El Gobierno de Estados Unidos ha reiterado al enviado de la ONU para el Sáhara Occidental, Staffan de Mistura, el «pleno apoyo» de Washington a su labor de mediación y ha abogado por seguir dando pasos hacia una «solución política duradera y digna» para la población saharaui.
De Mistura se ha reunido en el Departamento de Estado con la ‘número dos’ de Antony Blinken, Wendy Sherman, que ha respaldado la intención del enviado de «intensificar» los contactos. Ambos han llamado a aprovechar el impulso de las consultas informales de marzo para seguir avanzando en el diálogo, según un comunicado.
El proceso de negociaciones permanece atascado y las dos partes enfrentadas mantiene posiciones inamovibles. El Gobierno marroquí sólo contempla una autonomía limitada para la antigua colonia española, mientras que el Frente Polisario reivindica el derecho de autodeterminación.
Cabe recordar que en 1991 se negoció una tregua —con apoyo de la ONU— que puso fin a 16 años de violencia entre Marruecos y el Frente Polisario, que defiende la independencia de este territorio.
Sin embargo, aunque en el marco del acuerdo de Naciones Unidas se preveía celebrar un referéndum con el fin de determinar el estatus del Sahara Occidental, ese referéndum sigue sin celebrarse y cada vez tiene menos visos de hacerse realidad.
Además, la tensión bélica entre Marruecos y el Polisario se reactivó a finales de 2020 tras la incursión de las tropas marroquíes en el paso fronterizo de Guerguerat, una zona desmilitarizada que separa Mauritania de las zonas controladas por Marruecos, lo cual motivó que el Frente Polisario considerara que Marruecos había roto el acuerdo de alto el fuego suscrito en 1991 y declarara el estado de guerra en todo el territorio.