Los países vecinos de China y otros más alejados se están preparando con cautela ante la apertura pospandemia de China, que ya ha provocado que Japón y Taiwán anunciaran que exigirán pruebas PCR a los viajeros procedentes del gigante asiático.
Las autoridades chinas indicaron el pasado lunes que a partir del 8 de enero no exigirán hacer cuarentena a aquellos que entren al país, lo que se prevé que anime a muchos chinos a viajar al extranjero tras vivir casi tres años entre restricciones severas.
Aunque el turismo chino supone un revulsivo para otras economías, algunos países vecinos temen la llegada de turistas contagiados de la covid-19.
La fecha decidida para la apertura está relacionada con los días de vacaciones que tienen en China por el Año Nuevo Chino, que en 2023 será el 22 de enero (del 21 al 27 de enero son los días festivos). El Consejo de Estado busca así una reactivación del turismo, tanto interno como emisor.
El problema es que los casos de covid-19 se han disparado en el país en las últimas semanas y en muchas ciudades chinas las infecciones si cuentan por miles con una sobrecarga en los hospitales que están al límite de carga de trabajo.
Hasta el momento, paises como Italia y Estados Unidos ya exigirán pruebas de covid a todas las personas que provengan de China.