El presidente de EE. UU., Donald Trump, volvió a incluir a Cuba en la lista de Estados que patrocinan el terrorismo. De este modo, anula la decisión que había tomado la semana pasada su antecesor, Joe Biden, de revocar dicha designación, entre sus últimos actos de política exterior como inquilino de la Casa Blanca.
Esta medida es una de varias que el recién posesionado mandatario ha tomado en sus primeras horas en el cargo, relacionadas con órdenes y acciones de Biden que había considerado él dañinas, y de las cuales ha comenzado a deshacerse a través de una serie de órdenes ejecutivas firmadas el mismo día de su investidura.
De acuerdo con la Casa Blanca, esta y las demás rescisiones iniciales adoptadas tienen como propósito dejar sin validez «prácticas profundamente impopulares» de la anterior administración, para poner en marcha políticas que permitan a EE. UU. «reparar» sus instituciones y volver a ser una nación «unida, justa, segura y próspera».
Cabe recordar que el gobierno saliente de Joe Biden había sacado a Cuba de la ya mencionada denominación el pasado 14 de enero, tras considerar que La Habana no había apoyado al terrorismo internacional «durante el período anterior de seis meses» y brindaba garantías suficientes de que no lo haría en el futuro.
Ya en ese momento, los medios internacionales dijeron que el retiro de la lista podría ser anulado con Trump en el poder, debido a que su secretario de Estado, Marco Rubio, ha sido siempre favorable a las más duras sanciones contra la isla.
Es necesario recordar que Cuba fue calificada por Washington como «Estado patrocinador del terrorismo» en enero de 2021, en una de las últimas acciones de Trump antes de concluir su primer mandato. Antes, estuvo en la lista entre 1982 y 2015.