El Congreso francés continúa expandiendo la Ley Contra el Separatismo Islámico que impulsó Macron en diciembre del año pasado, junto a la prohibición del burka y a la enseñanza teocrática.
El pasado viernes 2 de abril, el Senado francés votó a favor de la prohibición que los padres le impongan a los menores de edad llevar cualquier signo religioso ostensible en el espacio público, así como toda vestimenta que signifique «denigrar» a la mujer.
Estas nuevas enmiendas expanden la llamada «Ley Contra el Separatismo Islámico», impulsada directamente por el presidente Emmanuel Macron, en su nueva campaña que comenzó el pasado 9 de diciembre para apaciguar los efectos de la cultura musulmana en Francia y evitar la fragmentación de la sociedad francesa.
Estas enmiendas fueron propuestas por el partido centro-derechista liberal Los Republicanos y recibieron el apoyo de los legisladores de Republique en Marche, partido de Macron, y de los conservadores que responden a Le Pen.
En el pasado ya han votado y aprobado la prohibición del burka en la vía pública ydel burkini (traje de baño que cubre todo el cuerpo con ornamentos religiosos)en las piletas públicas francesas.
Otra de las enmiendas votadas en los últimos meses ha sido la de prohibir la enseñanza del Islam como base del conocimiento en las escuelas y también se le ha prohibido a los padres llevar signos religiosos cuando buscan a sus hijos en las salidas del colegio.
Estas leyes también buscan reducir los conflictos entre la policía y los religiosos musulmanes que caminan por las calles tapando sus caras y con atuendos negros muy parecidos a los que usan los terroristas del ISIS o de Al Qaeda.
De esta manera, no será necesario que la Policía continúe frenando y pidiendo a las mujeres islámicas y a sus hijos que se levanten el velo que les tapa las caras.
Todo esto es producto directo de la masiva invasión inmigratoria que vienen realizando los árabes y africanos desde 2010, luego de que estallara la Primavera Árabe en Medio Oriente y en el Norte de África y miles de millones de personas sean desplazadas de sus hogares por las guerras civiles.
Macron ahora se arrepiente de haber apoyado la inmigración indiscriminada y masiva, y en el anuncio de la Ley del Separatismo Islámico asegura que está buscando terminar con una «organización metódica del Islam en Francia para crear un Estado paralelo».
La ley tiene como objetivo «reforzar la laicidad y consolidar los principios republicanos», según sus declaraciones.