En los casi tres meses de conflicto en Sudán, la ONU ha reportado, por lo menos, 21 incidentes de violencia sexual contra 57 mujeres y niñas en total.
Altos funcionarios de las Naciones Unidas han expresado su conmoción por el aumento de la violencia sexual contra mujeres y niñas en Sudán, ya que los combates en el país se extienden a casi tres meses.
El miércoles, la oficina de derechos humanos de la ONU en Sudán recibió informes creíbles de 21 incidentes de violencia sexual relacionada con el conflicto contra al menos 57 mujeres y niñas desde que estalló el conflicto el pasado 15 de abril, según una declaración conjunta de las agencias de la ONU. “En un caso, hasta 20 mujeres fueron violadas en el mismo ataque“, dijo el comunicado.
Los jefes de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH), la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el organismo de la ONU dedicado a la salud sexual y reproductiva (UNFPA), ONU Mujeres y la Organización Mundial de la Salud (OMS), pidieron el fin inmediato de la violencia, incluida la violencia sexual como táctica de guerra para aterrorizar a las personas.
Además, exigieron que se investigaran con prontitud, exhaustividad, imparcialidad e independencia todas las presuntas violaciones y abusos graves de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario, con vistas a que los perpetradores rindan cuentas.
También, hicieron hincapié en que todas las partes deben respetar sus obligaciones en virtud del derecho internacional de proteger a los civiles, incluidas las mujeres y las niñas, lo que incluye permitir el paso seguro para que los heridos sobrevivientes accedan a la atención médica necesaria.
Los jefes de las agencias de la ONU también destacaron la necesidad de ampliar rápidamente los servicios de prevención y respuesta a la violencia de género en Sudán, así como en los países vecinos, donde quienes huyen de la violencia han buscado seguridad como refugiados, para satisfacer las crecientes necesidades.
Volker Türk, secretario general del ACNUDH, dijo que “estamos recibiendo informes impactantes de violencia sexual contra mujeres y niñas, incluida la violación. Y después de tanta crueldad y brutalidad, las mujeres y las niñas se quedan con poco o ningún apoyo médico y psicosocial”. “Debe haber tolerancia cero para la violencia sexual”, añadió.
Martin Griffiths, secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios y coordinador del Socorro de Emergencia, por su parte, dijo que es “inconcebible” que las mujeres y los niños cuyas vidas han sido trastocadas por la guerra “estén siendo aún más traumatizados de esta manera”. “Lo que estamos presenciando en Sudán no es solo una crisis humanitaria; es una crisis de la humanidad“.
“Lo que estamos viendo una vez más es un aumento de la horrible violencia sexual en tiempos de crisis. Es una violación generalizada, pero con demasiada frecuencia oculta, de los derechos humanos, que puede tener impactos físicos y mentales devastadores a largo plazo en los sobrevivientes”, señaló Catherine Russell, directora ejecutiva de UNICEF; quién también agregó que “es fundamental diseñar planes de prevención y respuesta que pongan las necesidades de las mujeres, las niñas y todos los sobrevivientes en el centro“.
Incluso antes de que Sudán se viera afectado por la guerra, más de 3 millones de mujeres y niñas en el país corrían el riesgo de sufrir violencia de género, según estimaciones de la ONU. Esta cifra ha aumentado desde entonces a un estimado de 4,2 millones de personas, confirmaron las agencias de la ONU.
El conflicto entre el Ejército de Sudán y las Fuerzas de Apoyo Rápido ha provocado la muerte de casi 3.000 personas, ha obligado a millones a abandonar sus hogares y emigrar, y ha exacerbado la ya grave crisis humanitaria.
En este contexto, los civiles, quienes han visto pocos avances hacia la paz en su país, se encuentran desprovistos de agua, alimentos, electricidad y medicamentos. “Las necesidades sanitarias de la población son elevadas, el acceso a la atención sanitaria sigue siendo muy difícil y las condiciones creadas por el conflicto en Sudán aumentan el riesgo de que las epidemias se propaguen y maten“, dijo Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
La OMS ha verificado 50 ataques contra la atención sanitaria, incluidos 32 incidentes que afectaron a instalaciones, y 10 muertes y 21 lesiones entre trabajadores de la salud y pacientes.
Adicionalmente, ACNUR instó el martes a las facciones en conflicto a que permitan el paso seguro de los civiles, después de que se confirmara que 28 refugiados acogidos fueron asesinados en Jartum.
“ACNUR está consternado y expresa sus más profundas condolencias a las familias afectadas. Estamos trabajando para ayudar a localizar a familiares y víctimas y proporcionar apoyo psicosocial y de otro tipo”, confirmaron desde la agencia.
Mamadou Dian Balde, director regional de ACNUR, dijo que “una vez más los refugiados y otros civiles son las víctimas inocentes de esta trágica guerra… Todos deben respetar el derecho internacional humanitario y las normas de derechos humanos y dar prioridad a la seguridad y el bienestar de las comunidades afectadas, incluidos los refugiados”.