Anti-Aborto: defendiendo la vida desde la razón

Por Nathan González, coordinador local de EsLibertad Venezuela.

Es innegable que los avances científicos en las áreas de genética y embriología nos han dejado sumamente claro un hecho, ¡La vida humana comienza desde la concepción! Por lo tanto, considero innecesario abordar la defensa de la vida humana desde la ciencia moderna, al menos en este artículo. Partiremos entonces desde la filosofía e intentaremos abordar algunos argumentos en contra del aborto.

Es de conocimiento público que el debate sobre el aborto es uno de los más polarizados y persistentes en la sociedad contemporánea. Hay aquellos que defienden el aborto centrandose en la autonomía de la mujer, sin embargo, tambien existimos quienes nos oponemos al aborto presentando una gran variedad de razones científicas y filosóficas. Como ya mencioné, en este caso enfatizaremos desde la filosofía, la moralidad y la dignidad inherente de la vida humana desde la concepción, explorando algunos de los argumentos más sólidos y bien fundamentados contra el aborto, analizando sus premisas y su estructura lógica.

La sociedad occidental ha llegado a grados tan aceptados de escepticismo religioso que, para el hombre moderno, suele ser un tanto anticuado y de poco valor afirmar que la vida humana, a diferencia de la vida del resto de los seres vivos, es especial de una forma que trasciende lo común, por lo cual posee alguna especie de conexión divina. Como consecuencia de esto se ha reemplazado ampliamente la influencia de Dios y los conceptos que de él se desprenden por nociones que pretendiendo gozar de cientificismo y lógica son trasladadas a la política para su puesta en práctica, dotando así de características religiosas a ideas e instituciones que influencian o rigen la vida del hombre moderno; por ejemplo: el hombre ha dejado de buscar a Dios en los cielos y ha comenzado a adorarlo en la forma del estado, dando así más valor al poder político y sus instituciones que a la fe y los principios morales.  

Esto conecta directamente con nuestro primer argumento: la santidad de la vida humana, cuya premisa postula que el aborto es inmoral porque viola el principio de la santidad de la vida humana. Este argumento sostiene que, desde la concepción, el embrión o feto es un ser humano con potencialidad completa de vida. Muchos filósofos y teólogos, como Tomás de Aquino, sostienen que la vida humana es sagrada desde su inicio debido a su naturaleza intrínseca y su capacidad para desarrollarse en una persona racional y moral. Aquino afirmaba lo siguiente: «La vida humana, siendo un don divino, debe ser protegida desde su inicio. Interrumpir deliberadamente ese proceso es una violación del orden natural y divino». La santidad de la vida humana ha sido, y continúa siendo, un principio moral fundamental en muchas tradiciones filosóficas y religiosas. Como podemos ver, este principio sostiene que toda vida humana tiene un valor intrínseco y no debe ser terminada arbitrariamente.

El concepto de la santidad de la vida está profundamente arraigado en la ética judeocristiana, que ha influido en gran parte de la filosofía moral occidental. Incluso desde una perspectiva secular, vale la pena citar a Immanuel Kant, quien afirmaba que: «Siendo un fin en sí mismo, cada ser humano es único y no puede ser sustituido por nada ni por nadie porque carece de equivalente. No posee un valor relativo, un precio, sino un valor intrínseco llamado ‘dignidad’». De esta forma, Kant argumenta que cada persona es única y valiosa por sí misma, y no puede ser comparada ni reemplazada por otra cosa o por otra persona. Esto se debe a que cada ser humano tiene un valor especial, por ello la vida humana debe ser respetada.

Peter Kreeft, filósofo católico y apologista, apela al imperativo categórico de Kant al presentar su argumento contra el aborto, utiliza un enfoque dialógico y filosófico empleando el conocido método socrático en su obra The Unaborted Socrates. Allí presenta la siguiente premisa: “la vida humana tiene valor intrínseco desde el momento de la concepción, y por lo tanto, el aborto es moralmente incorrecto”. Kreeft resalta que el embrión humano, desde la concepción, es un ser vivo con una naturaleza humana específica, y añade que, biológicamente, no hay un punto claro después de la concepción que marque un cambio en la esencia del ser humano y que las características fundamentales que definen lo que es un ser humano están presentes desde la concepción, aunque no completamente desarrolladas.

En contraposición, algunos autores, como el afamado escritor de Liberación animal, Peter Singer, argumentan que el feto no posee conciencia ni una vida independiente y, por lo tanto, no puede ser considerado un ser humano con pleno derecho. Sin embargo, desde el argumento de la santidad de la vida, debemos contraatacar diciendo que la potencialidad de desarrollar estas características es suficiente para conferir valor moral y que, por lo tanto, dicho argumento no es válido para definir si el no nacido tiene o no derecho a vivir.

En sintonía, corresponde presentar el segundo argumento. El principio de no maleficencia. Este principio, ampliamente aceptado en la ética médica, sostiene que los seres humanos tienen la obligación moral de evitar causar daño a otros. El aborto, al terminar con una vida potencial, es un acto que causa daño directo al feto.Siguiendo esta lógica, si  el aborto es un acto que causa un daño irreversible no podemos justificar tomar una acción que destruya una vida humana, independientemente del estado de desarrollo de esa vida.

El principio de no maleficencia es clave en la bioética y en la filosofía moral en general. Autores como Tom Beauchamp y James Childress (importantes filósofos y bioeticistas reconocidos por su contribución clave en el campo de la bioética, particularmente por su trabajo en el modelo de los principios) argumentan que la protección contra el daño es una obligación moral que debe prevalecer en la toma de decisiones éticas, particularmente en la medicina.

Hay quienes sostienen que, en situaciones donde la vida de la madre está en riesgo o donde la calidad de vida futura del niño sería extremadamente baja, el aborto podría ser moralmente justificable. Sin embargo, una sociedad justa debe buscar soluciones que respeten los derechos de todos los individuos implicados, especialmente los más vulnerables. Hadley Arkes destacaba que: «Si negamos el derecho a la vida del no nacido, socavamos la base misma de la justicia y la igualdad ante la ley». Cayendo así en una incoherencia moral y legal que excluye a los no nacidos de la protección de los derechos humanos, acción que debilita los fundamentos de una sociedad justa. Somos conscientes de que existen situaciones delicadas, pero incluso en este tipo de casos existen alternativas que no requieren la terminación de la vida, como la adopción o el uso de tecnologías médicas avanzadas para salvar ambas vidas.

Llegamos así al argumento final: el derecho a la vida, derecho fundamental que tiene toda persona a no ser privada de su vida arbitrariamente. Esto significa que a la vida del no nacido no puede ser subordinada a otros derechos, ya que el derecho a la vida es el derecho primario del cual dependen todos los demás, por lo que debe ser protegido incluso si esto implica restricciones a otros derechos, entre ellos, los derechos reproductivos de la madre. Además, el derecho a la vida es uno de los derechos más fundamentales y universalmente reconocidos en las teorías de derechos humanos y en la filosofía moral, por ende, se debe aceptar que el feto es un ser humano con derecho a la vida, y que este derecho debe ser protegido contra cualquier amenaza, incluida la terminación intencional del embarazo.

Todos conocemos la famosa “Declaración Universal de Derechos Humanos”, cabe preguntarse, ¿De qué forma podemos afirmar que dicha declaración y otros documentos internacionales que afirman que todos los seres humanos tienen derechos inalienables, entre ellos, el derecho a la vida, no aplican para los no nacidos? ¿Es esto coherente con el principio de igualdad y dignidad humana?

Cualquiera que dé un breve paseo por la filosofía del derecho encontrará que el derecho a la vida es un derecho fundamental, y como tal, no puede ser anulado sin una razón extremadamente poderosa y justificable. Dado que la vida es un bien primario sin el cual no pueden ejercerse otros derechos, el derecho a la vida del feto debe ser siempre prioritario.

John Locke, quien defendió la primacía del derecho a la vida como un pilar esencial para la construcción de una sociedad justa y equitativa, argumentó que la vida es un derecho inalienable otorgado por la naturaleza o por Dios, y que cualquier violación de este derecho es un acto de injusticia.

Los defensores del aborto podrían argumentar que el derecho a la vida del feto debe ser equilibrado con los derechos de la madre, incluida su autonomía y su derecho a decidir sobre su propio cuerpo. Sin embargo, hemos de señalar que la autonomía de uno no debería extenderse hasta el punto de negar el derecho a la vida de otro, especialmente cuando existen alternativas al aborto que respetan ambos.

Con todo lo expuesto aquí, puede llegar a ser alarmante la idea de que aquellos que defendemos la vida tengamos toda la razón, porque, aunque estos argumentos no están exentos de refutaciones y estamos muy lejos de encontrar algo parecido a una verdad absoluta, de ser cierto todo lo aquí expuesto, estaríamos hablando de un magnicidio silencioso que hemos permitido descaradamente tanto creyentes, como agnósticos y ateos por igual. Todo para satisfacer “supuestas necesidades” y beneficiar a muchas personas y corporaciones, tanto políticas como económicas, que lucran con el negocio del aborto y obtienen beneficios de todo tipo por promoverlo. En palabras de G.K. Chesterton: «Cuando se empieza a dejar de defender lo obvio, el desastre está a la vuelta de la esquina».

Milei reivindica a Argentina como «faro de las ideas de la libertad» en un discurso en la Bolsa de Nueva York

El presidente de Argentina, Javier Milei, ha defendido este lunes desde la Bolsa de Nueva York las reformas económicas y políticas aplicadas desde que llegó al poder para convertir a su país en el «faro de las ideas de la libertad».

«Argentina se está poniendo de pie, abrazando las ideas de la libertad. Estamos comprometidos en hacer el mejor gobierno de la historia. Estamos comprometidos en ser un faro de luz para las ideas de la libertad, para que todo el mundo deje de lado las ideas socialistas y vuelva a abrazar las ideas de la libertad, y estamos convencidos de que lo vamos a lograr», ha afirmado Milei en su discurso en el mayor mercado de valores del mundo.

En este sentido, ha asegurado que, cuando llegó al gobierno, «básicamente Argentina estaba al borde de lo que hubiera sido la peor crisis de su historia». «Sin embargo, nosotros nunca nos quejamos de la herencia, solo la describimos», ha aseverado.

Como receta ha reiterado su defensa del recorte del gasto. «No estoy dispuesto a sacrificar el déficit fiscal», ha subrayado antes de reconocer que «en condiciones normales, no habría presidentes liberales libertarios».

El mandatario argentino ha prometido además que su Gobierno va a «domar la inflación» y ha augurado que Luis Caputo «va a ser recordado como el mejor ministro de Economía de la historia».

En cualquier caso, ha defendido la necesidad de la permanencia «un poco más» del «cepo» a la compra de moneda extranjera, una de las medidas necesarias para fomentar la inversión y que más demandan desde los «mercados». «Vamos a liberar el cepo cuando la tasa de inflación sea cero», ha prometido.

También, Milei ha defendido la decisión de Argentina de no suscribir el Pacto por el Futuro 2045 por formar parte de «la agenda socialista» y ser heredero de la Agenda 2030.

La tecnología al servicio de la ética: un escudo digital contra la corrupción

«… es necesario recordar que es la libertad la condición que permite al ser humano desarrollarse plenamente en sociedad y que Blockchain puede ser —y está siendo— implementado para dar mayor control de asuntos privados a los individuos y restar poder al Estado»

Autor

Por Roymer Rivas, Coordinador Local senior de EsLibertad Venezuela y teórico del Creativismo Filosófico.

Vivimos en una época donde, en mayor o menor medida, la corrupción es tema de conversación de todos los días, ya que es un fenómeno que se manifiesta en varios campos de acción de los individuos en sociedad, un mal generalizado que desde tiempos inmemorables ha representado un problema a corregir en la sociedad; ya desde el antiguo Egipto, por ejemplo, se tienen los primeros registros de que la corrupción causaba estragos; en la época del gobierno del Faraón Horemheb (1323/1-1295/4 a. C), este fenómeno “debió convertirse en un problema importante dentro del aparato judicial”[1] al punto de que en documentos importantes se trataran de corregir los abusos que habían sufrido los ciudadanos por parte de los funcionarios públicos[2]; si bien, luego de este periodo se desatarían muchos escándalos de corrupción que quedarían grabados en los libros de historia[3].

No obstante, se pueden encontrar registros de actos corruptos desde antes; rastreando hasta la antigua Mesopotamia, por ejemplo, Carlos Alberto Brioschi cuenta que “en el año 1500 a.C., establecer un trato económico con un poderoso no era distinto de otras transacciones sociales y comerciales y era una vía reconocida para establecer relaciones pacíficas”[4], y así podemos pasar por Roma, toda Europa, Asia, y demás países en el mundo en distintas etapas de la historia —incluso en la Biblia se ven actos de corrupción y se condena[5]—. Esto ilustra que la corrupción corre en paralelo con el ser humano en su historia; no obstante, es necesario aclarar que esto no se debe a que la especie humana esté conformada por seres perversos desde su nacimiento, inclinado siempre hacia el mal, sino porque, dadas las circunstancias, después de un cálculo subjetivo, decide qué acciones emprender que aumentarán sus probabilidades de éxito para alcanzar su objetivo, y si estima que el acto corrupto es lo que le servirá —y está dispuesto a asumir los riesgos que eso implica—, lo hará[6]. Por ello, no es tanto un asunto del ser humano per sé, sino de las circunstancias y los incentivos que el mismo crea al momento de tomar una decisión.

De esto se desprende que, si se quiere luchar contra la corrupción, que no es más que la alteración del proceso establecido, del deber ser, se deben modificar las circunstancias creando un marco institucional lo suficientemente fuerte como para generar una tendencia contraria —contrapeso— a las causas que dieron fuerza a las personas para que incurrieran en actos corruptos[7]. Empero, llegados a este punto surge una pregunta: ¿Cómo se puede crear ese marco institucional que servirá de contrapeso en la sociedad para que disminuyan los casos de corrupción? A priori, quien pretenda responder la pregunta debe reconocer que se necesita tiempo, pues uno de los elementos que conforman la esencia de las instituciones sociales es el tiempo prolongado en el que ciertas conductas comienzan a repetirse hasta calar en todo el corpus de la sociedad y enmarcar las acciones que llevan a cabo sus actores[8].

Ahora bien, también es cierto que en esta era digital y de información, la tecnología avanza demasiado rápido y, junto con ella, la cultura de la sociedad[9], por lo que estimo que la misma puede aprovecharse para acortar el tiempo de espera en la reinstitucionalización del sistema y, lo que es mejor, sin ningún tipo de coacción, pues hoy día los jóvenes —que son quienes determinarán las instituciones del mañana— adoptan la tecnología como parte de sí, al punto de que se convierten en marcadores de tendencia dentro de esta sociedad dominada por la tecnología de la información y la comunicación, de manera que representan un potencial “experimento de cambio social”[10].

Por ello, la tecnología, más que presentarse como una herramienta capaz de prevenir la corrupción, es útil para revolucionar la administración pública y mejorar su eficiencia, que es una de los escenarios donde el fenómeno se presenta con mayor frecuencia[11]. Si bien, también surge la pregunta: ¿Cómo ayuda la tecnología a mejorar la eficiencia? Y la respuesta es simple: (i) automatiza los procesos y, por tanto, disminuye la cantidad de manos porosas por las que generalmente pasan los recursos; (ii) puede ayudar a digitalizar los servicios, que unido a lo primero repercute en menos tiempo de trabajo y mayor acceso de la ciudadanía —que les ayudaría a auditar el mismo—; (iii) se optimizan los sistemas y la rendición de cuentas. Estas tres cosas juntas sin duda contribuyen a minimizar las oportunidades de malversar fondos en la provisión de beneficios sociales, licitaciones públicas o inversiones en infraestructura, por lo que (iv) otro beneficio sería respetar los derechos de cada ciudadano[12]. En este escenario, una de las tecnologías que está dando mucho de qué hablar —para bien— y puede servir en la lucha contra la corrupción es nada más y nada menos que Blockchain. Veamos de qué se trata y cómo puede usarse para crear instituciones más sólidas en busca de una mejor sociedad.

Blockchain definido

Blockchain o “cadena de bloques” —en español—, se dio a conocer por ser la tecnología detrás de las criptomonedas, siendo la más conocida de estas el Bitcoin (BTC). Esto ha llevado a que muchos piensen que su única función es soportar las transacciones de las monedas digitales, pero se equivocan en gran manera, las criptomonedas son solo la punta del Iceberg, esta tecnología es mucho más que eso.

En principio, como su nombre lo indica, Blockchain es una “cadena de bloques” de información descentralizada y de acceso público. Algunos dicen que es una especie de libro contable digital que se reparte entre todos los miembros de la comunidad que la usan, pero esta concepción es limitada, pues parece restringir su aplicación solo al ámbito financiero-comercial, y lo cierto es que, al fungir como “un registro de información”, puede servir para campos más allá de lo comercial, como el jurídico, por ejemplo[13]. Por ello, prefiero decir que Blockchain, más que un libro contable, es una especie de libro de datos digital donde quedan registradas las transacciones que se realicen con ella, independientemente de cuales sean. ¿Cómo funciona Blockchain?

Blockchain, funcionamiento y características

Groso modo, cada transacción, dato o conjunto de datos de registra en un “bloque”, una vez lleno de información, éste bloque se conecta a la cadena de bloques que le precedieron, generando una cadena. Cabe mencionar que cada bloque genera un código irrepetible —conocido como hash— que le identifica y que le permite conectar con el siguiente bloque, por lo que uno de los datos que almacena un bloque es el hash del bloque anterior —para poder conectarse a él, es el punto de entrada— y el hash que le identifica a sí mismo —que será el punto de conexión para nuevos bloques—[14]. El hash es al bloque lo que la huella digital es al ser humano. De esta manera, la integridad de los datos es salvaguardada y se evitan transacciones fraudulentas que puedan alterar su estabilidad y veracidad.

Además, como ya se mencionó, los datos de la cadena están repartidos entre todos los “centros” o “nodos” que se encuentran trabajando en la red, lo cual se traduce en que la verificación de los datos que se están almacenando y los ya almacenados se verifican por consenso colectivo, un proceso que sigue una serie de reglas que los participantes deben cumplir para participar en el consentimiento[15]. Así, también, los bloques se registran cuando la mayoría verifica la información —al mínimo error, se reinicia el proceso y ambos bloques, tanto el veraz como el alterado, se registran en la red pública de transacciones, por lo cual queda registro del intento de alteración de datos o, si gusta más, corrupción—.

De allí que las características de Blockchain sean: (i) descentralización, porque no hay un solo órgano director recibiendo, almacenando, verificando y enviando datos; (ii) inmutabilidad, porque es extremadamente difícil, por no decir imposible, que estos datos puedan alterarse en beneficio de algunos y detrimento de otros; (iii) inclusividad, ya que cualquiera puede ingresar a la cadena de bloques, independientemente de su sexo, religión, ideas políticas, entre otros; (iv) transparencia, porque cualquier cambio en la red será registrado y puesto al servicio del público; y (iv) consenso, porque todos los miembros de la red participan activamente en los procesos de la misma. Ergo, Blockchain potencia la transparencia y la participación ciudadana en procesos que hasta ahora se caracterizan por estar llenos de regulaciones complejas y trámites engorrosos que dan paso a abusos de poder y sobornos, y éstos —transparencia e integración del ciudadano— son dos elementos claves para forjar instituciones sólidas en la sociedad[16].

Blockchain y sus ventajas en la lucha contra la corrupción

Habiendo explicado lo anterior, se puede observar que Blockchain cumple con todas las características que enmarcan las buenas acciones en la lucha contra la corrupción, al mismo tiempo que daría paso al aumento de la confianza en las acciones que realiza el Estado, la seguridad y la eficiencia. El impacto, de hecho, se extiende en todos los niveles de la sociedad, eliminando las brechas que separan a los funcionarios públicos —sobre todo con quienes están en la cúpula— y el ciudadano común. Tan solo piense en lo siguiente: si vemos todo el proceso del fenómeno de la corrupción como algo que está presente en una cadena de suministros, donde en principio solo los “encargados” saben qué pasa, Blockchain llega para transformarlo y eliminar los intermediarios y los encargados, automatizando el proceso y, de facto, eliminando la posibilidad de malversar fondos o alterar los datos —corrupción—, mejorando su eficiencia, independientemente de qué y cómo sea lo que se “fabrica” en esa cadena de suministros.

De este modo, todos serían capaces de participar activamente en la cadena, conociendo qué se hace con el producto —datos, dinero u otros recursos—, cómo se hace, donde, cuando y por qué —auditoria ciudadana—; alterando un poco la frase del cofundador de la red de Ethereum, Vitalik Buterin, “mientras que la mayoría de las tecnologías tienden a automatizar a los trabajadores de la periferia haciendo tareas domésticas, el Blockchain automatiza el centro. En lugar de dejar al ciudadano sin trabajo, el Blockchain deja a los encargados de administrar los fondos sin trabajo y permite a los ciudadanos trabajar y hacer seguimiento directo a los recursos”[17].

Con esto en mente, podemos ahora responder la siguiente pregunta: ¿Cómo puede ayudar Blockchain en la práctica, con hechos, a prevenir y luchar contra la corrupción?

Blockchain: propuestas para un mundo con menos corrupción

Las posibilidades del uso de Blockchain en el ámbito público y privado están solo limitadas por la imaginación del ser humano; por ello, lo siguiente son solo ideas generales que pueden servir de guía para el desarrollo de programas fundamentados en Blockchain en busca de ser implementas en la lucha contra la corrupción:

  • Existe la posibilidad de que el sistema de gastos se ejecute a través de Smart Contracts[18] o “contratos inteligentes” —en español—, así se automatizan los pagos del sector público en ciertas áreas si se cumplen ciertos parámetros establecidos. Un ejemplo puede ser a la hora de cancelar la nómina: los funcionarios podrían completar su trabajo, registrar su tiempo y cobrar automáticamente mediante una función de contrato inteligente si su trabajo supera un control de calidad predeterminado. También, en caso de que se necesite bajar recursos a algún funcionario, por razones cuales sean, se pueden establecer ciertos parámetros a cumplir para que estos recursos puedan desbloquearse y ser entregados a quien corresponda —algo que quedará registrado y se podrá hacer seguimiento del funcionario—. Todo esto puede servir para gestionar las prestaciones de planes sociales.
  • El Estado podría verificar las identidades del funcionario o demás agentes con los que realice transacciones y realizar un seguimiento de estos registros, así también los ciudadanos pueden hacer seguimiento de proveedores, compromisos y transacciones financieras, como de los calendarios y los resultados obtenidos.
  • Todos los registros públicos, en cuanto a identidad y títulos de propiedad —así como las transacciones que se realicen en base a ello— pueden gestionarse en la base de datos de la Blockchain, eliminando la intervención humana y empoderando a los usuarios en el uso de algo tan valioso como es la identidad y sus pertenencias.
  • Si bien, la corrupción no solo abarca lo financiero, también repercute en otras áreas, como las elecciones. Por ello, se puede desarrollar con Blockchain un sistema en el que la identidad del usuario represente un voto —suponiendo el principio de un ciudadano un voto— y éstos puedan elegir un gobernante. Esto tiene como ventaja de hacer el proceso más confiable y que los datos serán publicados en tiempo real —se eliminaría toda la maquinaria que se usa hoy día para votar y se ahorrarían todos los recursos que ello implica—.
  • Con un sistema de gestión de identidades en Blockchain, se eliminaría toda la maquinaria y burocracia a la hora de poder validar identidades, dando más poder al ciudadano.
  • Podría crearse una aplicación (APP) donde cada persona publique en tiempo real hechos de corrupción. Si bien los actos corruptos tienden a pasar en escenarios donde nadie ve, esto incentiva la participación ciudadana y podría agilizar el proceso policial.
  • Y así se puede seguir con muchas cosas más.

Cabe destacar que para acceder a todo esto solo se necesitaría una app y acceso a internet[19], y quien lo tenga puede hacer seguimiento las 24 horas del día de lo que sucede en la red. Ahora bien, lo mejor de todo esto es que no solo es imaginación, pues ya hay casos en la vida real donde se ha implementado esta tecnología para agilizar procesos administrativos y, con ello, evitar casos de corrupción. Si bien, lo bueno de todo esto es que no es mera imaginación, pues son cosas que en mayor o menor medida se han implementado, o a eso apuntan, diversos países.

Blockchain anticorrupción: casos de la vida real

Entre los casos donde se ha implementado la tecnología Blockchain en la administración pública podemos encontrar a Suecia, donde se creó un modelo de registros “con el cual se reducen los tiempos para los tramites”, y fue tan bueno que termino exportándose a Honduras y Georgia[20]. También, en este último país se ha ejecutado un proyecto con Blockchain para validar los documentos gubernamentales relacionados con propiedades y transacciones, llegando a registrar más de 100 mil documentos en el año 2017[21].

A esto se suma que, en el año 2014, la candidata presidencial Marina Silva utilizó la tecnología Blockchain durante su campaña con el que podía identificar y rastrear las donaciones que le hacían a la misma, garantizando transparencia en el proceso[22]; y que la bolsa de Santiago de Chile implementó Smart Contrats y Blockchain en sus servicios[23], además de que el gobierno de país comenzó a registrar y dar seguimiento a las transacciones del sector energético con la misma tecnología[24].

En esta línea, otros países están en proceso de aprovechar esta tecnología en sus procesos; por ejemplo, La Agencia de la Organización de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha usado un conjunto de herramientas para recopilar información para sistemas de identidad destinados a brindar acceso a asistencia a los refugiados en un sistema que llaman “PRIME”, que cubre toda la cadena de servicios requeridos hasta que se hace efectivo. También, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) incluyó la parte de identificación de este proyecto para otro proyecto llamado WFP Building Blocks, que atiende refugiados en Jordania, todo por medio de Blockchain. Lo mejor de todo es que el programa logró ahorrar “cerca de mil millones de dólares en comisiones que antes pagaba a compañías de tarjetas de crédito por transferencia de efectivo en cajeros automáticos. Además, el PMA ahora tiene un registro de cada transacción, aunque no vinculado a cada persona.” Este proyecto ya superó la fase piloto y sirve para atender a más de 100.000 refugiados en Jordania[25].

En lo que respecta al voto y las elecciones, en el Estado de Virginia, EE. UU., Blockchain se usó en las elecciones primarias y generales del año 2018, si bien la aplicación fue parcial, puesto que solo se realizó con 150 personas en el extranjero, es una muestra de que puede usarse en estos procesos. Cuando entrevistaron al secretario de estado de Virginia Occidental, Mac Warner, sobre esta medida, comentó: “Blockchain se está utilizando en todo, desde la atención médica hasta el transporte. Esto no es moda, es la ola del futuro”[26]. De hecho, en el año 2021, dos ingenieros informáticos venezolanos decidieron hacer una aplicación fundamentada en Blockchain para su trabajo de grado para la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) y que podría ser usada en la gestión de registros y procesos electorales, sin embargo, los estudiantes no pudieron realizar pruebas piloto en la universidad por culpa del aparato burocrático[27].

Cabe destacar que estos son solo algunos ejemplos de aplicación de la tecnología Blockchain en procesos administrativos, especialmente públicos, de los varios que podemos encontrar en el mundo, ya implementados o en proceso de estudio e implementación. En suma, la tecnología Blockchain cuenta con las características suficientes para evitar actos de corrupción y brindar mayor confianza a los ciudadanos, fortaleciendo en el proceso las instituciones del país[28].

Blockchain anticorrupción: ítems para construir una solución

Básicamente, Blockchain es útil en casos donde se requiera la descentralización y registro de información, para su consecuente auditoria, dado su carácter de transparencia, consenso y validación. No obstante, es necesario destacar que este tipo de tecnología no es una solución por sí misma, sino una herramienta que requiere de un plan estratégico que aborde correctamente el problema o la necesidad del proyecto. Por ello, es necesario responder las siguientes preguntas: (i) ¿Cuál es el problema a resolver? —en el marco de la corrupción y procesos que requieran transparencia—; (ii) ¿Quiénes son o serán los participantes?; (iii) ¿Cuáles serán los valores o activos que se intercambiarán o validarán?; y (iv) ¿Cuál es el presupuesto?

Es importante tener los objetivos claros, pues es donde se enmarcarán las acciones siguientes en busca de dar solución a los problemas, aprovechando la tecnología. Para utilizar Blockchain, hay que saber para qué será usado para luego definir cómo usarlo. Como bien dice una frase: “para el barco que no sabe hacia donde va, no hay viento favorable”. Comprender el escenario actual, sus problemas y participantes es lo que permitirá establecerse metas en este sentido.

Con respecto a los participantes, lo anterior ayudará a definir las reglas que regirán el sistema, pues el mismo es tan eficiente como sus reglas lo sean. Blockchain no hará que las personas dejen de ser corruptas per sé, sino que servirá de marco regulatorio institucional, cuanto más sea usado y más eficiente su fundamento, que servirá de contrapeso a la tendencia de cometer actos corruptos. Tener claro quiénes son los participantes es lo que permitirá si habrá intermediarios o no —y cuál es el marco de acción en caso de que sí los haya— y qué función o rol cumplirá cada uno. De hecho, cabe recordar que, si se quiere utilizar Blockchain por motivos de transparencia, se puede aprovechar para hacer partícipe a los ciudadanos en el historial de transacciones, en ciertas validaciones y en su seguimiento.

La cantidad de participantes, que no necesariamente tienen que ser personas naturales, sino jurídicas, determinará también la cantidad de nodos y la complejidad del sistema en la realización de sus procesos. En este sentido, destaco el ejemplo usado en un texto publicado por el Banco Interamericano de Desarrollo en interés de “desarrollar confianza en entornos complejos”, como lo es Venezuela, “para generar valor de impacto social” a través de Blockchain:

“… para una red de registro de vehículos en un país determinado podría ser que el gobierno, la agencia tributaria, las aseguradoras y las grandes empresas de compra/venta de vehículos fuese nodos de la red. Por otro lado, cada ciudadano accedería a través de la interfaz web proporcionada para dicho propósito y tendría acceso a la ficha técnica de su vehículo sin necesidad de ser un nodo. A la hora de realizar una compra/venta, comprador y vendedor informarían al sistema vía página web y la transacción sería validada por la aseguradora —verificando que todo estaba en regla con respecto a pagos del seguro—, la agencia tributaria —tomando nota de los impuestos y verificando igualmente que no hay insolvencia o deudas por ninguna de las partes— y el ministerio correspondiente —que daría el visto bueno y tomaría nota para sus propios registros—.”[29]

Este mismo estudio indica que “cuanto más diferentes sean los participantes de la red, más complejos habrán de ser los consensos y más variadas serán las transacciones, y ahí es donde Blockchain puede ayudar. Cada organización podrá desempeñar un papel distinto y a la vez importante para el sistema.”[30]

Por su parte, la definición de las cosas que se intercambiarán y/o validaran también definirá cómo desarrollar e implementar el sistema. Esto puede ir desde un voto, alguna cantidad de recursos públicos en valor monetario, hasta algún documento de título de propiedad —que se almacenará y transferirá en forma de datos, digita, no físico—.

A modo de ejemplo, imagine que el gobierno de Venezuela quiera importar algún medicamento de Cuba que requiere de no perder la cadena de frio y, además, se exige que sean de una marca en específico. En aras de cumplir con esto, se realiza un control de temperatura cada 30 minutos en el contenedor donde viajan los medicamentos. Si al momento de llegar el cargamento cumple con todas las características, el gobierno venezolano realizará el pago correspondiente a la empresa cubana. En este ejemplo, los participantes son: (i) exportadora cubana, (ii) gobierno venezolano, (iii) intermediario financiero —Banco—, (iv) dispositivo de temperatura que envía información periódica sobre el estado del contenedor, (v) entidad encargada de certificar que el cargamento es de una sola marca, (vi) entidad que audite todo el proceso; el valor es: (a) certificación de mercancía, (b) historial de temperatura; y la transacción es: notificación de (1) envío de cargamento, (2) deposito de pago, (3) certificaciones varias del proceso, (4) medidas de temperatura periódicas, (5) recibo de cargamento, y (6) notificación del pago realizado.

Este proceso tendría lugar gracias a un Smart Contract con el que estén de acuerdo las partes involucradas para que el mismo pueda ejecutar las ordenes de forma automática. En este escenario, todos los participantes tendrían el trabajo manual de notificar al sistema Blockchain de todas las certificaciones de envío, recibimiento y demás cosas que le competen a este ejemplo —en el caso del dispositivo de temperatura, lo ideal es que envíe la información automáticamente a la Blockchain—[31]. Para este tipo de casos, el ciudadano solo tendría acceso a “ver” cómo ha sido el proceso, pero sin incidir en él directamente —o puede hacerlo en caso de que así se programe con, por ejemplo, la validación del dato de temperatura del cargamento, eso dependerá de los fines que se quieran conseguir y cómo se establezcan las reglas del sistema—.

Algo parecido puede hacerse con otros asuntos, tanto a nivel de acciones y recursos públicos, como privados y mixtos. Esto es una mera guía general de acción y cada caso debe ser estudiado con cuidado para saber qué cosas es lo que mejor funcionará en cada caso particular, tanto si es algo donde intervienen pocos actores como donde intervienen “todos” los miembros de la sociedad —como el caso de los votos en elecciones—.

Blockchain anticorrupción: ¿Qué hay del presupuesto?

Algunos podrían pensar que el tema del presupuesto es un gran problema, pero lo cierto es que, como ya se demostró en líneas anteriores, en el mediano-largo plazo la implementación de Blockchain aminora los costos y permite ahorrar millones[32], que podrían servir para otros asuntos en busca del bienestar de los individuos en la sociedad. Si bien es cierto que no se tiene un marco referencial robusto de casos donde se haya presupuestado la implementación de Blockchain para solucionar problemas como los mencionados a lo largo de este texto, eso no limita hacer algunos análisis.

En agosto del 2023, “FinModelsLab”, un proveedor de herramientas y recursos financieros para nuevas y/o pequeñas empresas en todo el mundo, publicó un rango de estimaciones del costo promedio para el lanzamiento de una startup de tecnología Blockchain oscila entre los 277 mil y 875 mil dólares[33], lo cual incluye, entre otras cosas, el proceso de investigación y desarrollo para la aplicación Blockchain, la compra de equipos especializados, contratación de ingenieros y desarrolladores, auditorias y pruebas de seguridad.

Con esta referencia, se pueden citar algunos ejemplos de inversión gubernamental en proyectos relacionados con Blockchain. Por ejemplo: se sabe que en el año 2019 Brasil invirtió 1,4 millones de dólares en un proyecto de Blockchain de identidad digital para el desarrollo de la segunda fase de un proyecto que consiste en una plataforma para aplicaciones de Internet de las cosas (IoT)[34]; que la Unión Europea invirtió poco más de 4,34 millones de dólares anuales (2019-2020), y que se suman a más de 195 millones de dólares que la Comisión Europea previó asignar a diferentes proyectos Blockchain, con el propósito de brindar servicios públicos digitales en los países miembros[35]; y que China invirtió en el año 2020 invirtió 4,7 millones de dólares para desarrollar una plataforma de comercio financiero sostenido con Blockchain[36].

Cabe señalar que cuando se trata de recursos manejados por el Estado, hay que tener cuidado, pues no se tiene en cuenta que existe la posibilidad de que las cifras estén infladas y/o que la misma burocracia sea la que encarezca la asignación de recursos en este tipo de proyectos, por lo que se puede decir que, en circunstancias normales, el desembolso por este tipo de proyectos es menos costoso. Si bien, estas cifras, dan una idea estimada de los costos en los que se incurre para llevar a cabo el proyecto.

En adición, para poner en perspectiva y también a modo de ilustración, para el año 2016 el presupuesto de la nación destinaba 795,40 millones de dólares para que el poder electoral pudiera llevar a cabo sus funciones[37], por lo que —comparativamente— los recursos que necesitarían invertirse para llevar a cabo un proyecto con Blockchain para las elecciones serian ínfimos[38]. En concreto, suponiendo un gasto similar al de Brasil, Venezuela solo necesitaría el 0.16% del presupuesto empleado en 2016 para el poder electoral[39]. En este escenario, se reitera que el verdadero valor de Blockchain, más allá de sus características tecnológicas, que aportan mucho a los procesos, es la reducción de los costes[40], en consecuencia, sobrarían recursos que pueden ser destinados a otros asuntos de mayor interés para la sociedad, y más aún en el caso Venezuela, que se encuentra sumergida en la peor crisis institucional de su historia[41].

Blockchain anticorrupción: creando instituciones solidas

Actualmente nos encontramos en lo que Klaus Schwab, fundador del Foro Económico Mundial, denominó “la cuarta revolución industrial”, que alude a un mundo en el que lo virtual o digital coopera por lo físico de manera flexible —o, incluso, arropa y succiona dentro de sí lo físico, pues pretende digitalizar todo[42]—, por consiguiente, hemos de aceptar que la tecnología está determinando, para bien y/o para mal, las instituciones sociales. Ahora bien, esta benignidad o malignidad que representa la tecnología para la sociedad quedará definida en función del uso que se le dé a dicha tecnología.

Por ello, es necesario recordar que es la libertad la condición que permite al ser humano desarrollarse plenamente en sociedad y que Blockchain puede ser —y está siendo— implementado para dar mayor control de asuntos privados a los individuos y restar poder al Estado, lo cual, en el mediano-largo plazo, definirá cuan buenas sean las instituciones que enmarcan las acciones del individuo en sociedad. La realidad lo ilustra perfectamente: si observamos el Índice de Percepción de la Corrupción del año 2022 y lo correlacionamos con el Índice de Libertad Económica, vemos cómo los 5 países más libres se encuentran entre los países menos corruptos, mientras que los 5 países donde se percibe mayor corrupción se encuentran entre los menos libres[43].

El énfasis es en que, en la medida en que las aplicaciones de la tecnología Blockchain busquen empoderar al ciudadano y restar poder al Estado, en un marco donde se pretende disminuir o erradicar en la medida de lo posible el cáncer de la corrupción, la libertad conseguida, que es lo único que sea demostrado capaz de crear instituciones sólidas en beneficio de la sociedad, es lo que dará paso a la creación de nuevas instituciones que sirvan de contrapeso a actos perversos, aumentando a su vez el grado de responsabilidad en la consciencia de los actores sociales —que es la otra cara de la libertad—, desembocando así en una espiral ascendente de libertad, responsabilidad y progreso social y una descendente de los incentivos que despiertan, impulsan o hace que se manifieste ese “gen picaresco” que poseemos todos.

En definitiva, las nuevas tecnologías son las que están enmarcando al mundo en la actualidad, y Blockchain es una de las alternativas prometedoras —realistas— que se puede poner al servicio de la ética y servir de escudo para proteger a la sociedad de la corrupción sistémica. No se puede pretender cambiar las cosas apelando a las medidas que siempre se han mostrado ineficaces; en un mundo que avanza a pasos agigantados hacia la digitalización, Blockchain se presenta como la solución a varios problemas de la sociedad, dado que se solucionan problemas de siempre con herramientas del momento —que potencian las instituciones que sí han demostrado ser eficaz en la historia del progreso de la humanidad—. Por consiguiente, es de vital importancia que los países empiecen a implementar este tipo de sistemas para probar —en el sentido de degustar, como “probar un helado”— su verdadero potencial en la lucha contra la corrupción y la libertad[*].


[1] Nerea Taracón Huarte. 2016. Maat encadenada: la corrupción en Egipto durante el nuevo reino. Publicado en la Revista Anesteria, número 5 (págs. 15-24). Pág. 18.

[2] Ibídem., pág. 19.

[3] Para ver algunos de estos escándalos, desatados en el periodo ramésida, ver: Ibídem., págs. 18-22.

[4] En: Sandri Piergiorgio. 2012. Historia de la corrupción. Publicado en el portal de “La Vanguardia”. Puede acceder a través de: https://acortar.link/NkpwtV (Consultado el 10 de diciembre de 2023). Cabe mencionar que esta acción no se diferencia en nada a cuando un empresario paga a los poderosos del Estado para que aprueben una ley que les beneficie a ellos y elimine la competencia, por hacer un símil.

[5] Por solo citar un ejemplo, el apóstol Pablo fue víctima de la corrupción en la antigua Roma (Hechos: 24:22-26). En este sentido, cabe señalar que la Biblia condena la corrupción (Deuteronomio 10:17; 16:19; Salmos 26:10) y transmite el mensaje de que éste es un cáncer que arruina a las naciones (Proverbios 29:4), por lo que invita a evitarlo.

[6] Alguien que explica bien este asunto, que deriva de un análisis económico del derecho, es Enrique Ghersi en “La economía de la corrupción”, al cual puede acceder a través de: https://cedice.org.ve/avada_portfolio/monografia-73-economia-de-la-corrupcion/ (Consultado el 10 de diciembre de 2023). Sin embargo, también invito a revisar la visión que da Jesús Huerta de Soto en “Socialismo, cálculo económico y función empresarial” sobre el cálculo subjetivo y la toma de decisiones del individuo en sociedad y las consecuencias negativas en las que se sumerge el sistema una vez es controlado por un Estado hipertrofiado que la híper-regula (ver págs. 118-133., de la tercera edición publicada por Unión Editorial).

[7] Axel Capriles resalta muy bien este hecho, en su obra “La picardía del venezolano o el triunfo del Tío conejo” (2008), cuando habla de que la corrupción sistémica es causa de un socavamiento de las instituciones y que solo se puede hacer frente a ello apelando al desgaste de dicha perversión institucional con “el correr del tiempo o con el desarrollo de tendencias contrarias con fuerza suficiente para servir de contrapeso” (publicado por Editorial Alfa. Pág. 79).

[8] Óp. Cit. Socialismo, cálculo económico y función empresarial., pág. 46, 69.

[9] Fundamentándose en varios autores y datos, Agustín Laje, en su obra “Generación idiota: una crítica al adolescentrismo”, explica cómo la tecnología, especialmente la de información y comunicación, impacta “de manera significativa en la forma de la vida” de los actores sociales, llegando a moldear a la sociedad entera —que a su juicio es una sociedad dominada por actitudes y/o comportamientos adolescentes—. Nuestra comunicación y contacto con nuestro entorno es, en buena medida, cuando no por completo en ciertos ámbitos, es por los medios tecnológicos. Por ello, afirma: “la tecnología digital no es simplemente una tecnología de la comunicación; es una tecnología para la vida. “El medio es el mensaje” es una sentencia que tendría que precisarse todavía más. Hoy deberíamos decir que la vida es el medio, cuando se trata del medio digital”, que es adonde apuntan toda la tecnología actual. De este modo, la tecnología “captura la vida y la dirige. La vida se torna en todos sus aspectos vida mediada.” Asuntos como Big data, inteligencia artificial, dispositivos y sensores de capturan cada aspecto de la vida del ser humano al final termina siendo “un imperativo”, puesto que tenemos que adaptarnos a esta nueva realidad que avanza sin parar hacia la digitalización total. (Ver: Agustín Laje. 2023. Generación idiota: una crítica al adolescentrismo. Ciudad de México. Publicado por HaperCollins México, S. A. Págs. 141-146)

[10] En un estudio realizado en el año 2019 en Aragón, España, se concluyó que la juventud es “un colectivo muy relacionado con la tecnología a lo largo de su experiencia vital” y, en este marco social, juegan un “papel relevante en los cambios tecnológicos” y, por extensión, la sociedad (ver: Rubén Ramos Antón y David Pac Salas. 2019. La juventud como early adopter del cambio tecnológico: un análisis de los jóvenes aragoneses (España). Publicado en la revista Sociología Problemas e Prácticas, número 91, págs. 23-37. Puede acceder al estudio a través de: http://journals.openedition.org/spp/6365 (Consultado el 10 de diciembre de 2023)). También, invito a revisar la publicación de Juan Jesús Rueda-López, en la revista de ciencias sociales “Aposta”, titulado: “La Tecnología en la sociedad del siglo XXI: albores de una nueva revolución industrial”, donde se muestra cómo la tecnología moldea a la sociedad, condicionando la conducta y costumbres de sus miembros, desembocando en transformaciones sociales (puede acceder al mismo a través de: https://www.redalyc.org/pdf/4959/495950225001.pdf (Consultado el 10 de diciembre de 2023)).

[11] Esto es importante, porque la gestión pública es un escenario que se presenta como caldo de cultivo para la corrupción. Según Thomas Wolf y Emine Gürgen, en una publicación del FMI titulada: Mejora de la gestión pública y lucha contra la corrupción en los países bálticos y la CEI, “la mala gestión pública genera corrupción”, y esta se manifiesta con exceso de “intervención y arbitrio del gobierno en la actividad económica, incluido un exceso de reglamentos para las empresas privadas y el uso de sistemas preferenciales” y la falta de transparencia en la rendición de cuentas (pág. 3-5. Puede acceder a través de: https://www.imf.org/external/pubs/ft/issues/issues21/esl/issue21s.pdf (Consultado el 11 de diciembre de 2023)). Si la tecnología puede ayudar a mejorar la gestión pública, entonces a priori se concluye que los casos de corrupción en el sector público disminuirían.

[12] Un informe publicado por Transparencia Venezuela, titulado: “Gran corrupción venezolana, derechos humanos e impunidad” (2023), muestra que la corrupción “es una grave para la sostenibilidad democrática, en la medida en que erosiona el marco institucional con todas sus consecuencias negativas para el disfrute de los Derechos Humanos” (Pág. 10-13. Puede acceder al informe a través de: https://transparenciave.org/venezuela-gran-corrupcion-impunidad-derechos-humanos/)

[13] Una muestra de aplicación de Blockchain en el campo del Derecho o la justicia es el proyecto “Kleros”, el cual presta servicios de arbitraje descentralizado para resolución de conflictos. Puede verlo a través de: https://kleros.io/.

[14] American Council for Technology, Industry Advisory Council. 2017. Enabling Blockchain innovation in the U.S. Federal Government. Puede acceder al texto en ingles a través de: https://acortar.link/kLtmEB (Consultado el 13 de diciembre de 2023). Pág. 3.

[15] Ibidem., pág. 6, 7.

[16] Cabe mencionar que han sido varios los textos que indican que es fácil identificar los numerosos beneficios potenciales que ofrece la tecnología Blockchain en la administración pública, destacando: (i) mayor confianza, gracias a que la plataforma es transparente y verificable; (ii) Mayor compromiso ciudadano, dado que se gestiona las identidades de los ciudadanos y los mismos verifican y validan las transacciones; (iii) datos transparentes y trazables en la gestión financiera e incluso en la adquisición de bienes y servicios; (iv) nuevas fuentes de ingreso para el Estado, en la medida en que los servicios se agilizan y vienen con valor añadido —ahorro de tiempo a los usuarios, por ejemplo—. Al respecto, invito a ver ibidem., pág. 10.

[17] La frase original es: “Mientras que la mayoría de las tecnologías tienden a automatizar a los trabajadores de la periferia, haciendo tareas domésticas, el blockchain automatiza el centro. En lugar de dejar al taxista sin trabajo, el blockchain deja a Uber sin trabajo y permite a los taxistas trabajar directamente con el cliente.”

[18] Los contratos inteligentes son “Blockchains programables, es decir, que nos permiten alojar en las Blockchains unas instrucciones o programas para ejecutar una serie de instrucciones si se cumplen ciertas condiciones” (Javier S. Hurtado. 2023. Qué es Blockchain y cómo funciona la tecnología Blockchain. Publicado en el portal de IEBS. Sección: “Qué son los Smart Contracts”. Puede acceder a través de: https://www.iebschool.com/blog/blockchain-cadena-bloques-revoluciona-sector-financiero-finanzas/ (Consultado el 13 de diciembre de 2023).

[19] Es necesario mencionar que hay registros que pueden hacerse offline y se cargan una vez se tenga acceso a internet, por lo que para aquellos que no cuenten con acceso a la red no quedaran fuera del sistema. De hecho, se benefician aún más, porque son precisamente las personas de escasos recursos quienes más se perjudican de la burocracia y la corrupción. Y da la casualidad que, según el Observatorio de Gasto Público de Cedice Libertad, Venezuela es el país más burocrático de América Latina, dificultando procesos administrativos que competen a derechos de los ciudadanos. Puede acceder a este estudio través de: https://acortar.link/K2AXnW (Consultado el 02 de enero de 2024).

[20] Al respecto, ver “Suecia concluye con éxito prueba de registro de propiedad basado en Blockchain”, publicado en el portal de CriptoNoticias. Puede acceder a través de: https://acortar.link/sMY0rL (Consultado el 13 de diciembre de 2023). Si bien, la cita la extraigo de: Mateo de Jesús Audelín Mayo Gómez. 2022. Nuevas soluciones para viejos problemas. México. Publicado por la organización IAP Tabasco. Pág. 29. Puede acceder a través de: https://acortar.link/9n5OcM (Consultado el 13 de diciembre de 2023).

[21] Invito a ver “Gobierno de Georgia amplía proyecto de registro de propiedad sobre Blockchain con Bitfury”, publicado en el portal de CriptoNoticias. Puede acceder a través de: https://acortar.link/n3iKE4 (consultado el 13 de diciembre de 2023).

[22] Puede revisar “candidata presidencial de Brasil recaudará fondos para su campaña usando la bBlockchain de Decred”, publicado en el portal de CriptoNoticias. Puede acceder a través de: https://acortar.link/TSDHQE (Consultado el 13 de diciembre de 2023).

[23] Ver “Bolsa de Santiago implementa contratos inteligentes y Blockchain en uno de sus servicios”, publicado en el portal de CriptoNoticias. Puede acceder a través de: https://acortar.link/aK4vVl (Consultado el 13 de diciembre de 2023).

[24] Óp. Cit. Nuevas soluciones para viejos problemas., pág. 30.

[25] La referencia a los proyectos y la cita en concreto es una traducción a: Arne Strand. 2020. Blockchain as an anti-corruption tool: case examples and introduction to the technology. Publicado por Anti-Corruption Resource Centre. Sección: “Blockchains for humanitarian aid”, págs. 19, 20. Puede acceder a través de: https://www.u4.no/publications/are-blockchain-technologies-efficient-in-combatting-corruption.pdf (Consultado el 15 de enero de 2024).

[26] Ver: “Virginia Occidental prueba Blockchain en elecciones del senado para votantes remotos”. Publicado en el portal de CriptoNoticias. 2018. Puede acceder a través de: https://acortar.link/SlKjO9 (Consultado el 15 de enero de 2024). Y “Pioneros de votaciones electorales Blockchain de Estados Unidos con prueba móvil de Virginia Occidental”. Publicado en el portal de Cointelegraoh. 2018. Puede acceder a través de: https://acortar.link/Bu81pH (Consultado el 15 de enero de 2024). Esto llevó a que en 2020 se promoviera un proyecto de ley para permitir el uso de Blockchain en las elecciones del estado, por ser más seguro (ver: https://acortar.link/MSINkR).

[27] Keyla Brando. 2021. Voteledger, una solución electoral basada en Blockchain creada por Ucabistas. Publicado en el portal “El Ucabista”. Puede acceder a través de: https://acortar.link/ONWaDI (consultado el 01 de enero de 2024).

[28] Si desea ver otros ejemplos, puede revisar óp. Cit. Blockchain as an anti-corruption tool: case examples and introduction to the technology., págs. 14-22.

[29] Marcos Allende López. 2018. Blockchain: cómo desarrollar confianza en entornos complejos para generar valor de impacto social. Publicado por el Banco Interamericano de Desarrollo. Págs. 32, 33. Puede acceder a través de: https://acortar.link/j5APAa (Consultado el 15 de enero de 2024).

[30] Ibidem.

[31] Puede ver más ejemplos de la construcción de soluciones Blockchain en Ibidem., págs. 36-43.

[32] Ver sección: “Blockchain anticorrupción: casos de la vida real”, en este mismo texto.

[33] Henry Sheykin. 2023. ¿Cuánto cuesta comenzar una empresa Blockchain?. Publicado en el portal de FinModelsLab. Puede acceder a través de: https://finmodelslab.com/es/blogs/startup-costs/blockchain-technology-startup-costs (Consultado el 15 de enero de 2024).

[34] Ver: “Brasil invierte USD1,4 millones en proyecto Blockchain de identidad digital”. Publicado en el portal de CriptoNoticias. Puede acceder a través de: https://acortar.link/3ZuaRW (Consultado el 15 de enero de 2024).

[35] Ver: “EBSI: la Blockchain para Europa en la que se invierten EUR 4 millones al año”. Publicado en el portal de CriptoNoticias. Puede acceder a través de: https://acortar.link/AfQbKI (Consultado el 15 de enero de 2024). Cabe señalar que, a modo de ilustración, si se dividen los 4,34 millones de dólares entre los 27 miembros de la Unión Europea, tenemos que cada país tendría que aportar casi 161 mil dólares al año —que durante esos dos años seria 322 mil dólares—, lo cual entra en el rango previsto para un startup de tecnología Blockchain.

[36] Ver: “China invierte USD 4,7 millones para desarrollo de plataforma Blockchain”. Publicado en el portal de CriptoNoticias. Puede acceder a través de: https://acortar.link/rzirid (Consultado el 15 de enero de 2024).

[37] Desde el año 2017, el Estado venezolano ha sido poco transparente u opaco con los datos que publica del Presupuesto Nacional. Por ello, se toma el presupuesto del 2016 como referencia y, en específico, las cifras del análisis publicado por Transparencia Venezuela para ese año, al cual puede acceder a través de: https://transparenciave.org/project/nuestro-presupuesto-2016/ (Consultado el 16 de enero de 2024). Aquí se ve que la cifra presupuestada para ese año que se destinó al “Poder Electoral” es de Bs. 5.011 millones, que representa el 0,3% del total del presupuesto y equivalen, al tipo de cambio oficial de la fecha —6,30 Bs/$—, a $795.396.825,39.

[38] El lector podría pensar que estas exorbitantes cifras solo se ven en Venezuela, pero no es el caso. Las invertidas en lo que compete a un proceso electoral —antes, durante y después, en suma, para mantener el aparato burocrático a cargo de estos procesos— no varían mucho en el mundo. En España, por ejemplo, las elecciones de 2019 y 2020 costaron más de 500 millones de euros. Con respecto a esto último, ver: “Las elecciones de los últimos dos años han costado más de 500 millones de euros”, publicado en el portal de Newtral, al cual puede acceder a través de: https://acortar.link/Ju6qrZ (Consultado el 16 de enero de 2024).

[39] Para ver la magnitud de los recursos que despilfarra el Poder Electoral en Venezuela (2016), la cifra de 795,40 millones de dólares representa 4 veces más lo que toda la Unión Europea, conformada por 27 países y con una población aproximada de 447 millones (2020), decidió invertir en proyectos Blockchain en 2019 y 2020.

[40] Al respecto, invito a ver: “El 70% del valor del Blockchain reside en la reducción de los costes”. Publicado en el Blog de Softtek. Puede acceder a través de: https://acortar.link/lHQ6iZ (Consultado el 16 de enero de 2024).

[41] En este marco, Rita Coello y Christi Rangel (2022), junto al Observatorio de Gasto Público de CEDICE, proponen algunas ideas para optimizar algunas transacciones del Estado con Blockchain en su publicación: “Hacia la eficiencia del Gasto Público a través del Blockchain”. Puede acceder a ella en: https://cedice.org.ve/observatoriogp/wp-content/uploads/2022/09/Hacia-la-eficiencia-del-gasto-público-a-través-del-blockchain-OGP-09.22.pdf; ver especialmente las págs. 38-56.

[42] En distintas obras, Byung-Chul Han sostiene que nos encontramos en una sociedad en la que lo digital ha invadido cada aspecto de la vida (ver: “No cosas”, “La sociedad paliativa” e “Infocracia: la digitalización y la crisis de la democracia”), que es la misma línea que más tarde sigue Agustín Laje para sostener sus premisas expuestas en óp. Cit. Generación idiota: una crítica al adolescentrismo., que si bien lo hacen en un sentido crítico, lo cierto es que es una realidad en la que nos encontramos sumergidos y, como toda herramienta tecnológica, puede aprovecharse a nuestro favor, en busca de una mejor sociedad. Estimo que, más que una aversión a la tecnología per sé —que, aclaro, no es el caso de estos autores—, la aversión debe ser dirigida al uso que se le da, sobre todo cuando es o pretende ser dirigido desde el poder político para “idiotizar” a los individuos y dosificarlos en aras de facilitar el control sobre ellos. En este ensayo se apuesta a aprovechar la tecnología para hacer todo lo contrario, es decir, empoderar la acción ciudadana, civil, y restar poder a quienes conforman el Estado.

[43] Ver: “Corruption Perceptions Index”, 2022, publicado por Transparencia Internacional, en: https://www.transparency.org/en/cpi/2022, y “Economic Freedom of the  World”, 2023, publicado por Frase Institute y que puede encontrar en el portal de CEDICE, en: https://acortar.link/OdV8SN (Consultado el 16 de enero de 2024). Cabe señalar que la correlación negativa —mayor índice de libertad igual a menor corrupción— aplica para todos los índices de libertad, no solo la económica, pues da la casualidad que los países con mayor libertad de prensa y expresión, más respeto a la propiedad privada, entre otros, son los mismos que se encuentran de primero en el ranking de mayor libertad económica y, por tanto, menor percepción de corrupción.

[*] Con este ensayo, el autor consigió una mención honorifica en el concurso de ensayos: «Ética en acción», llevado a cabo por Cedice Libertad y Transparencia Venezuela a finales del año 2023 y principios del 2024.

La hipocresía progresista con el caso afgano

Por Nathan A. Gonzalez C., coordinador local de EsLibertad Venezuela.

El 23 de agosto de 2024, el gobierno talibán de Afganistán promulgó una ley que, al igual que las demás leyes y dictámenes establecidos desde su llegada al poder, viola una vez más no solo la libertad de los seres humanos que ahí habitan, sino que se ensaña especialmente contra las mujeres afganas. Esta vez, las obliga a no hablar en público, cantar, leer en voz alta e incluso poder usar cosméticos o perfume. Tampoco se les permite salir a la calle sin llevar una “correcta” vestimenta que cubra completamente todo su cuerpo para evitar así la tentación y el vicio. La medida también pretende evitar que las mujeres afganas imiten modas occidentales.

La ley será aplicada por el Ministerio para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio —y no, no es un chiste—, los talibanes pretenden combatir el vicio en pro de una supuesta “virtud”. La moral de los radicales musulmanes —llamándolos educadamente— es un tanto extraña: no consideran como vicio tener conductas morales tan depravadas e inhumanas como el asesinato, la promoción del homicidio de todo aquel que piense diferente, la represión, el totalitarismo y la pedofilia. Esta última costumbre lamentable se ha visto incrementada desde la llegada del terrorismo talibán al poder.

Cualquier ser humano que tenga empatía, valores y fuertes convicciones morales se pronunciaría profundamente airado ante tales hechos. Lo que nos lleva a preguntarnos ¿Dónde están los moralistas de Occidente? ¿Dónde están los colectivos feministas que con tanto ahínco hablan de la necesidad de eliminar el supuesto sistema patriarcal? ¿Dónde está la izquierda progresista que se jacta de ser sumamente compasiva con el dolor ajeno? No lo sabemos. Pareciera que se hubieran esfumado de la faz de la tierra, que convenientemente tuvieran la capacidad de ir a otro plano de la existencia y luego reaparecer en este a voluntad.

Y digo esto porque cualquiera pensaría que ellos serían los primeros en manifestar su desagrado, su impotencia y su rechazo rotundo ante tal calamidad. Sin embargo, lo único que presenciamos de la izquierda supuestamente humanista es el silencio, un cobarde, sádico y perverso silencio. Esto es una prueba más de que el discurso de izquierda, fiel a su maligna tradición, es un descarado engaño en el que solo pueden caer aquellos idiotas que, además de idiotas, son vanidosos, ignorantes y superficiales. Pero no me malinterpreten, esto no es una mera apreciación personal, ya que para nadie es un misterio que la mayoría de los autodenominados progresistas de izquierda se creen moralmente superiores al resto. Y si alguien duda de esto, basta simplemente con prestar atención a todo lo que hacen y dicen, desde sus más afamados intelectuales hasta su vasta militancia.

Pero tratemos de ser justos con ellos, demos un repaso por la breve y convulsiva historia reciente de Afganistán desde la llegada de los talibanes. Suponemos que este repaso, que va desde el año 2021 hasta el presente año 2024, deberíamos encontrar ingentes manifestaciones de todo tipo de parte de la izquierda progresista sobre el caso afgano. Sin más preámbulo, veamos.

Los terroristas talibanes llegaron al poder en agosto de 2021, tras la retirada de las tropas estadounidenses y de la OTAN. Desde entonces, el país ha experimentado una serie de acontecimientos que han afectado profundamente su situación política, social, económica y de derechos humanos. Entre las medidas adoptadas, se restableció el “Emirato Islámico de Afganistán”, implementando su interpretación estricta de la ley islámica (sharía). Esto incluyó cambios radicales en las leyes y estructuras gubernamentales, eliminando en gran medida las instituciones democráticas anteriores. Se prohibió la educación para las niñas, se vetó a las mujeres de muchos sectores laborales y se las obligó a llevar el burka. Además de todo esto, hemos presenciado casos de pedofilia; padres musulmanes vendiendo a sus hijas a hombres adultos, sin la aparente disconformidad del régimen, y un aumento alarmante en las violaciones y el maltrato contra la mujer por parte de sus esposos.

Ante esto, ¿Qué pronunciamiento tuvimos por parte de la izquierda mundial, los supuestos luchadores contra la islamofobia, y demás colectivos progresistas? No recuerdo haber visto marchas convocadas por ningún político o defensor del Kirchnerismo en Argentina. No hubo manifestaciones contra las violaciones de derechos humanos en Afganistán por parte de los mismos colectivos feministas que tanto alboroto causaron cuando se estaba discutiendo la ley del aborto. La izquierda progresista argentina guardó silencio.

¿Qué declaraciones podemos encontrar de la mano de Irene Montero, Pablo Iglesias, Pedro Sánchez, Podemos y del Ministerio de la Mujer en España? Hemos visto cómo los talibanes asesinaban a las mujeres que iban por las calles solo por llevar una supuesta vestimenta inapropiada, que consistía en llevar sandalias o no tener el rostro cubierto. No hemos tenido ninguna declaración del autodeclarado gobierno feminista de España ni de su Ministerio de la Mujer que condene abierta y rotundamente los maltratos contra la mujer afgana, ministerio que, por cierto, se ha jactado hasta por los codos de tener férreos compromisos con el feminismo y con los derechos de la mujer. Pura política barata que no hace más que dejar al descubierto la hipocresía de la izquierda española.

¿Dónde están los colectivos LGBT? ¿Acaso ignoran cómo, a la llegada del gobierno talibán, pudimos ver a homosexuales siendo colgados en grúas por las calles? Hemos visto cómo los homosexuales son asesinados, mutilados y humillados de todas las formas posibles por los talibanes, sin embargo, no hemos visto marchas multitudinarias de estos colectivos sobre el caso afgano. Tal parece que los colectivos LGBT viven en un mundo en el que la prioridad no es manifestarse intensamente en contra de los delitos que los talibanes perpetran contra los homosexuales en Afganistán. Por el contrario, en la realidad que ellos viven, la prioridad parece ser la lucha contra la supuesta islamofobia que llevamos a cabo los occidentales.

Es realmente despreciable ver cómo las pocas declaraciones que podemos encontrar por parte de esta izquierda infrahumana dejan mucho que desear, son ambiguas y en algunos casos usan una moral relativista bastante cuestionable, cuyos discursos se enfocan en criticar a Estados Unidos, su política exterior y a gobiernos de Occidente. La izquierda, como de costumbre, solo alza las banderas de la igualdad, de la libertad y de la defensa de los derechos humanos cuando esto les puede generar algún beneficio político.

La izquierda, señores, es la encarnación de la crueldad, la malignidad y la perversión, de tal manera que podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que “el socialismo no es más que la máscara con la que el diablo oculta su verdadera intención: subyugar al hombre bajo la tiranía del Estado.”

«Venimos a ponerle un cepo al Estado»: Milei presenta el Presupuesto 2025

El presidente de Argentina, Javier Milei, presentó este domingo el Presupuesto 2025 en el Congreso Nacional, bajo la premisa del «déficit cero» en las cuentas públicas.

«Hoy estamos aquí para presentar un proyecto de presupuesto nacional que va a cambiar para siempre la historia de nuestro país, de manera que podamos volver a ser la Argentina grande que alguna vez fuimos», arrancó el mandatario su discurso.

El presidente decidió exponer él mismo el proyecto, lo que justificó por ser economista de formación y porque considera que el destino del pueblo «se juega en las definiciones económicas que toma».

«Después de años donde la clase política vivió poniendo cepos a las libertades individuales, hoy venimos a ponerle un cepo al Estado«, dijo el mandatario, que definió su proyecto como «el más radicalmente distinto de este siglo».

En ese sentido, reiteró la premisa del «déficit cero». «Vetaremos todos los proyectos que atenten contra el equilibrio fiscal», aseguró, destacando que solo permitirá un aumento del gasto si la propuesta va acompañada de una alternativa para financiarlo.

Según el mandatario, este será «el primer año de superávit fiscal sin entrar en default en toda la historia argentina».

Milei volvió a cargar contra el gasto público, asegurando que los políticos tienen una «compulsión inagotable por el gasto público que no conoce restricción presupuestaria alguna».

Al mismo tiempo, arremetió contra «el modelo de la casta», que, según él, la clase política ha adornado «con buenas intenciones».

«Por años los hemos escuchado hablar de justicia social, que no solo no es justa, sino que extremadamente violenta, porque implica sacarles a unos para darle a otros, basada en un principio inconsistente que dice que donde hay una necesidad hay un derecho», dijo.

Trump elogia los duros recortes de Milei en Argentina

El candidato republicano para las presidenciales en EE. UU., Donald Trump, lanzó varios elogios al mandatario libertario de Argentina, Javier Milei, a quien calificó como un «gran fan» de su filosofía política ‘Haz a América grande otra vez’ (MAGA, en ingles).

«El nuevo líder de un lugar llamado Argentina es genial y es un gran fan de MAGA, lo sabes. Hizo su campaña con MAGA y lo llevó al extremo también […] Escuché que está haciendo un trabajo realmente genial. Se llama ‘Make Argentina great Again'», dijo el republicano en la entrevista concedió a Elon Musk en la red social X.

Como era de esperarse, la reacción de Milei fue efusiva. El mandatario argentino reposteó profusamente a los seguidores que compartieron el extracto de la entrevista donde lo nombraban.

Según Trump, la estrategia del libertario en Argentina «funcionó perfectamente». «Él está haciendo un gran trabajo. Realmente recortó. Y estoy escuchando que esto comienza a funcionar bastante bien: la inflación baja», apuntó el candidato republicano.

En esa línea, en aras de ilustrar lo mal que estaba Argentina, aseveró que el país tenía «como 2.000%» de inflación antes de la llegada de Milei, algo que calificó de «fuera de lo normal».

En este marco, afirmó que EE. UU. iba a tener lo mismo: «Pero nosotros vamos a tener esto muy pronto», advirtió en relación con EE. UU. que —señaló— tiene «la peor inflación en 100 años». 

Productores por Venezuela se pronuncian contra la tiranía y hacen un llamado a las figuras públicas a no guardar silencio

Este lunes, diferentes organizaciones productoras en Estados Unidos se han pronunciado en contra de la tiranía de Nicolás Maduro en Venezuela y han puesto sus plataformas al servicio de la verdad sobre la situación que atraviesa el país, a través de un comunicado.

En el texto, también han hecho un llamado a los artistas, influencers y figuras públicas para no guardar silencio ante las atrocidades cometidas por el genocida régimen de Maduro en el país, pues, en este escenario, la indiferencia se convierte en complicidad y el silencio es sinónimo de tibieza ante los crímenes de lesa humanidad.

Asimismo, advierte que las organizaciones que suscriben el texto no están dispuestos a apoyar a aquellos que eligen el silencio o las declaraciones vacías en lugar de apoyar al pueblo venezolano contra la tiranía.

En concreto, el comunicado expresa:

«Estimados amigos y colegas del mundo del espectáculo,

Hoy nos unimos en un momento histórico y crucial para nuestro amado país, Venezuela. Estamos en una encrucijada, un punto de inflexión en el que la libertad está a punto de recobrarse, pero no sin sacrificio. A lo largo de los últimos días, hemos sido testigos de la valentía de nuestros hermanos venezolanos, quienes han salido a las calles, a pesar del peligro, a defender el voto de la esperanza, el voto por un futuro mejor.

El régimen de Nicolás Maduro, aferrado al poder, ha respondido con violencia y represión, tratando de sofocar la voz del pueblo con balas y censura. Sin embargo, no podrán silenciar la verdad. Como productores venezolanos en Estados Unidos, tenemos una plataforma y una responsabilidad. Nuestras redes sociales, nuestras voces, nuestros talentos, deben estar al servicio de esta verdad. Debemos ser los amplificadores de lo que está ocurriendo en Venezuela, para que el mundo entero sepa la realidad y no se deje engañar por la propaganda del régimen.

Hacemos un llamado a todos los artistas, influencers y figuras públicas: este no es el momento para la neutralidad. No podemos permitir que la indiferencia se convierta en complicidad. Es hora de tomar una postura clara y firme. Es hora de alzar la voz por Venezuela, por su gente y por aquellos que han perdido la vida luchando por un país libre.

A los artistas que han optado por no involucrarse, les decimos que no hay espacio para la tibieza cuando se trata de derechos humanos y libertad. La historia nos juzgará, y queremos estar del lado correcto de ella. Los que eligen el silencio, los que eligen declaraciones vacías, deben saber que nosotros, como productores, no apoyaremos a quienes no están dispuestos a apoyar a nuestro país en su hora más oscura.

Hoy más que nunca, Venezuela nos necesita. Necesita nuestras voces, nuestras plataformas, y nuestra solidaridad. No es solo un llamado, es una exigencia moral. A aquellos que se suman a esta lucha, les extendemos nuestra mano y nuestro respeto. A los que deciden no hacerlo, sepan que la indiferencia tiene un costo, y nosotros no seremos cómplices de la injusticia.

Por Venezuela, por su libertad, por su futuro.
¡Que se escuche nuestra voz, fuerte y clara!»

¿Por qué los intelectuales son socialistas y odian el capitalismo?

Por Gervis Medina, abogado, criminólogo y escritor venezolano

Esta interrogante se lo plantea Bertrand de Jouvenel (1903-1987), en el libro “Los Intelectuales europeos y el capitalismo”.

Desde la antigua Grecia, los filósofos griegos no entendieron el orden espontáneo del mercado, a diferencia de los juristas clásicos romanos. Empezando por Sócrates, Platón y Aristóteles. Veían con recelo todo lo que oliera a actividad mercantil, empresarial, artesanal o comercial.

Hoy día, desde los actores de cine, periodistas, literarios etc., la mayoría son contrarios a la economía de mercado, cómo la mayor parte de los intelectuales, quienes plasman su labor creativa en obras literarias generalmente también en contra del capitalismo. Todos ellos contrarios al proceso de mercado, todos ellos socialistas, todos ellos de izquierdas.

Bertrand de Jouvenel desarrolló un artículo precioso explicando las razones por las cuales el intelectual generalmente, y salvo honrosas excepciones, está siempre orientado en contra del proceso de cooperación social basado en el mercado, y describe tres motivos para ello:

1) Desconocimiento teórico del proceso de mercado.

El orden social empresarial, dice Hayek, “es el más complejo que hay en el universo”. Este trabajo de análisis para comprender como funciona el proceso espontáneo del mercado, que solo puede proporcionar la teoría económica, por desgracia, brilla por su ausencia en la mente de la mayor parte de los intelectuales. Estos se dan muchísima importancia, piensan que han estudiado mucho, pero la mayor parte de ellos son unos completos ignorantes, en lo que se refiere a la ciencia económica.

2) La soberbia.

El intelectual piensa que sabe mucho más que el resto de sus conciudadanos, porque ha estudiado mucho. Logrando obtener títulos en diferentes carreras o por que ha leído muchos libros, porque va a muchas tertulias y conferencias. Se cree la persona más inteligente y el más listo. Cae en la fatal arrogancia con gran facilidad, hasta el punto que piensa ser más legitimado que nosotros mismos para decidir lo que tenemos que hacer; se ríe de los ciudadanos de a pie, le parece una ofensa a su fina sensibilidad que le contraríen, vomita ante la ignorancia de otros, de alguna forma se escandaliza de la falta de cultura de todos los demás y él puede criticar y pontificar porque se cree más listo que nadie.

Detrás de cada intelectual existe un tirano en potencia, que a poco que se descuide va a caer en la tentación de querer arrogarse del poder político para imponer a todos los demás sus peculiares puntos de vista. Se consideran que son los mejores y más refinados y más cultos.

Ahora, si a la ignorancia le sumamos la arrogancia fatal de que saben algo más que los demás, que son más cultos y refinados, estamos perdidos. No es raro de extrañar que detrás del tirano de la historia, un Hitler, Stalin, Chávez, Maduro, exista una cohorte de intelectuales aduladores que han tratado de darle base y legitimidad, desde el punto de vista ideológico, cultural, filosófico, etc. Cómo es el caso de Venezuela, un Rangel, Adolfo Esquivel, Luis Brito, Ignacio Ramonet, Román Chalbaud, Pérez Pirela, Noam Chomsky, entre otros.

3) El resentimiento y la envidia.

Bertrand se da cuenta de que el intelectual se encuentra en una situación muy incómoda en el mercado. En la mayor parte de las circunstancias observa que el valor del mercado de lo que él aporta al proceso productivo es muy reducido, es decir, dice que ha estudiado muchos años, lo ha pasado muy mal, ha viajado a París y resulta que hace unos cuadros, escribe unos libros y no lo compra nadie. Algo mal está en la sociedad capitalista cuando no se valora como debe lo que hace. Y en todo caso, aunque tenga suerte, aunque se ponga de moda, nunca es suficiente, nunca se le paga lo suficiente.

Teniendo en cuenta todo lo que hace como intelectual, sobre todo en comparación con la basura que lo rodea. Lo que no puede resistir es que un «superignorante», un burdo, un inculto empresario, gane diez o cien veces más que él. Esa es una sociedad injusta, dice el intelectual, no se nos paga lo que valemos, pero personas como Elon Musk, Bill Gates, Mark Zuckerberg, Steve Jobs son unas basuras delante de ellos porque nunca estudiaron en una academia letrada, porque se dedicaron a producir algo que las masas ocultas demandan.

El mundo de los negocios es para el intelectual un mundo de valores falsos, de motivos bajos, de recompensas mal dirigidas, para él es una perdida, es el resultado natural de la devoción a algo que debe hacerse, mientras que el beneficio es el sometimiento a las opiniones de la gente.

Si al resentimiento y envidia le añadimos la soberbia y la ignorancia, no nos debe extrañar que la cohorte de hombres y mujeres de cine, periodistas, literarios, modelos, escritores, investigadores etc., actúen de manera sesgada en contra del proceso empresarial del mercado al que estamos incorporados nosotros, que sean profundamente anticapitalistas y siempre se presenten como los adalides del socialismo de la progresía de la justicia social y la redistribución de las riquezas.

La batalla de las ideas

Por Valentina Gómez, economista y coordinadora local senior de EsLibertad Venezuela.

Karl Marx utilizó la expresión «la batalla de las ideas» durante la década de 1840 para criticar la filosofía alemana moderna, una filosofía que defiende la libertad y la autonomía, los representantes creen principalmente en el progreso humano como una «expansión del espíritu y la razón». Tanto Hegel como Kant, principales defensores de la filosofía, creían que para evolucionar el ser humano necesitaba comprender la realidad a través de la historia, la lógica y la ética. De ahí que introdujeran un enfoque historicista en la comprensión de la realidad y el pensamiento humano.

Para Marx, aquella filosofía se preocupaba más en la elaboración teórica que por la aplicación práctica en la transformación social, nunca entendió que primero debes comprender el comportamiento humano antes de aplicar y hacer de la sociedad parte de un experimento. Es como sentarte a comer antes de hacer las compras en el supermercado ¿Qué vas a comer si no hay nada? ¿Cómo estar seguro de que tus propuestas para la sociedad son las mejores si no conoces el comportamiento humano? O incluso peor, abrir primero el cuerpo y luego abrir el libro de medicina, en este segundo ejemplo pones en riesgo la vida de otra persona. Así funciona cuando haces un experimento con la sociedad, pones en riesgo la vida de millones de personas.

Marx comienza a desarrollar su propia filosofía al diferir de los filósofos alemanes modernos. Se aparta del grupo y, al encontrarse con Friedrich Engels, consigue el apoyo suficiente para elaborar una perspectiva distinta. «… Ponen de manifiesto cómo no hacen otra cosa más que balar filosóficamente» redactaron Marx y Engels en el libro «La Sagrada Familia» de 1844. En ese libro critican a los hegelianos, acusándolos de realizar críticas meramente teóricas y abstractas, sin implicaciones prácticas o revolucionarias reales. Es en estas primeras críticas cuando comienza la batalla de las ideas.

De la crítica filosófica a la batalla política: Marx, Engels y la influencia en la era Thatcher

Decenios más tarde, esta noción de una batalla de ideas resonaría en la política británica con Margaret Thatcher, quien, como Primera Ministra entre 1979 y 1990, defendió vigorosamente las ideas conservadoras mientras el socialismo y las políticas de izquierda ganaban terreno. Thatcher abogaba por la libre empresa, la privatización de industrias estatales, la reducción de impuestos y la promoción del individualismo y la responsabilidad personal. Su enfoque de gobierno buscaba estimular la iniciativa privada y fortalecer la competitividad económica.

Para Thatcher, la «batalla de las ideas» no solo representaba una lucha por el poder político inmediato, sino también por el futuro del modelo económico y social británico, así como por el papel del gobierno en la vida de sus ciudadanos.

Recientemente, se ha materializado el escenario que Thatcher intentaba evitar: un primer ministro laborista en el poder. Keir Starmer, líder del Partido Laborista, fue elegido, marcando la primera vez en 14 años que los laboristas retoman el poder en el Reino Unido. Esta elección refleja un cambio significativo en la política británica y subraya la continuación de la dinámica de la «batalla de las ideas» que ha definido el paisaje político desde los tiempos de Marx y Thatcher hasta la actualidad.

Fuente: Statista

Así luce el mapa en 2023 en Latinoamérica: los países en rojo indican gobiernos de izquierda, aunque algunos como Argentina han vuelto a ser azules. Sin embargo, aún queda mucho por hacer para recuperar la educación como el mejor camino hacia la prosperidad. La educación no solo fomenta la creatividad y el trabajo inteligente, sino que impulsa avances tecnológicos y contribuye al progreso social sostenible, reduciendo la pobreza y promoviendo el respeto por el medio ambiente y los derechos humanos.

No conforme con esto, hoy nos encontramos con un entorno donde se han creado los aparatos más distractores y ladrones de nuestra capacidad analítica. Durante muchos años creí que ser multitasking era una virtud, pero en realidad era falta de concentración. No era realmente multitasking porque no lo hacía con un objetivo, como ahorrar tiempo, sino por la ansiedad de no estar perdiéndome algo. Mi mente se acostumbró a recibir información constante y a saltar rápidamente entre tareas, pero esto no significaba eficiencia, sino ansiedad. Hoy, lucho por mantener mi mente tranquila frente a la avalancha de tecnología que, si bien nos conecta globalmente, también genera ansiedad. Pilar Quiroga Méndez de la Universidad Pontificia de Salamanca, España, explica que:

La atención parcial continua implica una vigilancia y global que no es característica de las tareas múltiples. Con la CPA (Continuous Partial Attention) se busca una activación constante, filtrando oportunidades, observando diferentes pantallas, y yendo con rapidez de un lugar a otro. La CPA crea un sentimiento artificial de estar en crisis, de estar siempre en alerta máxima. Desde el punto de vista del procesamiento de la información pretende y consigue mantener una prioridad atencional en el foco, mientras que al mismo tiempo se explora la periferia para no perderse otras oportunidades. Este funcionamiento cognitivo puede ser la mejor estrategia de atención en momentos determinados y es seguramente adaptativa (por ejemplo: si estamos en la selva acosados por peligros indefinidos que pueden venir de cualquier lado), pero cuando se convierte en el principal modo de afrontamiento cognitivo, como sucede con el uso continuo del ordenador, tiene una enorme parte negativa.

Más allá de los impactos personales, estamos inmersos en una batalla constante donde la manipulación de la información y las promesas políticas contradictorias generan crisis económicas y sociales. En esta dinámica, es crucial mantener la racionalidad por encima de las emociones y evitar caer en extremismos ideológicos que dividen y polarizan. ¿Cuál nos da prosperidad económica? ¿Cuál soluciona los conflictos sociales? En palabras de Friedrich Hayek:

En palabras de Friedrich Hayek:

El socialismo ha sido un intento de reformar mediante la planificación el modo de producción que había surgido en el curso de siglos de evolución espontánea. Lo que hace de Marx un precursor del socialismo moderno no es su plan para una economía socialista, sino su insistencia en que el socialismo debe ser establecido por la fuerza.

Para cambiar el mapa del 2023 hacia la libertad, es esencial resistir la tentación de dejarse llevar por ideologías extremas y mantener un enfoque crítico y racional. Esto implica priorizar la educación integral, resistir las distracciones digitales y tomar decisiones informadas basadas en hechos concretos, no en promesas vacías. La libertad, en su verdadero sentido, no puede ser sacrificada en el altar de experimentos ideológicos fracasados que solo perpetúan el humo de ilusiones efímeras.

Anti-Antonella Marty, liberalismo, Argentina, Venezuela, política, contextos y sentido común: una respuesta a estupideces manifiestas

«La pobre Rand posiblemente se suicidaría si resucita y ve que esta es la calidad de seguidores que tiene en el presente (…)»

Autor

Por Roymer Rivas, coordinador local senior de EsLibertad Venezuela y teórico del Creativismo Filosófico.

Hace poco, la escritora argentina Antonella Marty, considerada por algunos como una “musa del liberalismo”[1], ha dado una entrevista lamentable donde arremete contra lo que considera alguna especie de dogma liberal, dándose el tupé de comparar a Javier Milei, el actual presidente de Argentina, con el genocida dictador que somete al pueblo venezolano, Nicolás Maduro, en un marco donde también se jacta de entender correctamente a Ludwig von Mises y Ayn Rand. En vista de ello, me veo en la obligación moral de matizar ciertas posturas y corregir otras, en aras de ser más responsables con lo que se dice, y no en un marco donde impera más el dar de qué hablar —marketing— para promoverse en las redes —he allí la gran diferencia entre quienes con autenticidad nos interesamos por aprehender la verdad y quienes solo difunden cosas para aparentar cierta intelectualidad—.

En este marco, he de decir que solo tocaré algunos puntos importantes, donde no hay debate, y pasaré por alto todo lo demás, por considerarlo cosas que tienen que seguir debatiéndose dentro del liberalismo —y no es el fin de este texto abordarlos con la rigurosidad que ameritan—. Sin más, comienzo:

Sobre el “ser liberal” y lo “insalvable” de la expresión

Desde hace mucho vengo escuchando cómo algunos autodenominados liberales —o, en el caso de Antonella Marty, que se autodenominaban— de cierta influencia sacan alguna especie de liberalometro para “establecer” si alguien es o no es “liberal”, como si de buenos o malos se tratara. Y hasta cierto punto esto es bueno, ayuda al debate de creencias, pero lo cierto es que la realidad no es tan simple y el problema llega cuando la etiqueta, por un lado, (i) no permite apreciar lo variopinto que puede ser algún espectro ideológico y, por el otro, (ii) se usa como sinónimo de cualquier cosa, tergiversando su significado y separándolo por completo de los principios que la enmarcan y le hacen ser lo que es para, curiosamente, decir “esto es ser liberal” con total desconexión de lo que significa realmente.

Antonella tiene cierto grado de razón, hoy se ha dado algo curioso con el “ser liberal”, a saber, que se intenta explicar lo que “verdaderamente significa” vaciando de significado —aunque con apariencia contraria— el concepto; hoy “ser liberal” es muchas cosas, llevando a una confusión que en muchos casos es mejor un escenario donde no signifique nada. De hecho, del mismo modo en que lo que es de todos termina siendo de nadie, un concepto interpretado a gusto de todos termina vaciando su significado. Hoy “ser liberal” es defender los “derechos” LGBTIQ+ o cualquier otra minoría[2], promover ciertas creencias especificas en lo que respecta al género y al sexo —a veces siendo sin sentidos totales—, pero también “ser liberal” es hacer todo lo contrario; hoy “ser liberal” es ser conservador, pero también es no serlo; hoy “ser liberal” es ir contra el Estado en su totalidad, pero también es defenderlo hasta cierto punto; hoy “ser liberal” es [inserta la definición que gustes, al parecer todo vale]. La cuestión, no obstante, es que este “problema” ha llegado de la mano por personas como la misma Antonella, José Benegas y Gloria Álvarez, por lo que ella criticarlo es darse un tiro en el pie. Quienes han pretendido sumar nuevas luchas al “liberalismo” son los mismos que ahora tachan al liberalismo originario —clásico— de “conservador” y quien sabe cuantas cosas más, no respetando la historia de las ideas, mientras la tergiversan en el camino.

Esto no necesariamente es malo, nuevamente, es el debate de ideas lo que permite matizar posturas, pero llegar a decir ahora que el “liberalismo” es “una secta” a la que no quiere ser vinculada, pues es un espacio donde “un grupo de viejos amigos deciden si entras o no”, es una irresponsabilidad total que no hace más que demostrar que Antonella nunca estuvo segura de donde estaba y no conoció a cabalidad aquello que decía defender —cosa que queda más en evidencia cuando salen expresiones como “y si eres mujer, peor”, “te tachan de loca si hablas de feminismo, migración, legalización de drogas, derechos y libertades LGBTQ+”… ¿Discrimina el “liberalismo” ideas buenas y malas en función del sexo que exprese las ideas? ¿En qué parte del mundo está el liberalismo en contra de la libertad, sea donde sea donde se manifieste, siempre con vista a que las personas se hagan responsables de las consecuencias positivas y/o negativas de sus acciones? Son preguntas que, evidentemente, no se hizo está mujer antes de decir lo que dijo, o, si se las hizo, no meditó en la respuesta con el criticismo que ameritaba… no sé qué es peor—.

Por otro lado, es un tanto gracioso que alguien que dice ser seguidora acérrima de Ayn Rand, quien dio una batalla incansable para recuperar el concepto de “egoísmo” y no dejarlo con la connotación negativa que desde hace mucho alimentaron los colectivistas, ahora quiera dar por “insalvable” el término “liberal/liberalismo”. La pobre Rand posiblemente se suicidaría si resucita y ve que esta es la calidad de seguidores que tiene en el presente —contados por algunos también como “sectarios”—.

El liberalismo y el feminismo

Antonella dice que todas las olas del feminismo son importantes porque todas tienen algo que decir. Para dar fuerza a esto, dice que “la mujer está siendo víctima todavía de un modelo heteropatriarcal que marca a estas nuevas derechas y que las hace, por ejemplo, ir contra el aborto”, pero yo pregunto: ¿Qué demonios significa eso de “modelo patriarcal”? ¿Es la mujer hoy sometida a todos los preceptos que dicen los hombres en la sociedad? ¿El hombre manda y la mujer calla? Este tipo de afirmaciones simplistas solo se apegan a retoricas de movimientos que no comprenden la complejidad característica de nuestra sociedad y, por tanto, es lamentable por irresponsable. Además, ¿Es el aborto un tema ya definido dentro del liberalismo? ¿El debate del aborto es tan simple como: “es o no es asesinato”, así sin más? Pretender encapsular a quienes estamos en contra del aborto en esas “nuevas derechas”, que a su juicio son conservadoras y nacionalistas, es un absurdo total en la medida en que no reconoce que este tema no está saldado del todo dentro del espectro liberal, y he allí la diferencia entre varias posturas. Ambas posturas tienen puntos válidos, unas más validas que otras, pero sensatas al fin. Visto lo anterior, ¿Quién es, entonces, quien quiere dogmatizar el “liberalismo”, al punto de que “quien no piense igual a Antonella no es liberal”? —aunque ahora, como no se dice a si misma liberal, imagino que ya no tendrá que decirlo—.

En adición, el liberalismo tiene bases fundamentales sobre las que pueden cambiarse ciertas estructuras para adaptarse al contexto, incluso extender esas bases para abarcar temas antes descuidados, pero, yo pregunto: ¿Pueden considerarse estos feminismos de última ola asuntos que tengan que hacer cambiar la estructura del liberalismo en general? A mi juicio, no. De hecho, en nuestra sociedad no hay mayor amenaza contra la verdadera libertad, esa que tiene límites, dadas las circunstancias, que estos movimientos feministas de última ola, esos movimientos que quieren dejar de lado la imposición de una religión —que es algo que también apoyan los liberales— para imponer autopercepciones de géneros, quitarle la custodia o encarcelar a los padres por “no aceptar” la autopercepción de sus hijos menores de edad —y, por tanto, con carencias de juicio suficientes como para aprehender todas lo que implican ciertas decisiones o posturas de vida—, que expulsa a profesores de colegios u obliga a médicos no hablar con cierto lenguaje para no herir susceptibilidades, y pare usted de contar. Es aquí donde pierde gracia el descaro, que alguien que dice comprender muy bien a Mises no entienda la diferencia entre una libertad sostenida en aquellos elementos que la conforman —circunstancias naturales, capacidad de acción del human, no coacción— y la libertad espuria sostenida a base desconexión de la realidad y de coacción.

Desde el momento cero, el liberalismo ha defendido que no se debe coactar a otros de forma ilegitima mientras trabajan por sus metas de vida, por eso no apoya el movimiento de derecha o de izquierda per sé, sino las posturas que se alineen con una sociedad libre, independientemente de quien las promulgue, pero hoy ese feminismo que defiende Marty, infantil en muchos casos, adolescentes en muchos otros, proveniente de un mundo donde los parámetros objetivos son inexistentes, tiene niveles de tolerancia cero y sus seguidores pretenden cambiar la historia que nos ha hecho ser lo que somos hoy, para bien o para mal, a fuerza estatal. ¿Para eso quiere el Estado Antonella? ¿Con qué moral va a decir que quienes hablan hoy de libertad son sus principales contendores, cuando ella es parte de aquello que critica? Sí, ella tiene razón en que nos encontramos en una sociedad con desorden ideológico —y no puede ser de otra manera, dado que, como ya se mencionó, es el mundo de lo subjetivo lo que parece imperar hoy, subjetividades que vienen de personas que, curiosamente, apoyan movimientos del estilo feminista de estos últimos tiempos—, pero Marty no se encuentra fuera de ese problema —evidentemente—.

Argentina, Milei, Venezuela, el dictador Maduro y “la izquierda coherente”

Como si esto no fuese suficiente, Antonella llega a comparar a Javier Milei y Nicolás Maduro, diciendo que ambos hablan de lo mismo… ¿¡Es enserio!? ¿Milei habla de lo mismo que Nicolás Maduro? ¿Cómo comparar a alguien que llegó al poder de forma democrática, con instituciones más o menos funcionales, con alguien que se hizo del poder de forma dudosa en el 2013 y se mantiene en él a punta de pistola? ¿Por qué no viene a Venezuela y hace esas declaraciones que puede hacer libremente en otros países de Latam, incluyendo Argentina, a ver si corre con la misma suerte y todavía le quedan ganas de seguir haciendo comparaciones estúpidas? Y cabe señalar que esto es solo una pequeña parte de lo que vienen diciendo desde hace mucho Antonella y seguidores, comparando a Milei con Hugo Chávez, Perón, o con personajes fascistas; pareciese que no se han paseado por un libro de historia con la honestidad intelectual suficiente para comprender bien los fenómenos sociales en contexto y a sus personajes. Un absurdo total. Desafortunadamente, la tendencia en las redes sociales es siempre dar voz a los carentes de sensatez intelectual.

Es necesario recordar que en la embajada argentina se encuentran algunos disidentes venezolanos que la narcotiranía que somete al país ha perseguido injustamente y tampoco quiere brindar los salvoconductos para que puedan salir del país sin miedo a ser capturados. Sí, esa embajada argentina que encabeza un “Milei que dice lo mismo que Maduro” —esa expresión es un chiste pobre sin gracia—. Y, ojo, tengo mis reservas con Javier Milei, pero creo que se pueden transmitir mensajes e invitar a debates con la verdad, y no con afirmaciones estúpidas.

En este marco, Antonella expresa que “en Argentina, al menos, las corrientes más de izquierdas, socialistas, comunistas, son las que están hablando ahora mismo de las cosas más coherentes: hablan de Estado de Derecho, de república, de no dar poderes a un tipo desquiciado como Milei”. Sí, claro, hay que agradecer que la “izquierda” argentina, que sumergió al país nuevamente en una crisis, vota todo en contra a Milei porque se leyeron todos los artículos de las leyes propuestas y han analizado el contexto país con suficiente criterio científico y filosófico y han llegado conclusiones coherentes, cero partidistas, de que votar a Milei es un atentado contra la libertad y el Estado de Derecho. La izquierda argentina coherente seguro sí comprende bien los conceptos de libertad, acción humana, sociedad, orden extenso, empresarialidad, institucionalidad, amor y paz, después de haber leído y meditado profundamente en las obras del Che Guevara y Karl Marx, y hay que poner los pies en el camino cada vez que intenta avanzar Javier Milei, que no hace más que idolatrar a Adolf Hitler y atacar a Mises, Hayek, Bastiat, Voltier, Montesquieu, Rothbard, Huerta de Soto, Bruno Leoni, y todo pensador liberal —desde el más clásico hasta el más extremo—. En este escenario, no me extraña que diga que la socialdemocracia es una rama “salvable” —o sea, el liberalismo no es salvable, sí lo es la socialdemocracia—… silencio total.

Habiendo visto todo lo anterior, no me queda más que repetir expresiones del pasado: ““Nadie está libre de decir estupideces, lo malo es decirlas con énfasis”, dijo en una oportunidad el gran filósofo humanista Michel de Montaigne, y son palabras que, sin duda, se pueden aplicar para mal en Antonella Marty —y seguidores—. Es claro que todos podemos decir cosas que son poco inteligentes o acertadas, pero el problema real llega cuando se hace fuerte énfasis en el error, haciendo que la estupidez sea tan insistente —como es el caso de este personaje—, al punto de volverse un agravio o infamia para la verdad y sus defensores”. Fin.


[1] Antonella Marty, la nueva musa liberal. 2021. Publicado en el portal de El Español. Puede acceder a través de: https://www.elespanol.com/espana/politica/20210531/antonella-marty-liberal-podemos-no-vox-nefastos/585191842_0.html (Consultado el 21 de junio de 2024).

[2] Es curioso que Antonella critique que a muchos movimientos los financie “la derecha trumpista” —que puede ser criticable—, pero no diga nada sobre el financiamiento de George Soros, y otros personajes liberticidas, a este tipo de colectivos que ella defiende. Entonces, si acaso no es deshonesto, sí viene de alguien con doble moral.