De Derecha Diario
Luego de que el líder de La Libertad Avanza anunciara que rompería relaciones diplomáticas con China por sus violaciones a los Derechos Humanos, el Estado genocida chino salió al cruce del libertario.
El Partido Comunista Chino empieza a mostrar su miedo por el eventual triunfo de Javier Milei, quien mantiene un discurso confrontativo con el régimen de Xi Jinping. Apenas unas horas después de que el candidato libertario cuestionara duramente las violaciones de Derechos Humanos en el gigante asiático, la Cancillería china emitió un comunicado elevando la apuesta.
En la entrevista, Milei despejó dudas acerca de si mantendría los acuerdos comerciales con China, aseguró que no tocaría nada y que por el contrario promovería el comercio libre con todas las naciones del mundo, pero sí dejó entender que podría romper relaciones diplomáticas formales entre la Argentina y China, si llegara a la presidencia.
En un mensaje atípico de Beijing, que suele confeccionar sus comunicados con extremo cuidado y cautela, se apuró a contestarle al líder de La Libertad Avanza a través del vocero de la Cancillería de China, Wang Wenbin, quien dijo hoy en rueda de prensa en su país que Milei está equivocado en sus acusaciones de que el país es una dictadura o que se violan los Derechos Humanos.
“Si el Sr. Milei visitara China y experimentara por sí mismo este país, es probable que llegue a conclusiones muy diferentes sobre la cuestión de la libertad y seguridad del pueblo chino“, dijo.
A la vez, en un tono confrontativo, el funcionario de China agregó: “La libertad es un contenido importante de los valores compartidos por toda la humanidad y de los valores fundamentales del socialismo. China es un estado de derecho, y la libertad personal de los ciudadanos chinos está protegida por la Constitución y es inviolable“.
Lo que no mencionó Wenbin es que su entendimiento de libertad es muy diferente a la libertad occidental a la que se refiere Milei. En China no existe la libertad de expresión, ni la libertad de prensa, tampoco existe la libertad de circulación ni la libertad política.
Ningún valor liberal existe en China. El derecho a la vida no está reconocido, de hecho por décadas el Estado solo permitía tener un solo hijo por familia, con abortos forzosos a las madres que quedaran embarazadas teniendo ya un primogénito.
Y mucho menos existe el derecho a la propiedad privada, dado que en la misma Constitución china se habla de propiedad colectiva, siendo la propiedad privada una mera subcategoría dentro de ésta, destinada a empresas pseudo-privadas, que siempre tienen en su junta de directores a miembros del Partido Comunista Chino.
China es además un Estado Policial que no respeta las libertades civiles de sus ciudadanos, y la protesta está criminalizada en todas sus formas. Por último, el Estado chino es responsable de algunos de los genocidios más importantes del siglo XX, y actualmente se encuentra llevando a cabo un exterminio de la minoría uigur, en el norte del país.
Cabe aclarar que las declaraciones de Javier Milei están también vinculadas a la pornográfica relación que ha tenido el Estado argentino en los últimos años con China, sumándose a la Iniciativa de la Franja y la Ruta, un masivo plan del Partido Comunista para hacer que países pobres caigan en la trampa de la deuda china.
En este sentido, tanto el gobierno de Cambiemos como del kirchnerismo han firmado acuerdos a puertas cerradas para sacar préstamos de las arcas chinas, a tasas que se mantienen bajo secreto, y que han endeudado a la Argentina en miles de millones de dólares.
No es casualidad que en su último viaje a China, el ministro y candidato a presidente Sergio Massa dijo que se debería llamar a su país “Argenchina”, por la extrema cercanía que hay entre los dos gobiernos.
Además, un reciente informe reveló la incipiente influencia china en la clase política argentina, y cómo los funcionarios chinos la usan para llevar a cabo una persecución religiosa sin precedentes en suelo argentino.