El día de hoy, la Unión Europea adoptó el octavo paquete de sanciones contra Rusia, según indica un comunicado publicado en la página oficial de la Comisión Europea.
«Este paquete introduce nuevas prohibiciones de importación de la UE por valor de 7.000 millones de euros para frenar los ingresos de Rusia», además de restricciones a la exportación de «componentes y tecnología clave» utilizados por el Ejército y la industria rusa.
Las restricciones adicionales a la importación incluyen, entre otras, vetar productos de acero acabados y semiacabados rusos, así como «maquinaria y electrodomésticos, plásticos, vehículos, textiles, calzado, cuero, cerámica, ciertos productos químicos y joyas que no sean de oro».
Además, en la lista se añadió el carbón coquizable, utilizado en las plantas industriales rusas, componentes electrónicos específicos utilizados para la fabricación de armas rusas, «elementos técnicos utilizados en el sector de la aviación, así como ciertos productos químicos» y armas pequeñas.
Cabe destacar que estas medidas sientan las bases legales para limitar el precio del petróleo ruso. Según el comunicado, la prohibición de la Unión Europea sobre las importaciones del crudo ruso por vía marítima «se mantiene en su totalidad», mientras que «el límite de precio, una vez implementado, permitiría a los operadores europeos emprender y apoyar el transporte de petróleo ruso a terceros países», siempre y cuando su coste «se mantenga por debajo de un ‘límite’ preestablecido».