A pesar de haberse aprobado la vacuna contra el coronavirus, los números siguen en ascenso, y en Latinoamérica, las políticas radicales para evitar su propagación vuelven a intensificarse. Los gobiernos de la región se han dado la tarea de violar los derechos al libre tránsito y a la libertad de asociación para tratar de reducir el número de contagios en la región, medida que, hasta el momento, no ha mostrado ser exitosa en ninguno de los países en los que se ha aplicado.
Debido a estas cifras de crecimiento en cuanto a la cantidad de personas contagiadas, Colombia ha decidido cerrar la frontera con Venezuela y así ralentizar el impacto de posibles infestados del país vecino, “hemos tenido comunicaciones con las autoridades del estado de Táchira para informar que la llegada a la línea de frontera no está permitida, tampoco está permitida la movilidad de migrantes venezolanos a pie o en transportes irregulares” declaró la secretaría de fronteras y cooperación internacional de Colombia.
Es importante destacar que un número importante de migrantes venezolanos utilizan los caminos irregulares para pasar al lado colombiano de la frontera. Se estima que alrededor de 1millón de venezolanos se encuentran en una situación migratoria irregular dentro del país y no existe una cifra veraz que indique cuantos venezolanos diariamente huyen del país por las trochas.