Caracas. – «Es un órgano de narcotráfico el que está en realidad en poder en Venezuela!» fue la cruda revelación que hizo este viernes el embajador de Estados Unidos ante la OEA, Thomas R. Hastings, durante la presentación del informe realizado por la CIDH.
Durante su intervención, el embajador estadounidense no solo reiteró la preocupación de su país por la alarmante situación de violaciones a los derechos humanos en Venezuela, también destacó el reconocimiento a Edmundo González Urrutia como el presidente legítimamente electo.
Las palabras del representante de la administración Trump ante la OEA, se produjeron en el marco de la lectura que los países miembros del organismo dieron al informe elaborado por la CIDH sobre las violaciones a los Derechos Humanos, cometidos por la Narcotiranía que dirige Nicolás Maduro luego de las elecciones presidenciales en julio de 2024.
La intervención de Hastings fue considerada una de las más contundentes por medios y portales digitales. Para el embajador estadounidense no hay dudas, que el gobierno de su país considera que quienes detentan el poder en Venezuela, son principalmente actores del narcotráfico.
Hastings citó el secretario de Estado de la nueva administración estadounidense, Marco Rubio, para basarse en los informes que este ha dado sobre la Narcotiranía Venezolana, manifestando al respecto que “es un órgano de narcotráfico el que está en realidad en poder en Venezuela, contrariamente a todo lo que prometieron a la hora de las elecciones”.
Asimismo, reiteró que es González Urrutia quien debería en realidad detentar el poder en estos momentos. “Nosotros sabemos que Edmundo González Urrutia ganó la mayoría de los votos y es él quien debería ser reconocido como el legítimo presidente de Venezuela”, aseveró.
En este sentido, acusó a Maduro de demostrar «una desatención, por no decir una falta total de respeto para lo que es el derecho de la ley”, mientras que denunciaba que “la voz del de los venezolanos no ha sido atendida y el desmantelamiento de las instituciones democráticas en ese país va de la mano con abusos flagrantes de los derechos humanos como lo vemos en El Helicoide”.