El ministro de Defensa norcoreano, Kang Sun-naml, resaltó que el problema de la península coreana no puede resolverse mediante negociaciones, a menos que EE.UU. cambie radicalmente su política. Además, mencionó que solo la fuerza física mantiene la región fuera de un conflicto nuclear.
Sun-naml ha expresado sus palabras a traves de discurso leído por el agregado de Defensa de la Embajada norcoreana en la XI Conferencia de Moscú sobre Seguridad Internacional, según informa Tass.
Según el ministro, no habrá forma de resolver ningún problema mediante el diálogo o la negociación «hasta que EE.UU. reconozca el colapso completo de su política hostil» hacia Pionyang y «renuncie irreversiblemente a su línea de confrontación militar».
En este sentido, subrayó que las acciones de EE.UU. y de sus aliados están convirtiendo la península coreana en «un campo potencial de batalla nuclear» y que el único y preciso método para prevenirla consiste en «poseer fuerzas de disuasión militar».
Asimismo, dudó que Washington pueda sinceramente proponer una suspensión de ejercicios conjuntos con Seúl, renuncie a desplegar medios estratégicos o reduzca su contingente militar en Corea del Sur.
Pero incluso en ese caso, sostuvo, Pionyang sería consciente de que la «intención agresiva y maliciosa» de EE.UU. de privar a su país de armas nucleares y desmoronar su sistema con fuerza militar «no puede cambiar ni una jota».
El ministro recordó que EE. UU. ha transferido a Corea del Sur enormes activos estratégicos nucleares, incluidos un submarino nuclear, un bombardero estratégico y un grupo de ataque de portaaviones de propulsión nuclear, al tiempo que ha realizado, una tras otra, las mayores maniobras militares conjuntas simulando una guerra total con el Norte a «una escala, intensidad y duración sin precedentes».
Por lo tanto, indicó Kang Sun-nam, «la cuestión no es si habrá una guerra nuclear en la península coreana, sino quién y cuándo la empezará».