Caracas. – Un ganadero venezolano, Reyes Gabriel Hernández González, se encuentra actualmente detenido por la DGCIM, tras negarse a vender su hacienda, conocida como «El Chaparralito», a Diosdado Cabello.
Dos trabajos periodísticos, realizados por los portales Reportero 24 y El Nuevo Herald, confirman esta historia que pocos conocen sobre la terrible suerte que le tocó correr a este ganadero, solo por el hecho de no querer vender su propiedad.
Bajo el título «El Chaparralito despertó la codicia de Diosdado», el portal noticioso Reportero 24 publicó un video en Youtube, en el cual narra los acontecimientos. Hernández estuvo preso durante cuatro años, hasta que logró escapar.
Ahora, se encuentra en Florida (Estados Unidos), solicitando asilo, pues, no puede regresar al país. La información detallada por El Nuevo Herald detalla lo siguiente:
«Hernández nunca estuvo en mayor peligro que cuando un alto funcionario del régimen de Nicolás Maduro mostrara interés en comprar la propiedad de 3,300 hectáreas. La oferta de $13 millones fue presentada de manera amistosa y Hernández la rechazó amablemente, sin imaginar que su negativa lo llevaría a pasar años de prisión en la temida sede en Caracas de la Policía de Inteligencia Militar de la nación, donde fue colgado de las muñecas y sometido a descargas eléctricas por agentes que querían que firmara los papeles para traspasar el hato de su familia».
«Hernández, de 43 años, permaneció encarcelado bajo cargos falsos durante más de cuatro años antes de que lograra escapar. Después de haberlo perdido todo, ahora busca asilo en Florida, donde relata a quienes están dispuestos a escucharle cómo los funcionarios del régimen utilizan el sistema de justicia del país para arruinar vidas.
«‘Dije que no [a la oferta] y fue entonces cuando comenzó mi calvario. Tres meses después, un equipo de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) se presentó en el hato diciendo que estaban buscando armas’. No encontraron ninguna, pero terminaron llevándolo a la sede en Caracas, donde finalmente lo acusaron de un complot para derrocar al régimen de Nicolás Maduro».
«Ubicado a 190 millas al norte de la frontera de Venezuela con Colombia, el rancho Chaparralito había pertenecido a la familia durante 30 años. Al momento del arresto de Hernández, tenía unas 7.500 cabezas de ganado y alrededor de 3.700 cabezas de búfalos de agua».
No obstante, y tal como lo refleja Reportero 24: «Era una operación muy rentable, pero lo que realmente despertó el interés del ex presidente de la Asamblea Nacional chavista, Diosdado Cabello, era la pista de aterrizaje, dijo Hernández».
En este mismo reportaje, Hernández detalla como fue torturado salvajemente en la DGCIM por Alexander Granko Arteaga, y como fue testigo de las vejaciones que sufrieron otros militares, a excepción de Miguel Rodríguez Torres, quien, aparentemente, tuvo un trato preferencial.
Ahora, el ganadero cuenta su historia, mientras espera que Estados Unidos le de el cobijo que tanto necesita en estos momentos.