Niños inmigrantes están detenidos bajo condiciones de hacinamiento en los centros migratorios según reportan las agencias de noticias AP y CBS.
Algunos centros de detención, tienen mucho más del doble de la capacidad para la cual fueron construidos. En Texas, por ejemplo, el edificio ubicado en Donna, alcanzó el 729% de su capacidad este mes. La estructura que fue construida para albergar hasta 250 personas, tiene más de 1800 en sus instalaciones.
“Algunos de los niños dijeron que las condiciones de sobrepoblación eran tales que tuvieron que tomar turnos para dormir en el piso,” denunció Neha Desai, una abogada para el Centro Nacional para las leyes juveniles, quien entrevistó a más de una docena de niños migrantes en las instalaciones de Donna. Desai agregó que una “cantidad importante” de los detenidos era “niños muy jóvenes.”
Además, según denuncia AP, un número importante de los menores retenidos, han estado por una semana o más en esos centros de detención, a pesar que hay un límite de un máximo de tres días.
Del mismo modo, denuncian condiciones sanitarias muy pobres, en donde no se tiene acceso a jabón con frecuencia.
“Todos dijeron que se querían bañar más y les dijeron que no podían,” dijo Desai.
Leecia Welch, otra abogada para la misma institución de Desai, expresó su descontento con la administración Biden en torno a esta materia, sobre todo porque les prometieron transparencia, a pesar de esto, a Welch se le negó acceso a los centros de detención que trató de visitar. Según un acuerdo llamado “Las Flores”, los abogados pueden acceder a los niños detenidos y observar las condiciones en las cuales viven.
“Es sorprendente que la administración hable de la importancia de la transparencia y no les permiten a los abogados observar donde se están quedando. Es bastante decepcionante,” expresó Welch. La cantidad de menores en centros de detención migratorios es de alrededor de 4200, lo cual es una cifra récord, a pesar que uno de los compromisos de Joe Biden cuando era candidato a la presidencia era acabar con esta realidad que en reiteradas oportunidades calificó de inhumana
Según la agencia de noticia Reuters, el régimen de Kim Jong-un, ha ignorado en reiteradas oportunidades a la administración de Joe Biden, que se ha tratado de comunicar con el dictador de Corea del Norte para tratar temas de seguridad, enfocados en los programas nucleares del país asiático.
“A través de distintos canales, empezando a mediados de febrero hasta la fecha, no hemos recibido ninguna respuesta de Pyongyang,” declaró la fuente que prefirió mantenerse en el anonimato.
Tanto el Secretario de Defensa de los Estados Unidos, Lloyd Austin, como el Secretario de Estado, Antony Blinken, tienen agendadas reuniones con representantes de países asiáticos como Japón y Corea del Sur la próxima semana, y se espera que mencionen la amenaza creciente que representa Corea del Norte debido a sus programas nucleares.
De acuerdo a la agencia de noticias BBC, la tiranía norcoreana, en sus medios de comunicación, no ha reconocido a Joe Biden como el presidente electo de los Estados Unidos. Se debe destacar que el actual presidente se refirió al dictador en varias oportunidades como un “matón”.
Según un reporte de la agencia de noticia Reuters, el gobierno de México, liderado por Andrés Manuel López Obrador, esta “preocupado que las políticas de asilo por parte de la nueva administración estén incrementando la migración ilegal y creando oportunidades de negocios para el crimen organizado.” De hecho, el mes pasado, detuvieron a 100mil migrantes por tratar de entrar al país de manera ilegal, la cifra más alta desde el año 2006.
“Lo ven como el presidente de los inmigrantes, y muchos sienten que podrán llegar a los Estados Unidos,” dijo López Obrador sobre Joe Biden, “necesitamos trabajar juntos para regular el flujo, porque este negocio no puede ser destruido de un día a otro.”
El reporte además afirma que la inteligencia mexicana encontró que los cárteles están “diversificando métodos de contrabando y ganando clientes a medida que observan que las nuevas medidas de los Estados Unidos ‘incentivarán la inmigración’”.
El primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley, pidió este viernes al presidente estadounidense, Joe Biden, que utilice sus influencias para ayudar a lograr una solución negociada a la crisis en Venezuela y levantar las sanciones impuestas a ese país por su predecesor Donald Trump.
Rowley, quien también es presidente de Caricom, hizo este llamamiento a los Estados Unidos durante una entrevista virtual con el Atlantic Council.
Rowley dijo que le gustaría ver una “revisión temprana de la política de tierra arrasada de Estados Unidos en esta área, ya que la evaluación de las Naciones Unidas confirmó lo que siempre supimos y es que las políticas duras ineficaces, las sanciones unilaterales, están contribuyendo inmensamente a generalizar, sufrimiento humano indiscriminado adicional en esta nación caribeña”.
En ese sentido, aseguró que Venezuela necesita ayuda, la cual “no está más allá del liderazgo de Estados Unidos”. Rowley recordó que desde 2019, México, Noruega y Caricom han estado abogando por el diálogo entre facciones políticas opuestas en Venezuela para resolver “un problema político aparentemente insoluble”.
“Le pediré a la administración (de Biden) que no se deje influenciar demasiado por los dogmas del pasado reciente y los halcones de los últimos vuelos, sino que mire esto con una mesa limpia”, indicó.
A su juicio, Estados Unidos tiene “una vez más tiene la estatura y la influencia, para llevar a una mesa a los partidos venezolanos, con el apoyo de Caricom y otras naciones, leer el acto antidisturbios a todos y acordar, como todos coincidieron, que los venezolanos deben resolver los problemas de Venezuela, no sólo en interés de Venezuela, sino en el interés de todos los codependientes “.
“Estamos convencidos de que es posible que se tengan algunas soluciones, para que se eliminen las sanciones”, añadió.
En su espacio semanal, La Hora del Inmigrante, el abogado, John de la Vega, analizó la propuesta del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, la cual le brindaría una camino a la ciudadanía a los más de 11 millones de inmigrantes indocumentados dentro de las fronteras.
Las tensiones entre Estados Unidos y Rusia se reavivan en Escandinavia, al norte de Europa, tras la decisión del gobierno de Biden de desplegar aviones bombarderos B1-Lancer en Noruega. Rusia advierte que esto podría retrotraer al mundo a épocas de la Guerra Fría.
Joe Biden ha tomado la decisión de desplegar en las próximas semanas una tanda de 4 aviones bombarderos B-1 Lancer en Noruega, país ubicado en Escandinavia al norte de Europa, y que posee frontera con Rusia.Este sería uno de los acercamientos más significativos de elementos militares norteamericanos al territorio ruso en décadas, lo cual ha despertado nuevos conflictos entre las super potencias.Ante los hechos, el Embajador de Rusia ante el Consejo Ártico, Nikolai Korchunov, afirmó que: «Hay indicios de que este es otro paso hacia una mayor actividad militar en el extremo norte, con una tensión creciente y una posible escalada militar«; y advirtió que la decisión podría «retrotraernos varias décadas, a los días de la Guerra Fría«.Los aviones, junto a 200 tropas de la Fuerza Aérea, serán desplegados en la Base Aérea de Ørland, ubicada en el centro de Noruega, país aliado de la OTAN. Durante su servicio de «varias semanas», los combatientes entrenarán junto a las tropas noruegas, utilizando estos aviones.
El experto en asuntos militares Jerry Hendrix afirmó que, en su opinión, el objetivo de la «jugada estratégica» de Biden es respaldar a sus aliados y presionar a Rusia, quien a partir de ahora volverá a ser el principal enemigo geopolítico de Estados Unidos.
En octubre del año pasado Rusia aprobó la Estrategia para el Desarrollo del Ártico 2020-2035, con el fin de«equipar a las fuerzas armadas rusas en el Ártico con armas modernas, equipo militar y especial adaptado a las condiciones del Ártico, así como crear la infraestructura necesaria».
En la directiva aprobada por los rusos, se destaca también el desafío para su país del «aumento del despliegue militar de otros Estados que podría estar asociado a un potencial conflicto».
Sin dudas esta es una de las escaladas militares más importantes de los últimos 4 años en Europa. Particularmente debido a que la relación con Rusia durante el mandato de Trump había sido más relajada y de un respeto mutuo.
Biden viene de un gobierno que tuvo importantes cruces con Rusia, en especial cuando el país euroasiático anexó la región ucraniana de Crimea, a pesar de la insistencia de Obama y del mismo Biden que esto resultaría en una catástrofe militar entre los países.
Finalmente, el anterior gobierno democrático se dejó pisotear por Putin y no tomó cartas en el asunto, algo que probablemente esta vez no quieran volver a dejar pasar.
John de la Vega, reconocido abogado de inmigración, que en reiteradas oportunidades ha exigido a las distintas autoridades correspondientes un alivio migratorio para los venezolanos, criticó la actitud que ha tomado la administración del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, con respecto al Deferred Enforced Departure (DED), aprobado por la administración de Donald Trump.
A juicio del abogado, que hasta los momentos no haya habido un pronunciamiento oficial con respecto a este alivio dirigido hacia los venezolanos es “una irresponsabilidad.”
De la Vega además cuestionó los motivos de que han llevado a silencio de Biden y sus representantes en torno a este tema, “¿cuál es la excusa?”, preguntó a través de sus redes sociales.
Que la administración del presidente @JoeBiden no se haya pronunciado acerca del DED para los venezolanos me parece una irresponsabilidad. Cuál será la excusa?
El secretario del Departamento de Seguridad de la Patria, quien sería el encargado de dar los protocolos y directrices para que los venezolanos puedan beneficiarse de esta medida, fue ratificado por el Senado hace varios días, a pesar de esto, no se ha avanzado en este aspecto.
Por otra parte, la administración Biden prometió un Estatus de Protección Temporal (TPS por sus siglas en inglés) al cual tampoco se le ha hecho mención en los casi 30 días que tiene la administración actual en el poder.
Una de las bases más importantes del partido demócrata en su plataforma es dificultar, o prohibir en su totalidad, la adquisición de armas por parte de los ciudadanos estadounidenses. La actual vicepresidente de los Estados Unidos, Kamala Harris, prometió durante el proceso de las primarias que, de no ver ninguna acción por parte del poder legislativo en esta materia, firmaría una orden ejecutiva para limitar el acceso a las armas que está garantizado en la segunda enmienda. El presidente Joe Biden, estaría tomando un camino similar.
En una carta formal al Congreso, Joe Biden exigió que se pasen fuertes leyes para restringir la 2da Enmienda y prohibir las armas largas con cargadores de más de 10 balas.
En el tercer aniversario del tiroteo en la escuela de Parkland, el presidente Joe Biden realizó un pedido formal al Congreso para que «promulgue leyes y reformas de sentido común que regulen y restrinjan las armas de fuego».
En un comunicado publicado el domingo a la noche, Biden recordó el tiroteo en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas en 2018, donde Nikolas Cruz, un hispano-descendiente con problemas mentales que había quedado huérfano 3 meses antes, mató a 17 personas, incluidos 14 estudiantes, luego de ser expulsado de la institución.
Biden utilizó la angustia de estas familias para exponer su agenda anti-armas. «Desde hace tres años, las familias de Parkland han pasado cumpleaños y días festivos sin sus seres queridos«, dijo.
Y argumentó: «Se perdieron la experiencia de enviar a sus hijos a la universidad o verlos en su primer trabajo después de la escuela secundaria. Demasiadas familias, y, de hecho, como nuestra Nación, se han quedado sin saber si las cosas estarían bien alguna vez«.
Si bien los padres de los adolescentes afectados nunca pidieron de manera coordinada que el gobierno pase regulaciones a las armas, muchos de los chicos afectados se convirtieron en importantes activistas anti-armas luego de la masacre.
Entre ellos el más prominente fue David Hogg, que con 17 años lanzó una masiva campaña para prohibir las armas en todo el país. Comparable con el activismo de Greta Thunberg en temas climáticos, Hogg fue promovido por las organizaciones internacionales y dio conferencias junto a figuras del Partido Demócrata, y en 2020 hizo campaña por Joe Biden.
«Hoy le pido al Congreso que promulgue reformas a la ley de armas de sentido común, incluida la exigencia de verificaciones de antecedentes en todas las ventas de armas, la prohibición de las armas de asalto y los cargadores de alta capacidad y la eliminación de la inmunidad de los fabricantes de armas que a sabiendas colocan armas de guerra en nuestras calles» dijo Biden.
El Congreso actualmente tiene mayoría demócrata en ambas cámaras, por lo que si el Presidente logra consenso dentro de su propio partido, no debería tener problemas en legislar estas restricciones.
Entre las regulaciones que Joe Biden prometió, se encuentran:
Prohibir la compra de armas y municiones online;
Prohibir la compra bajo cualquier modalidad de «rifles de asalto». Si bien esta categoría no existe en la teoría, el Presidente se refiere a armas largas semi-automáticas con cargadores de +10 municiones, como la popular AR-15;
Prohibir la venta de cualquier arma de fuego entre particulares. Cualquier persona que venda un arma debe tener un certificado estatal que lo habilite;
Prohibir que los fabricantes de armas sigan produciendo «rifles de asalto» para la población civil;
Reducir considerablemente la venta de armas poniendo trabas tanto en la compra del mismo como de sus municiones.
Según la Asociación Nacional del Rifle («NRA«, por sus siglas en inglés), si se aprobara una ley de este estilo sería la mayor limitación a la 2da Enmienda en la historia del país.
El único antecedente que existe es la Ley de Armas de Asalto de 1994, que prohibió la compra de los mencionados «rifles de asalto» por 20 años. Aquella ley no disminuyó en lo más mínimo la cantidad de tiroteos masivos en el periodo estipulado, y se demostró que el 85% de los tiroteos de este estilo son realizados con armas cortas.
En 2014, con un Congreso dominado por el Partido Republicano, el ex presidente Obama no pudo conseguir los votos para estirar esta ley por otros 20 años más, y desde entonces la venta de armas como el AR-15 ha quedado totalmente desregulada.
Número de «Tiroteos Masivos» (más de 3 personas disparadas) entre 1970 y 2016. Fuente: US Naval Postgraduate School
La administración de Joe Biden ha abandonado el plan implementado por la administración anterior para rastrear la influencia del partido comunista de China en las escuelas de los Estados Unidos.
El Instituto Confucio en los Estados Unidos, que está afiliado directamente al ministerio de educación de China, tiene asociaciones con 65 universidades en el territorio nacional y con 500 escuelas; lo cual generó alarma dentro de varios representantes de gobierno en la administración de Donald Trump y los llevó a implementar una política en donde los estudiantes de intercambio debían declarar si tenían nexos con dicho instituto.
La medida buscaba también que las instituciones educativas se vieran obligadas a hacer público cualquier nexo, asociación o financiamiento recibido por parte del Instituto Confucio. Se estima que alrededor de un 70% de las escuelas que recibieron $250mil o más de apoyo financiero por parte del gobierno Chino u organizaciones relacionadas a él, no lo declararon.
Parte de la preocupación que han mostrado algunos oficiales gubernamentales ha sido la cancelación y censura de eventos y de los planes estudios ya establecidos en los planteles educativos.
El exsecretario de estado y exdirector de la CIA, Mike Pompeo, alertó el año pasado sobre como el partido comunista chino se estaba “aprovechando” de la bondad de los Estados Unidos.
Específicamente, en relación al instituto Confucio, Pompeo lo declaró como una “misión extranjera del partido comunista chino” asegurando que su único propósito es “impulsar la agenda de Beijing en su propagando global e influenciar negativamente en los campus de las universidades americanas.”
El presidente de la Federación de Uniones de trabajadores más grande de la nación (AFL-CIO), Richard Trumka, criticó fuertemente al presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, debido a la decisión tomada en su primer día como jefe de gabinete de eliminar el proyecto del oleoducto Keystone-XL.
Trumka, durante la campaña electoral, dio su apoyo al actual presidente; sin embargo, mostró su descontento con el inicio de su gestión, “desearía que no hubiera hecho eso el primer día, porque la unión internacional tenía razón, nos costó muchos trabajos.”
Así mismo, el presidente de la federación de uniones destacó que debe haber coherencia con la promesa de crear más trabajos, “si destruyes 100 empleos en el condado de Greene, Pennsylvania, en donde yo crecí; y creas 100 empleos en California, eso no le sirve de nada a esas 100 familias”.
Trumka además recordó la promesa que les hicieron de entrenarlos en áreas más modernas, “cuando nos despidieron de las minas en Pennsylvania, nos dijeron que nos entrenarían como programadores en computación, y yo les pregunté que en donde estaban esos trabajos, nos respondieron que, en Oklahoma y Las Vegas, y yo les dije que entonces seríamos mineros desempleados y programadores desempleados también.”
No es la primera vez que miembros de algunas uniones que dieron su apoyo a Joe Biden lo critican por la decisión tomada en torno al oleoducto. También hubo descontento por la decisión de prohibir la emisión de nuevas licencias para la extracción de petróleo en territorio federal. Ambas órdenes ejecutivas se han traducido en varios empleos destruidos y en un aumento significativo del precio del combustible.
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