El Partido Republicano de Estados Unidos logra la mayoría en la Cámara de Representantes, lo que supone un arrebato a los demócratas y la capacidad de dificultar sustancialmente la agenda legislativa del presidente, Joe Biden, en los próximos dos años.
Con 218 escaños, el partido se asegura la mayoría en la cámara. Este resultado se obtiene con una pérdida acumulada de 9 escaños por parte del Partido Demócrata, los cuales se sumaron a su contraparte.
La Cámara de Representantes desempeña un papel protagonista en la actividad legislativa de EE.UU., especialmente en todo lo que respecta a política fiscal y gasto público, de manera que un presidente que no cuente con su apoyo siempre tiene mayores dificultades para desplegar su agenda política.
El presidente sabe, sin embargo, que pase lo que pase en la Cámara de Representantes, contará con el apoyo del Senado, en el que los demócratas no sólo han logrado conservar la mayoría, sino que además les han arrebatado un escaño a los republicanos en el estado clave de Pensilvania.