéutica Nacional de China. Pero muy cerca, con 901 infecciones cada 24 horas, está Chipre, que se vacunó principalmente con Pfizer/BioNTech. En tercer lugar, con 607 casos, está Mongolia, que también utilizó Sinofarm. En cuarto lugar, con 429, está el Reino Unido, que utilizó AstraZeneca y Pfizer/BioNTech en proporciones casi iguales. En quinto lugar, con 315 vacunas, está España, donde la vacunación fue realizada mayoritariamente por Pfizer/BioNTech.
Por lo tanto, cuando se observan las infecciones, no parece haber mucha diferencia entre las distintas vacunas. Pero el panorama cambia cuando se observa la mortalidad diaria, que es lo que muestra el segundo gráfico. En contraste con el primero, en el que unos pocos países se sitúan en el centro del gráfico, 32 de los 37 países se encuentran en la parte inferior, con menos de una muerte diaria por millón de habitantes. Esta es la prueba más contundente de la importancia de las vacunas para salvar vidas.
Este gráfico también nos permite ver que los cinco países con muertes superiores a una utilizaron principalmente vacunas chinas. Chile, con 6,18 muertes, y Uruguay, con 6,09, tienen las tasas de mortalidad más altas hasta el momento. Ambos utilizaron una vacuna de Sinovac Biotech, un laboratorio privado chino, más que ninguna otra. Los otros tres países se inyectaron sobre todo Sinopharm: Seychelles, 4,36 muertes; Mongolia, 2,96; y Bahréin, 1,51.
Tanto Sinovac como Sinopharm utilizan virus inactivados para provocar una respuesta inmunitaria en el paciente, un método comúnmente utilizado en las vacunas. Ambos fármacos han sido aprobados por la Organización Mundial de la Salud, que informa de que, en los ensayos realizados en Brasil, la eficacia de Sinovac para la COVID-19 sintomática fue de aproximadamente el 50% y del 100% para los casos graves, mientras que la eficacia de Sinopharm en ambas áreas se estimó en un 79%.
Lo cierto es que estas cifras proceden de ensayos. Pero la vacunación masiva también ha revelado otras cosas. El caso de Chile es muy interesante. Mientras que el número de infecciones ha bajado de un pico de 382 a mediados de abril a 147 esta semana, se ha producido un paradójico aumento de las muertes. En enero, cuando aún no había comenzado la vacunación, la media era de 2,39. Ahora es de 6,18.
El 16 de abril, el Ministerio de Salud chileno presentó un estudio sobre la eficacia de la vacuna Sinovac, que demostró que con una sola dosis, la protección contra la infección es sólo del 3%, pero que 14 días después de una segunda dosis, se eleva al 67%. Sin embargo, la eficacia en la prevención de la muerte no es del 100%, sino del 80%. Esto significa que tomar la vacuna reduce en gran medida el riesgo de muerte, pero hay un 20% de personas que han recibido dos dosis de la vacuna que pueden acabar muriendo.
Estas cifras son muy diferentes de las registradas en los países que han utilizado Pfizer/BioNTech. Anthony Fauci, uno de los principales expertos en enfermedades infecciosas de Estados Unidos, declaró que de las más de 9.000 personas que murieron a causa de la COVID-19 en junio, sólo el 0,8% estaban totalmente vacunadas. Israel informó de que, en mayo, la fórmula tuvo una eficacia del 98,2% en la prevención de las hospitalizaciones.
Esta diferencia en el margen de protección es claramente visible en Uruguay, donde es cierto que el número de contagios ha descendido bruscamente, pasando de un pico de 1.113 en mayo a 184 esta semana. Pero la tasa de mortalidad, que también está disminuyendo (de 17,5 a 6,09), sigue siendo mucho más alta que antes de que comenzara la vacunación masiva, cuando era de uno a dos casos.
La vacuna Sinopharm parece ser ligeramente más eficaz que la vacuna Sinovac, pero los países más afectados que han utilizado esta vacuna también tienen datos menos favorables que los países que han utilizado otros medicamentos. Por ejemplo, en las Seychelles, donde el 72,7% de la población ya ha sido vacunada con una sola dosis de la vacuna, hay más muertes y casos que antes de que comenzara la vacunación masiva. Lo mismo ocurre en Mongolia, donde el número de casos ha pasado de 12 en marzo a más de 600 en la actualidad, y el número de muertes ha pasado de cero a 2,96.
El país con mejores resultados de los cinco es Bahrein, donde, tras alcanzar un máximo de 1.748 casos y 14 muertes, la tasa ha descendido a 63 y 1,51. Es casi el mismo nivel que a principios de año.
Lo que llama la atención en los tres países europeos que se encuentran entre los más infectados en este momento -en el grupo de 37 países que más se han vacunado, por supuesto- es el fuerte repunte de las últimas semanas, atribuido principalmente a la promoción de la variante Delta, que no ha provocado un aumento comparable de las muertes.
En Chipre, el número de casos pasó de 58 en junio a 901 esta semana, pero la tasa de mortalidad pasó de cero a 0,96, frente al 4,02 de enero, con menos casos — y sin vacuna. En Gran Bretaña, el número de infecciones aumentó de 30 en mayo a 429 ahora, pero la tasa de mortalidad solo subió de 0,16 a 0,38, frente a una tasa de 18,46 en el peor de los casos. En España, donde el pico de infecciones fue más reciente, de 69 en junio a 315 ahora, el descenso de las muertes no se ha detenido: el total del fin de semana fue de 0,28, mucho menos que los 10 diarios de febrero.
Los datos de Israel indican que el número de casos ha aumentado en ese país, pero la tasa de mortalidad prácticamente no ha variado. Según los datos recopilados por el gobierno, la eficacia de Pfizer/BioNTech entre mayo y junio disminuyó en 30 puntos porcentuales en la prevención de los casos sintomáticos -es decir, antes y después de que Delta se convirtiera en dominante-, pasando del 94,3% al 64%, lo que significa que muchas personas vacunadas que antes no estaban infectadas ahora lo están. Sin embargo, la eficacia en la prevención de las hospitalizaciones solo se redujo en cinco puntos porcentuales durante ese periodo, del 98,2% al 93%.
Con un particular giro en su discurso, Boris Johnson anunció que a partir del 19 de julio, no se renovará la ley que obliga a los ingleses a utilizar barbijos y mantener distanciamiento social y el Reino Unido entrará en una etapa de “aprender a convivir con la pandemia“.
Boris aseguró que los controles legales serán reemplazados por “responsabilidad personal” cuando el país pase a la etapa final de su hoja de ruta para levantar el bloqueo. Eso está programado para el 19 de julio, aunque Johnson dijo que la decisión final llegaría el 12 de julio, ya que los alcaldes laboristas de las principales ciudades del país exigen que se mantengan las medidas.
El cambio significará que las personas pueden deshacerse de las mascarillas después de meses de cubrirse la cara de manera forzosa, y solo se seguirán recomendando en algunos espacios cerrados como el transporte público, aunque no serán obligatorios.
La eliminación de las reglas de distanciamiento social, por su parte, permitirá que los restaurantes, bares y clubes nocturnos vuelvan a abrir por primera vez en 16 meses de manera legal. Los clientes ya no tendrán que escanear una aplicación de teléfono para proporcionar sus datos de contacto al ingresar a un lugar, como venía siendo hasta ahora en algunas zonas como Londres.
El gobierno también dejará de recomendar de manera oficial que las personas trabajen desde su casa, dejando a los empleadores libres para volver a pedir que los trabajadores vuelvan a las oficinas.
“Quiero enfatizar que esta pandemia está lejos de terminar“, dijo Boris este lunes, pero aseguró que “debemos reconciliarnos, lamentablemente, con más casos de COVID“, poniendo énfasis a que el virus SARS-CoV-2 tiene que empezar a tratarse como el resto de las enfermedades infecciosas, cuidándose pero no poniendo en jaque las libertades.
Y aclaró: “si no podemos reabrir nuestra sociedad en las próximas semanas, cuando nos ayude la llegada del verano y las vacaciones escolares, entonces debemos preguntarnos ¿Cuándo podremos regresar a la normalidad?“
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