EE. UU. ha detenido el intercambio de información de inteligencia con Ucrania, según ha declarado este miércoles el director de la CIA, John Ratcliffe, a Fox News. Una decisión que se tomó tras la pelea con Vladímir Zelenski en el Despacho Oval la semana pasada.
Ratcliffe valoró la medida como una «pausa en el frente militar, en el frente de inteligencia, para responsabilizar a todos de impulsar la paz en todo el mundo».
Anteriormente, el Financial Times informó de la suspensión del intercambio de inteligencia, señalando que la medida «podría obstaculizar seriamente la capacidad del Ejército ucraniano para atacar a las fuerzas rusas».
No obstante, Washington seguirá compartiendo información de inteligencia con sus aliados más cercanos, entre ellos el Reino Unido. Sin embargo, como publicó este mismo día el Daily Mail, EE. UU. ha prohibido a sus homólogos británicos suministrar cualquier información clasificada a Ucrania.
Cabe señalar que la medida sigue a la decisión de Washington de suspender todos los envíos militares a Ucrania, anunciada el martes, que afectaría a todos los equipos bélicos estadounidenses que todavía no han llegado a Ucrania.
Junto con el cese de los suministros militares y de inteligencia procedentes de EE. UU., los expertos señalan que Ucrania podría resistir el ritmo actual de combates durante algunas semanas o, tal vez, hasta principios del verano.
«El impacto será enorme. Yo lo llamaría ‘paralizante'», dijo Mark Cancian, asesor principal del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales. A su juicio, los verdaderos efectos del corte de la ayuda se sentirán en un plazo de 2 a 4 meses, ya que, por ahora, la asistencia europea permite que Ucrania siga en la lucha.