El secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, y los ministros de Relaciones Exteriores de Japón, Hayashi Yoshimasa, y Corea del Sur, Park Jin, han condenado «enérgicamente» en un comunicado conjunto el lanzamiento de un misil balístico intercontinental (ICBM) por parte de Corea del Norte.
«Esto constituye una clara y flagrante violación de varias resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y representa una grave amenaza para la paz y la estabilidad en la península de Corea y más allá», reza el mencionado escrito.
«El lanzamiento de este ICBM ha amenazado la seguridad de la aviación civil y el tráfico marítimo en la región», continúa.
Así, Estados Unidos, Japón y Corea del Sur han instado a Corea del Norte a «cesar sus acciones ilegales y regresar rápidamente al diálogo», repudiando «la insistencia del régimen norcoreano en agravar el sufrimiento y los Derechos Humanos de su pueblo utilizando sus recursos limitados para financiar sus programas ilegales de misiles balísticos y nucleares».
Además, cabe destacar que los tres países han asegurado, además, que trabajarán junto a la ONU para que «las resoluciones del Consejo de Seguridad que imponen sanciones contra Corea del Norte se implementen en su totalidad».