El grupo islámico terrorista, Boko Haram, se adjudicó un atentado en el pueblo de Koshobe, Nigeria, que cobró la vía de al menos 110 personas, de los cuales la gran mayoría son granjeros.
Los terroristas ataron y le cortaron las gargantas a las víctimas, quienes venían del estado de Sokoto (al noroeste del país) para conseguir trabajo en esta zona.
El presidente de Nigeria repudió los hechos en un comunicado, en el cual los catalogó de “masacres sin sentido” al mismo tiempo que se solidarizó con las víctimas y sus familiares
Los hechos ocurrieron el mismo día que se le permitió a los residentes del estado, por primera vez en trece años, votar para escoger sus autoridades locales.
















