EE. UU. advierte de un Pekín «cada vez más coercitivo» tras incidentes en el mar con Filipinas

El Gobierno de EE. UU. ha condenado este lunes la embestida efectuada en la víspera por un barco chino contra un buque de las autoridades de Filipinas mientras navegaba cerca de la isla Thitu, en el mar de la China Meridional, y ha advertido de que las acciones del gigante asiático en este asunto son «cada vez más coercitivas».

«EE. UU. condena la embestida y el uso de cañones de agua por parte de China el 12 de octubre contra un buque de la Oficina de Pesca y Recursos Acuáticos de Filipinas cerca de la isla Thitu, en el mar de la China Meridional», ha señalado en un comunicado el portavoz adjunto del Departamento de Estado, Tommy Pigott.

Pigott ha acusado a Pekín de llevar a cabo acciones «cada vez más coercitivas» en el marco de sus «amplias» reivindicaciones territoriales y marítimas en el mar de China Meridional, que limita con China y Filipinas, entre otros países del Sudeste Asiático.

Estas «peligrosas» actuaciones, ha indicado, «siguen socavando la estabilidad regional y contradicen sus compromisos previos de resolver las disputas de forma pacífica».

Así, ha reiterado el apoyo de Washington a Manila, entendiendo que el Tratado de Defensa Mutua entre ambos incluye cualquier ataque armado «contra las Fuerzas Armadas, los buques públicos o las aeronaves filipinas, incluidos los de su Guardia Costera, en cualquier lugar del mar de la China Meridional».

Pekín, como ha ocurrido en ocasiones previas, ha asegurado que «la responsabilidad recae enteramente en la parte filipina», según el comunicado de la Guardia Costera china. Tres barcos filipinos, según su relato, se aproximaron a los buques patrulla chinos y uno de ellos en particular fue el que provocó la colisión.

Cabe señalar que las aguas en disputa están atravesadas por rutas marítimas vitales para el comercio mundial, y sus fondos marinos podrían contener reservas de petróleo y gas. Pekín ha tomado medidas reiteradas contra los buques filipinos, a los que acusa de entrar en aguas que reclama como suyas.

Pakistán y Afganistán cruzan nuevos reproches tras los recientes combates en la frontera común

Las autoridades de Pakistán y Afganistán han protagonizado durante las últimas horas un nuevo cruce de reproches al hilo de los recientes combates en la frontera y la represión de una protesta por parte de un partido fundamentalista que intentaba marchar hacia la capital, Islamabad, en un nuevo repunte de las tensiones bilaterales a pesar de los llamamientos regionales a la calma para evitar un conflicto a gran escala.

El portavoz de los talibanes y viceministro de Información de Afganistán, Zabihulá Muyahid, ha presentado sus condolencias a los muertos por la intervención de las fuerzas de seguridad paquistaníes durante una manifestación el lunes por parte del Partido Tehrik-e-Labaik (TLP) en la capital de Pakistán, mensaje en el que ha incidido en que se trataba de «una protesta leal».

«El Ejército paquistaní respondió abriendo fuego y atacando a los manifestantes, lo que causó un número significativo de víctimas y pérdidas financieras entre la población civil», ha manifestado en un comunicado en su cuenta en la red social X, donde ha dicho que Kabul está «profundamente entristecido y muy afectado por esta violencia y la trágica pérdida de vidas entre civiles inocentes».

«Pedimos al Gobierno paquistaní y a sus autoridades que cesen cualquier nuevo acto de violencia contra su pueblo y que busquen soluciones a través del diálogo y los entendimientos mutuos», ha sostenido Muyahid, quien ha trasladado sus condolencias a los familiares de las víctimas y ha deseado una pronta recuperación a los heridos.

En respuesta, el Ministerio de Exteriores de Pakistán ha criticado las declaraciones del «portavoz del régimen talibán» sobre «asuntos internos de Pakistán», en lo que supone un giro en la retórica, ya que hasta ahora Islamabad se refería a las autoridades instauradas por los fundamentalistas en agosto de 2021 como «el gobierno interino afgano».

«Recomendamos firmemente al portavoz afgano que priorice asuntos relativos a Afganistán y que evite hacer comentarios sobre asuntos que están fuera de su jurisdicción», ha dicho en un comunicado en X en el que ha resaltado que «el principio de no interferencia en asuntos de otros países debe ser respetado, en línea con las normas diplomáticas internacionales».

En este sentido, ha hecho hincapié en que «Pakistán no necesita consejos externos sobre sus asuntos internos» y ha agregado que Islamabad «espera que el régimen talibán se ciña a sus obligaciones y promesas a la comunidad internacional» durante el proceso que derivó en un acuerdo de paz con EE. UU. en febrero de 2020, incluido que su territorio no sea usado por grupos terroristas.

«El régimen talibán no debe permitir que su territorio se utilice para actos de terrorismo contra otros países. Además, debe centrarse en la formación de un gobierno inclusivo y verdaderamente representativo, en lugar de dedicarse a la propaganda infundada», ha zanjado el Ministerio de Exteriores de Pakistán.

EE. UU. y Japón practicarán el despliegue del sistema de misiles de alcance medio Typhon

La Fuerza Terrestre de Autodefensa de Japón y el Cuerpo de Marines de EE. UU. llevarán a cabo en septiembre ejercicios de fuego real a gran escala en la base militar de Iwakuni, en la nación insular, según ha reportado el medio Kyodo.

Según el medio, se trata del primer despliegue del sistema de fuego estratégico de alcance medio (SMRF), también conocido como sistema de misiles Typhon, el cual es un sistema puede equiparse con misiles de crucero Tomahawk de largo alcance y/o misiles Standart-6 (SM-6), y que cuenta con un alcance máximo de 2.400 kilómetros (con misiles de crucero Tomahawk) y de 500 kilómetros (con misiles SM-6).

En abril del año pasado, el Ejército estadounidense desplegó el sistema Typhon en Filipinas, como parte del ejercicio militar conjunto Salaknib-24. El alcance de los misiles Typhon cubre casi la totalidad del mar de China Meridional, la isla de Taiwán e incluso parte del territorio continental de China.

Trump espera poder reunirse con Kim Jong Un este mismo año y plantea una cumbre intercoreana

El presidente de EE. UU., Donald Trump, ha expresado este lunes su deseo de reunirse con el dictador de Corea del Norte, Kim Jong Un, antes de que concluya el presente año y ha apelado además a la celebración de una cumbre entre los líderes norcoreanos y de Corea del Sur.

«Espero reunirme con Kim Jong Un en un futuro, cuando sea apropiado (…). Me gustaría verle este año», ha afirmado Trump durante un acto con medios de comunicación en la Casa Blanca en el que también ha estado presente el presidente surcoreano, Lee Jae Myung.

«Sí. Queremos que haya un encuentro. Yo quiero que haya una reunión. Me llevo muy bien con él», ha añadido en referencia a Kim, de quien ha destacado que en su último cara a cara incluso celebraron una rueda de prensa que Trump ha calificado de «histórica». «No creo que haya dado más ruedas de prensa desde entonces», ha argüido.

En este sentido, Trump ha destacado que tiene una «muy buena relación» con Kim. «Yo le comprendo. Paso mucho tiempo libre con él, hablando de cosas de las que se supone que no deberíamos hablar. Me llevo muy bien con él», ha resaltado.

Trump ha destacado que Kim «no quería reunirse con el expresidente Biden, (pero) querrá reunirse conmigo, así que voy a intentarlo (…). Es bueno llevarse bien con Kim Jong Un y es bueno llevarse bien con todo el mundo, incluido el presidente Lee».

Sobre un encuentro Lee-Kim, Trump ha dicho que «no sabe» si lo habrá. «Puede que lo haya, puede que no. Les gustaría que estuviera yo. Les he dicho que deberían arreglarlo. Es entre vosotros, no con nosotros», ha argumentado.

Washington y Seúl inician nuevos ejercicios militares a gran escala ante las quejas de Pyongyang

EE. UU. y Corea del Sur han iniciado este lunes sus segundos ejercicios anuales a gran escala, que desde Corea del Norte ya advirtieron hace unos días de que son una «provocación» ante la cual se reservan su derecho a la «autodefensa».

Cabe señalar que, conocidos como Escudo Libertad Ulchi, estas maniobras se prolongarán durante once días y contará con hasta 21.000 soldados desplegados, de los cuales 18.000 son surcoreanos, además de la movilización de unos 580.000 civiles durante cuatro días.

Las maniobras incluyen simulacros de defensa civil ante la posibilidad de ataques con drones, así como ciberataques, según recoge la agencia Yonhap.

Se trata de los segundos ejercicios militares de estas características después de los accidentados de marzo, en los que dos aviones de combate surcoreanos lanzaron ocho bombas sobre una zona civil, dejando ocho personas heridas, teniendo que paralizar aquellas maniobras durante algunos días.

Si bien desde Washington y Seúl han reiterado que son ejercicios de carácter defensivo, desde Pyongyang se consideran que forman parte del interés de su vecino y su principal de aliado de ahondar en una «confrontación militar» en la península.

En este sentido, la semana pasada, el ministro de Defensa de Corea del Norte, No Kwang Chol, advirtió de que responderían a estas «provocaciones» para preservar su seguridad.

Filipinas lanza un fuerte mensaje a China por aguas en disputa

El presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos Jr., afirmó este lunes que su país sería inevitablemente arrastrado «a patadas y gritos» a cualquier guerra en torno a Taiwán, debido a su proximidad geográfica y a la presencia de una numerosa comunidad de trabajadores filipinos en la isla autogobernada que China considera parte irrenunciable de su territorio nacional.

En una rueda de prensa, Marcos insistió en que la Guardia Costera, la Armada y otros buques filipinos defenderán los intereses territoriales del país en el mar de la China Meridional y en que no retrocederán frente a acciones hostiles.

Cabe señalar que el comentario se dio después de que este lunes la Guardia Costera china ejecutara maniobras de bloqueo y utilizara potentes cañones de agua para intentar expulsar a embarcaciones filipinas del disputado bajo de Masinloc.

Asimismo, China ya había expresado su protesta la semana pasada y acusó a Marcos de inmiscuirse en sus asuntos internos y de violar la política de ‘Una sola China’, al declarar en la India que Filipinas no podría mantenerse al margen en un eventual conflicto por Taiwán, a causa de su ubicación geográfica y de la presencia de unos 200.000 trabajadores filipinos en esa isla.

En respuesta, el Ministerio de Exteriores chino instó a Manila a «abstenerse de jugar con fuego» en temas que afectan a los intereses centrales de Pekín y a acatar estrictamente la política de ‘Una sola China’.

No obstante, Marcos se mostró desconcertado ante la advertencia. «No sé de qué están hablando, ¿Jugar con fuego? Solo estaba exponiendo los hechos», dijo, añadiendo que, aunque Filipinas no busca el conflicto, un eventual estallido bélico en torno a Taiwán tendría repercusiones inevitables para su país.

«No queremos ir a la guerra, pero creo que si hay una guerra por Taiwán, nos arrastrarán, nos meterán en ese lío, nos guste o no […] Espero que esto no ocurra, pero si pasa, ya tenemos que planearlo», advirtió.

En este marco, el presidente cerró su intervención asegurando que Manila no dará marcha atrás en la defensa de sus derechos soberanos.

«Lo que va a pasar es que seguiremos presentes, seguiremos defendiendo nuestro territorio y seguiremos ejerciendo nuestros derechos soberanos, y pese a cualquier oposición, de quien sea, seguiremos haciéndolo como lo hemos hecho en los últimos tres años», sentenció.

Trump anuncia la imposición de un arancel del 15% a los productos surcoreanos

El presidente de EE. UU., Donald Trump, ha anunciado este miércoles que ha alcanzado un acuerdo comercial con Corea del Sur por el que impondrá un arancel del 15% a los productos importados desde este país, que aceptará inversiones estadounidenses por valor de USD$ 350.000 millones.

«Hemos acordado un arancel del 15% para Corea del Sur. A EE. UU. no se le aplicará ningún arancel», ha asegurado en su red Truth Social, agregando que el país asiático «estará completamente abierto al comercio con EE. UU. y que aceptará productos estadounidenses, incluidos automóviles y camiones, productos agrícolas, etcétera».

El acuerdo que ha llegado con Seúl incluye además inversiones valoradas en USD$ 350.000 millones en EE. UU. en sectores que, según ha señalado, serán «seleccionados por mí mismo, como presidente».

Asimismo, el jefe de la Casa Blanca ha declarado que «Corea del Sur comprará USD$ 100.000 millones en GNL (gas natural licuado) u otros productos energéticos».

En este sentido, Trump ha reiterado que el Gobierno surcoreano ha «acordado invertir una gran suma de dinero para sus fines de inversión», un monto que se precisará «en las próximas dos semanas» cuando está previsto que su homólogo surcoreano, Lee Jae Myung, al que ha felicitado por su elección al cargo a principios de junio, visite la Casa Blanca.

El arancel del 15% para Corea del Sur es la culminación de meses de negociaciones y ayuda a Seúl, el sexto socio comercial más importante de EE. UU., a evitar un gravamen del 25% que debía entrar en vigor este 1 de agosto.

Trump sitúa entre el 20% y el 25% el nuevo arancel para India si no hay acuerdo comercial

El presidente de EE. UU., Donald Trump, ha afirmado este martes que pretende imponer un arancel de entre el 20% y el 25% a los productos importados desde India, a días para que expire la fecha límite y entren en vigor nuevos gravámenes en caso de falta de acuerdo comercial.

«Creo que sí», ha respondido al ser preguntado a bordo del avión presidencial por un arancel de esa horquilla para Nueva Delhi, en unas declaraciones en las que ha alegado que «India ha sido un buen amigo, pero ha aplicado básicamente más aranceles que casi cualquier otro país».

«Simplemente, no se puede hacer eso», ha agregado de regreso a EE. UU. al término de su visita a Escocia.

Cabe señalar que Trump ha pronunciado estas palabras antes de que este viernes, 01 de agosto, entren en vigor los denominados aranceles recíprocos para decenas de socios comerciales, un aumento que anunció a principios de abril, si bien posteriormente decidió suspenderlos.

Líderes de Camboya y Tailandia llegan a Malasia y acuerdan un alto el fuego

El primer ministro interino de Tailandia, Phumtham Wechayachai, arribó este lunes a la capital malasia, Kuala Lumpur, para reunirse con su homólogo camboyano, Hun Manet, con la finalidad de dar inicio a las negociaciones de paz.

«El objetivo de esta reunión es lograr un alto el fuego inmediato, comenzado por el presidente [de EE. UU.] Donald Trump y acordado por los primeros ministros de Camboya y Tailandia», anunció la Oficina del primer ministro camboyano, añadiendo que el encuentro contará con la participación de un representante chino.

En la jornada, han llegado a un acuerdo de alto el fuego, tras varios días de enfrentamientos armados en la frontera común, en un marco en el que se ha contado con la participación de representantes de EE. UU. y China.

El primer ministro malasio, Anwar Ibrahim, anunció que el avance diplomático se produjo tras las conversaciones mantenidas por el primer ministro interino de Tailandia, Phumtham Wechayachai, y el jefe del Gobierno de Camboya, Hun Manet.

Por su parte, el primer ministro de Camboya, señaló que el cese el fuego representa «un paso importante para reducir las tensiones y restablecer la paz y la seguridad».

Además, indicó que en la «fructífera reunión» con Wechayachai también se acordó «organizar una reunión no oficial a nivel de comandantes militares de división» de las partes tailandesa y camboyana a las 07:00 (hora local) de este martes, así como «seguir organizando reuniones con las fuerzas militares afiliadas y subordinadas, lideradas por el presidente de la ASEAN, si ambas partes así lo acuerdan».

Trump habla directamente con los líderes de Tailandia y Camboya para negociar un alto el fuego

El presidente de EE. UU., Donald Trump, ha anunciado este sábado que ha mantenido conversaciones telefónicas con el primer ministro en funciones de Tailandia, Phumtham Wechayachai, y el primer ministro de Camboya, Hun Manet, para intentar alcanzar un alto el fuego tras un recrudecimiento del conflicto en la frontera entre ambos países.

Ambos jefes de Gobierno, ha añadido Trump, mantendrán «inmediatamente» una reunión para «resolver un alto el fuego y la paz, en último término». Para ello, Trump ha usado las actuales negociaciones comerciales en curso como herramienta de presión:

«Resulta que, por coincidencia, actualmente estamos haciendo negocios con ambos países, pero no queremos hacer ningún trato con ninguno de ellos si están peleados, y así se lo he dicho», ha asegurado en una cadena de mensajes publicados en su cuenta de su plataforma Truth Social.

El presidente estadounidense ha asegurado que ambos dirigentes le han comunicado su voluntad de alcanzar un cese de hostilidades. «Tras hablar con ambas partes, el alto el fuego, la paz y la prosperidad parecen seguras, (pero) pronto lo veremos», ha manifestado.

«Ha sido un honor tratar con ambos países. Tienen una larga y rica historia y cultura. Esperamos que se lleven bien durante muchos años. Cuando todo esté resuelto y la paz esté al alcance de la mano, espero con interés concluir nuestros acuerdos comerciales con ambos», ha añadido el mandatario.

Cabe señalar que los enfrentamientos, que han dejado más de una decena de muertos y más de 130.000 desplazados en la frontera, estallaron horas después de que Tailandia anunciara una reducción de sus lazos diplomáticos con Camboya tras denunciar que cinco soldados resultaron heridos a causa de la explosión de una mina antipersona en la provincia limítrofe de Ubon Ratchathani (este), un hecho del que Nom Pen ha dado igualmente una versión diferente, después de meses de tensiones.

Las relaciones entre las partes se habían deteriorado después de que el pasado 28 de mayo un soldado camboyano muriera a manos de las fuerzas tailandesas en las proximidades de Preah Vihear, situado en una zona en disputa entre los dos países, sin que los contactos desde entonces para reducir las tensiones hayan llegado a buen puerto.