Arabia Saudita comunicó a EE. UU. que no volverá a negociar relaciones diplomáticas con Israel a menos que se reconozca un Estado palestino independiente en las fronteras de 1967, según informó este miércoles el Ministerio de Asuntos Exteriores del país árabe.
«La postura del Reino de Arabia Saudita siempre ha sido firme sobre la cuestión palestina y la necesidad de que el hermano pueblo palestino obtenga sus derechos legítimos. El Reino ha comunicado su firme posición a la administración estadounidense de que no habrá relaciones diplomáticas con Israel hasta que se reconozca un Estado palestino independiente», detalla el texto.
En este sentido, agrega que el Estado debe contar «con Jerusalén Este como capital» e Israel debe poner «fin de la agresión en la Franja de Gaza», retirando, además, «todas las fuerzas de ocupación de la Franja de Gaza».
La institución también reiteró su llamamiento a los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU para que «aceleren el reconocimiento del Estado palestino con el fin de alcanzar una paz completa y justa para todos».
Previamente, el portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, que se encontraba de visita en el país árabe, afirmó el martes que la Administración del presidente Joe Biden había recibido información positiva de que Riad y Tel Aviv están dispuestos a continuar las conversaciones para normalizar sus relaciones.
Arabia Saudita congeló las negociaciones sobre el asunto, impulsadas por Washington, en octubre del año pasado tras el inicio de la guerra en el enclave palestino.
Las autoridades de Arabia Saudí han informado de una nueva ejecución de un preso condenado a muerte y que, según la ONG Amnistía Internacional, eleva a cien el balance provisional de penas capitales aplicadas en lo que va de año.
Empero, en un escenario donde el gobierno saudí informa periódicamente de estos casos a través de medios oficiales, entre ellos la agencia de noticia SPA, las organizaciones temen que la cifra real de las ejecuciones sea mayor.
Cabe recordar que tan solo en el año 2022 el Gobierno Saudí ya mató a 196 reclusos, un dato sin precedentes en las últimas tres décadas.
En este contexto, la responsable de Amnistía Internacional para Oriente Próximo, Heba Morayef, ha lamentado que Arabia Saudí haya superado ya el centenar de ejecuciones pese a las «reiteradas promesas» de limitar el uso de este castigo.
Esta «implacable» ola de ejecuciones genera también «serios temores» de que las autoridades saudíes apliquen la pena capital sobre presos que actualmente están en el corredor de la muerte y cometieron sus delitos cuando eran menores de edad, ha advertido Morayef en un comunicado.
En este sentido, Amnistía ha recordado que dictar condena de muerte a cargos relacionados por drogas y la ejecución de delincuentes menores viola el Derecho Internacional.
No obstante, lo que más preocupa es que Arabia Saudí utiliza este tipo de castigos en una amplia gama de delitos, como lo demuestra el hecho de que en julio un tribunal condenó a muerte a un hombre por publicaciones críticas en redes sociales.
Arabia Saudita y Siria acordaron reabrir sus embajadas luego de 11 años de la ruptura de relaciones diplomáticas. La reapertura tendría lugar después de Eid al-Fitr, una celebración musulmana que marca el final del mes sagrado de Ramadán.
Siria y Arabia Saudita acordaron reabrir sus embajadas después de cortar las relaciones diplomáticas hace más de una década, un paso que marcaría un salto adelante en el regreso de Damasco a la Liga Árabe y en la normalización de las relaciones de Siria con sus vecinos.
Evidentemente, los contactos entre Riad y Damasco han cobrado impulso tras un acuerdo histórico entre Arabia Saudita e Irán, un aliado clave del presidente sirio, quienes acordaron restablecer sus relaciones diplomáticas y reabrir embajadas y consulados en sus respectivos territorios.
El restablecimiento de los lazos entre Riad y Damasco marcaría el desarrollo más significativo hasta ahora en los movimientos de los estados árabes para normalizar los lazos con Bashar al-Assad, presidente de Siria, quien fue rechazado y criticado severamente por muchos estados occidentales y árabes después de que comenzó la guerra civil de Siria entre finales de 2011 y principios de 2012.
Adicionalmente, Siria fue suspendida de la Liga Árabe en 2011 en respuesta a la brutal represión de al-Assad contra los manifestantes.
Los dos gobiernos se están “preparando para reabrir embajadas después de Eid al-Fitr“, una fiesta musulmana en la segunda quincena de abril que marca el final del mes sagrado de Ramadán. Según fuente citadas por Reuters, la decisión habría sido el resultado de conversaciones en Arabia Saudita con un alto funcionario de inteligencia sirio.
Según fuentes diplomáticas saudíes, el alto funcionario de inteligencia sirio “se quedó durante días” en Riad y llegó a un acuerdo para reabrir las embajadas “muy pronto”. Una de las fuentes regionales identificó al funcionario sirio como Hussam Louqa, quien encabeza el comité de inteligencia de su país, y dijo que las conversaciones incluyeron, además, la seguridad en la frontera de Siria con Jordania y el contrabando de captagon, una anfetamina para la cual hay un próspero mercado en el golfo.
Aunque no se confirmó oficialmente, se ha difundido en medios internacionales que Maher al-Assad, hermano del presidente sirio y jefe de la temida Cuarta División Blindada, visitó Arabia Saudita a principios de esta semana y recibió las condiciones del reino para la normalización.
Un funcionario sirio, que habló bajo condición de anonimato, dijo a Middle East Eye que la situación estaba avanzando hacia la normalización. “El acuerdo saudí con Irán es definitivamente otro obstáculo fuera del camino de un mayor compromiso. Arabia Saudita es un estado árabe central“, señaló.
El ministro de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita dijo a principios de este mes que un mayor compromiso con Siria podría allanar el camino para el regreso de Damasco a la Liga Árabe durante la próxima cumbre del bloque, planificada para abril de este año. “Es necesario un compromiso para abordar estas preocupaciones. Y eso bien puede llevar eventualmente a Siria a regresar a la Liga Árabe”, aseguró el príncipe Faisal bin Farhan al-Saud.
Estados Unidos y varios de sus aliados regionales, incluidos Arabia Saudita y Qatar, habían respaldado a algunos de los rebeldes sirios en su esfuerzo por derrocar a al-Assad. No obstante, el presidente sirio, con la ayuda de Irán y Rusia, ha sido exitosos en derrotar a la insurgencia en la mayor parte de Siria.
Debido a la fuerte represión y a la brutalidad del gobierno de al-Assad durante el conflicto, que ha sido acusado de utilizar armas químicas contra su propia población, Estados Unidos se opone a los movimientos de los países regionales para normalizar los lazos con el actual presidente sirio.
No obstante ello, en una muestra de autonomía nacional, los países del golfo están iniciando procesos que culminarán en las normalizaciones con al-Assad. En particular, Emiratos Árabes Unidos, socio estratégico de Estados Unidos, es el país que está liderado el camino en de dicho proceso.
La semana pasada, el presidente sirio, acompañado de su esposa, visitó los Emiratos, lo cual supone la segunda visita del al-Assad al Golfo en menos de dos meses, puesto que el mes pasado se dirige a Omán.
Los medios estatales mostraron cómo el presidente de los Emiratos, Mohammed bin Zayed al-Nahyan, recibió al presidente sirio en su llegada a Abu Dhabi, cuyo avión fue, además, recibido por aviones de combate emiratíes.
“Mantuvimos conversaciones constructivas destinadas a desarrollar las relaciones entre nuestros dos países“, dijo más tarde el jeque Mohammed en una publicación en su cuenta oficial de Twitter. “Nuestras discusiones también exploraron formas de mejorar la cooperación para acelerar la estabilidad y el progreso en Siria y la región“.
Los Emiratos Árabes Unidos reabrieron su embajada en Damasco en 2018, argumentando que los países árabes necesitan más presencia si verdaderamente quieren resolver el conflicto sirio.
A raíz de los dos terremotos masivos en Turquía que mataron a más de 6.000 personas en la vecina Siria el 6 de febrero, un avión saudí que transportaba ayuda aterrizó el mes pasado en el aeropuerto de Alepo con alimentos y equipo médico, el primer vuelo de este tipo en 11 años.
Funcionarios saudíes en el aeropuerto dijeron en ese momento que la operación “se llevó a cabo por orden directa del rey Salman bin Abdulaziz de Arabia Saudita y el príncipe heredero Mohammed bin Salman”.
Irán y Arabia Saudita, históricos rivales regionales, han acordado reanudar sus relaciones diplomáticas y reabrir las embajadas dentro de dos meses gracias a la mediación de Beijing.
Sin la participación del gobierno de Estados Unidos, país que está lidiando con un malestar interno por su involucramiento en la guerra en Ucrania, China logró un acuerdo histórico entre los dos rivales históricos de Medio Oriente, Irán y Arabia Saudita, dos naciones cuyas relaciones habían estado empeorado progresivamente desde la Revolución Islámica de 1979 en Irán.
El régimen chiíta con sede en Teherán y el reinado sunita con sede en Riad, dejaron de lado sus diferencias políticas, económicas y religiosas y acordaron esteviernes restablecer relaciones diplomáticas plenas y reabrir sus embajadas en un período de dos meses.
Las embajadas habían sido retiradas siete años atrás cuando la hostilidad entre las naciones se volvió irreversible, lo cual generó un fuerte terremoto contra la estabilidad y la seguridad en el Golfo, y contribuyó en profundizar los conflictos en el Oriente Medio.
El acuerdo fue anunciado después de cuatro días de conversaciones previamente no reveladas en Beijing, sede de este tratado histórico que reunió altos funcionarios de seguridad de las dos potencias rivales, la árabe y la persa.
Teherán y Riad alcanzaron un acuerdo “que incluye reanudar las relaciones diplomáticas entre ambos y reabrir sus embajadas y misiones diplomáticas dentro de un periodo que no exceda los dos meses”, según se lee un comunicado conjunto emitido por Irán, Arabia Saudita y China.
“El acuerdo incluye su afirmación del respeto a la soberanía de los estados y la no injerencia en los asuntos internos“, incluyó el mismo. Un punto extremadamente importante ya que ambas naciones estaban en pleno conflicto intentado imponer su agenda sobre la otra en el resto de los países de la región.
Además, en el acuerdo, que fue firmado por el principal funcionario de seguridad de Irán, Ali Shamkhani, y el asesor de seguridad nacional de Arabia Saudita, Musaad bin Mohammed al-Aiban, se decidió reactivar un acuerdo de cooperación de seguridad que había sido firmado en 2001, así como otro pacto anterior sobre comercio, economía e inversión.
“También acordaron implementar el Acuerdo de Cooperación en Seguridad entre ellos, que se firmó el (…) 17/4/2001, y el Acuerdo General de Cooperación en los Campos de la Economía, el Comercio, la Inversión, la Tecnología, la Ciencia, la Cultura, el Deporte y la Juventud, que se firmó el (…) 27/5/1998“, agregó la declaración trilateral.
Riad, Teherán y Beijing “expresaron su entusiasmo por ejercer todos los esfuerzos para mejorar la paz y la seguridad regionales e internacionales”, continuó el comunicado conjunto.
Los medios estatales iraníes publicaron imágenes y videos de Ali Shamkhani, secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, con el asesor de seguridad nacional saudí, Musaad binMohammed al-Aiban, y Wang Yi, el canciller y diplomático de más alto rango de China.
“Después de implementar la decisión, los ministros de Relaciones Exteriores de ambas naciones se reunirán para prepararse para un intercambio de embajadores“, aseguró la televisión estatal iraní.
En las imágenes transmitidas por los medios iraníes, Wang ofreció “felicitaciones de todo corazón” por la “sabiduría” de los dos países. “Ambas partes han mostrado sinceridad“, señaló, agregando que “China apoya plenamente este acuerdo“.
Como mediador de “buena fe” y “confiable”, China ha cumplido fielmente sus deberes como anfitrión del diálogo, y ha logrado poner a las dos naciones de su lado al mismo tiempo, algo que Estados Unidos intentó por décadas pero desde 1979 no podía.
Adicionalmente, el máximo diplomático de China describió el acuerdo como una victoria para el diálogo y la paz, y agregó que Beijing continuará desempeñando un papel constructivo para abordar los difíciles problemas globales.
La agencia estatal de noticias iraní IRNA citó a Shamkhani calificando las conversaciones en Beijing como “claras, transparentes, integrales y constructivas”, y ya comenzó la fuerte propaganda en los medios persas para convencer a la población que su enemigo jurado, Arabia Saudita, ahora no es tan malo.
“Eliminar los malentendidos y los puntos de vista orientados al futuro en las relaciones entre Teherán y Riad definitivamente conducirá a mejorar la estabilidad y la seguridad regionales, así como a aumentar la cooperación entre las naciones del Golfo Pérsico y el mundo del Islam para manejar los desafíos actuales“, dijo Shamkhani.
Externamente, el gobierno demócrata intentó mantener la compostura, y esta mañana tras el anuncio, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca dijo que Estados Unidos está al tanto de los informes de que Irán y Arabia Saudita han reanudado las relaciones diplomáticas y dan la “bienvenida” a las nuevas relaciones bilaterales.
“En términos generales, damos la bienvenida a cualquier esfuerzo para ayudar a poner fin a la guerra en Yemen y reducir las tensiones en la región de Medio Oriente“, dijo el portavoz a la agencia de noticias Reuters. “La desescalada y la diplomacia junto con la disuasión son pilares clave de la política que el presidente Biden describió durante su visita a la región el año pasado“.
No obstante, el hecho de no participar en las negociaciones para alcanzar un acuerdo histórico de este tipo ha dejado muy preocupado al gobierno de Estados Unidos, cuyos lazos estratégicos de larga data con Arabia Saudita se han tensado bajo la administraciónde Biden, quien criticó fuertemente durante su campaña electoral al reino saudí por su participación en la muerte del periodista Jamal Khashoggi, la guerra en Yemen y, más recientemente, los lazos con Rusia y el recorte de la producción de petróleo de la OPEP+ en busca de aumentar los precios del crudo. En contraste, los crecientes lazos de Arabia Saudita con China se destacaron por la visita de alto perfil del presidente Xi Jinping hace tres meses.
El presidente iraní, Ebrahim Raisi, visitó Beijing el mes pasado, y el dictador chino, Xi Jinping, estuvo en Riad en diciembre para asistir a reuniones con naciones árabes del Golfo, las cuales resultaron cruciales para el suministro de energía de China. Cabe recordar que China es uno de los principales compradores de petróleo saudí.
Un alto funcionario de seguridad iraní dijo que el acuerdo del viernes había sido respaldado por el líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei. “Es por eso que Shamkhani viajó a China como representante del líder supremo“, dijo el funcionario a Reuters. “El establishment quería demostrar que la máxima autoridad en Irán respaldó esta decisión“.
El ministro de Relaciones Exteriores iraní, Hossein Amirabdollahian, aseguró que la normalización de las relaciones ofrece grandes perspectivas para ambos países y para Oriente Medio, insinuando nuevos pasos.
“La política de vecindad, como eje clave de la política exterior del gobierno iraní, se está moviendo fuertemente en la dirección correcta y el aparato diplomático está activamente detrás de la preparación de más pasos regionales“, tuiteó Amirabdollahian.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita, el príncipe Faisal bin Farhan Al Saud, dijo en enero que se estaban haciendo progresos para poner fin al conflicto de Yemen.
En respuesta al anuncio del viernes, el ministro de Relaciones Exteriores de Omán, Badr Albusaidi, dijo en Twitter que la reanudación de las relaciones diplomáticas entre Arabia Saudita e Irán era un “ganar-ganar para todos y beneficiará la seguridad regional y global”.
Omán e Irak organizaron conversaciones entre Irán y Arabia Saudita en 2021 y 2022. En la declaración trilateral desarrollada después de las conversaciones entre Irán, Arabia Saudita y China, “las partes saudita e iraní expresaron su aprecio y gratitud a la República de Irak y al Sultanato de Omán por organizar rondas de diálogo que tuvieron lugar entre ambas partes durante los años 2021-2022“.
“Las dos partes también expresaron su aprecio y gratitud al liderazgo y al gobierno de la República Popular China por acoger y patrocinar las conversaciones, y los esfuerzos que realizó para su éxito“, agregó el comunicado.
La Guerra “Fría” entre Irán y Arabia Saudita
Queda por ver qué impacto tendrá este acuerdo en la Guerra en Yemen, los enfrentamientos en Irak ySiria, las elecciones en el Líbano, el acuerdo nuclear con Estados Unidos y la situación entre Palestina e Israel, todos puntos de conflicto entre Arabia Saudita e Irán que los habían visto en veredas opuestas durante las últimas dos décadas.
Un alto funcionario iraní dijo que abordar las tensiones con Arabia Saudita se había convertido en una prioridad para Teherán en los últimos meses y ayudaría a resolver las conversaciones de larga data sobre el programa nuclear de Irán. “Alentará a Occidente a llegar a un acuerdo nuclear con Irán“, dijo el funcionario a Reuters.
La guerra fría existe hace casi dos décadas, pero Arabia Saudita rompió lazos con Teherán de manera definitiva en 2016 después de que un grupo de manifestantes iraníes invadieron y atacaran la embajada saudí en Teherán y el consulado saudí en Mashhad. Esto ocurrió luego de que Arabia Saudita ejecutara al clérigo Nimr al-Nimr, un prominente erudito musulmán chiíta, por “desobediencia civil” luego de que este propusiera la sedición y rebelión contra el gobierno de Riad.
Además, Irán, de mayoría chiíta, y Arabia Saudita, de mayoría sunita, apoyan a bandos rivales en varias zonas de conflicto en todo Medio Oriente, entre ellos Yemen y Siria.
En los últimos años, se lanzaron acusaciones cruzadas entre ambos países de atacar infraestructura crítica dentro de sus respectivos territorios. Arabia Saudita ha culpado a Irán por los ataques con misiles y vehículos aéreos no tripulados contra las instalaciones petroleras del reino en 2019, así como por los ataques contra petroleros en aguas del Golfo.
El movimiento Houthi, aliado de Irán y que controla la capital de Yemen desde septiembre de 2014, también ha llevado a cabo ataques transfronterizos con misiles y drones contra Arabia Saudita, que lidera una coalición árabe que lucha contra los hutíes.
Adnan Tabatabai, CEO del Centro de Investigación Aplicada en Asociación con Oriente, un grupo de expertos con sede en Alemania, dijo a Al Jazeera que China tiene un gran interés en no ver la situación de seguridad regional “caer en el caos”, como ocurrió en 2019, “cuando las vías fluviales del Estrecho de Ormuz fueron los sitios de diferentes explosiones y ataques“, lo cual generó una importante caída en el comercio chino.
“Hay intereses inherentes para que los chinos intenten usar la influencia que tienen hacia Teherán y Riad para hacer algunos esfuerzos para equilibrar estas relaciones y finalizar lo que los iraquíes y los omaníes habían comenzado“, dijo Tabatabai.
Joe Biden, ha prometido que habrá «consecuencias» para Arabia Saudí por la decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados, liderados por Rusia, de reducir y ajustar a la baja la producción de crudo.
Así, el presidente estadounidense ha alertado que esto es una muestra clara de «ruptura» en la relación entre las partes, lo que obliga a Washington a «revisar» la situación tras acusar a Riad de alinearse con Moscú en el marco de las consecuencias energéticas derivadas de la invasión rusa de Ucrania.
Por esto ha puntualizado que EE. UU. valorará la posibilidad de tomar medidas de represalia contra Arabia Saudí después de que los diputados demócratas así lo sugiriesen.
En concreto, ha dicho que «Habrá algunas consecuencias por lo que han hecho con Rusia», ha aseverado Biden en una entrevista concedida a la cadena de televisión CNN, si bien no ha especificado de qué medidas podría tratarse. «Lo tengo en mente».
Una mujer de Arabia Saudita ha sido sentenciada a casi medio siglo de prisión por compartir sus opiniones en línea, informó una organización de derechos humanos .
Nourah bint Saeed al-Qahtani fue sentenciada a 45 años de prisión en agosto por la División de Apelaciones del Tribunal Penal Especializado de Arabia Saudita, según Democracy for the Arab World Now (DAWN), que citó documentos judiciales.
La mujer, cuya edad se desconoce, fue sentenciada por “romper el tejido social en el Reino” al criticar a los gobernantes saudíes y por “producir y almacenar materiales que inciden en el orden público y los valores religiosos”.
La sentencia también afirmó que ella había “violado el orden público al usar las redes sociales” en virtud de la Ley contra el Terrorismo y la Ley contra los Delitos Cibernéticos. No está claro qué había publicado exactamente el ciudadano saudí en línea.
La sentencia de Al-Qahtani se produce pocas semanas después de que la estudiante de doctorado de la Universidad de Leeds, Salma al-Shehab, fuera sentenciada a 34 años de prisión por cargos similares relacionados con su cuenta de Twitter, según Human Rights Watch .
“Solo unas semanas después de la impactante sentencia de 34 años de Salma al-Shehab de este mes, la sentencia de 45 años de al-Qahtani, aparentemente por simplemente twittear sus opiniones, muestra cuán envalentonadas se sienten las autoridades saudíes para castigar incluso las críticas más leves de sus ciudadanos”, dijo. Abdullah Alaoudh, director de investigación para la Región del Golfo en DAWN.
Al presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, se le ha cuestionado en diversas oportunidades sobre su salud debido a varios episodios que ha tenido públicamente.
Entre otras cosas, a Biden se le ha olvidado los temas que está abordando, al bajar de algunos escenarios no sabe en que dirección ir, y se le ha visto perdido en diversas oportunidades.
La televisora pública de Arabia Saudita se ha tomado de estos hechos para hacer una parodia en donde se muestra al actor interpretando a Biden repitiendo estos comportamientos, con el agregado que quien interpreta a su vicepresidente, Kamala Harris, lo guía para que no se desvíe del tema ni se equivoque.
«Muchas gracias. Hoy vamos a hablar sobre la crisis en España….vamos a hablar sobre la crisis en África…..sí, Rusia, y quiero hablar del presidente de Rusia (pausa prolongada) sí, Putin, Putin,» son las primeras palabras de quien interpreta al presidente.
«Tengo un importante mensaje para tí,» continúa antes de quedarse dormido frente a las cámaras y referirse como Primera Dama a Harris.
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