Este miércoles, el Departamento de Estado y el Departamento del Tesoro de EE. UU. impusieron sanciones a otras 300 personas y entidades de Rusia, o con vínculos a ella, a los que acusan de tener vínculos con la «economía de guerra» de Moscú.
El Departamento del Tesoro ha indicado en un comunicado que el país está tomando nuevas medidas «radicales» guiadas por los «compromisos del G7 para intensificar la presión sobre Rusia por su continua guerra cruel y no provocada contra Ucrania».
«La economía de guerra de Rusia está profundamente aislada del sistema financiero internacional, lo que deja al Ejército del Kremlin desesperado por acceder al mundo exterior», declaró la secretaria del Tesoro de EE. UU., Janet Yellen.
En este marco, el comunicado añade: «Las acciones de hoy golpean las vías que les quedan para obtener materiales y equipos internacionales, incluida su dependencia a suministros críticos de terceros países», con el objetivo es «restringir la capacidad de la base militar-industrial rusa».
Además, señala que el nuevo paquete de sanciones incluye a particulares y empresas tanto de Rusia como de Bielorrusia, las Islas Vírgenes Británicas, Bulgaria, Kazajistán, la República del Kirguistán, China, Serbia, Sudáfrica, Turquía y los Emiratos Árabes Unidos, entre otros.









