El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel, Herzi Halevi, ha declarado este lunes que en horas de la mañana los militares israelíes «han lanzado una operación ofensiva proactiva», impactando contra blancos de Hezbolá mientras se preparan «para las siguientes fases».
«Estamos atacando la infraestructura de combate que Hezbolá llevaba los últimos 20 años construyendo. Esto es muy significativo», expresó Halevi desde el centro de operaciones subterráneo de las FDI. «En última instancia, todo se centra en crear las condiciones para que los residentes del norte [de Israel] regresen a sus hogares», resumió.
Sin embargo, los hogares de los libaneses parecen pasar a segundo plano para el Gobierno israelí, que justifica su destrucción a modo de daños colaterales por el bien de la seguridad nacional.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, directamente instó a los civiles del Líbano a que abandonen sus hogares que las FDI marquen como blancos para sus ataques.
Así, al asegurar que la guerra de Israel no es contra el pueblo libanés, sino contra Hezbolá, Netanyahu dejó claro que deben irse si quieren seguir con vida.
«Por favor, salgan del peligro ahora. Una vez que nuestra operación haya terminado, pueden regresar a salvo a sus hogares», declaró.
«Durante demasiado tiempo, Hezbolá los ha utilizado como escudos humanos. Colocó cohetes en sus salones y misiles en sus garajes. Esos cohetes y misiles apuntan directamente a nuestras ciudades, directamente a nuestros ciudadanos», afirmó el primer ministro israelí, justificando la necesidad de «eliminar estas armas».