De Derecha Diario
Los dos bloques de derecha en el órgano legislativo de la Unión Europea registran una suba sin precedentes en su intención de voto, y podrían ser mayoría si las elecciones fueran hoy en día.
Los partidos de derecha y euroescépticos anti-sistema arrasarían en las próximas elecciones europeas a expensas de los partidos centristas, que se desploman, según muestra un reciente análisis de encuestas realizado por POLITICO.
Si las elecciones se celebraran hoy, el bloque de Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) se convertirían en el tercer grupo más grande en el Parlamento Europeo, empatado con el centrista Renew, con 89 escaños.
Eso representaría una ganancia de 23 escaños con respecto a las elecciones de 2019 para el ECR, siendo la mayor parte del aumento gracias a la suba de Fratelli d’Italia, debido al crecimiento de popularidad de Giorgia Meloni.
De manera similar, el grupo de derecha Identidad y Democracia (ID) lograría un incremento considerable, llegando a 77 escaños. Un aumento de 15 escaños impulsado por la subida en las encuestas de Alternativa para Alemania (AfD).
Además de la influencia de los gobiernos ya consolidados de Viktor Orbán, en Hungría, y Ley y Justicia (PiS), en Polonia, el notable viraje hacia la derecha refleja una tendencia más amplia en las elecciones nacionales europeas, donde los votantes en países como Italia, Finlandia, Suecia y Grecia se han identificado cada vez más con los partidos conservadores y sus propuestas.
Esto indica que los pueblos están demostrando su hartazgo frente a la inoperancia de los burócratas de la izquierda y la socialdemocracia, quienes solamente buscan implementar una agenda que representa los intereses de organizaciones supranacionales, lejos de traer soluciones concretas a los problemas reales de los ciudadanos.
Los progresistas están más preocupados por el calentamiento global, las ciudades de 15 minutos, la comida a base de insectos y la destrucción de la propiedad privada que en crear puestos de trabajo, combatir la inflación, la inseguridad y las consecuencias de la guerra.
El análisis también muestra que el bloque Partido Popular Europeo (PPE), de centro-derecha y dominado por partidos como el PP español y la CDU alemana, mantendría su lugar como el grupo más grande del Parlamento, a pesar de una pérdida prevista de 12 escaños, que reduciría su bancada a 165 representantes.
Los Socialistas y Demócratas (S&D), de centroizquierda, ganarían dos escaños para preservar su lugar como segundo grupo del Parlamento, con 145 escaños. Aún se encuentran en discusión posibles nuevas alianzas de tendencias derechistas entre PPE, ECR y Renew.
Es importante destacar que sumando a los dos bloques de derecha y euroescépticos, que suelen tener muchas coincidencias en cuanto a la política del Parlamento Europeo, se conseguiría una alianza de 166 escaños, que sería la primera fuerza en el órgano legislativo de la Unión Europea.
Los mayores perdedores de las elecciones serían el bloque de Los Verdes, que renovarían solo 48 escaños con una pérdida de 24 lugares, mientras que el grupo de Izquierda ganaría ocho lugares, pero seguiría siendo el grupo más pequeño en el Parlamento, con 45 bancadas.
Los europeos acudirán a las urnas del 6 al 9 de junio del próximo año para elegir a los 705 eurodiputados que los representarán en Bruselas. Para muchos, será la gran oportunidad para poner finalmente un freno a la agenda destructiva de la izquierda y la ocasión para que los ciudadanos exijan representantes a la altura de las circunstancias.
Fratelli d’Italia, en menos de un año de gobierno en su país, ha logrado proyectar un crecimiento económico más grande que Alemania y Francia, disminuir el nivel de desempleo al minimo desde el 2009, reducir los costes de la energía, achicar el gasto público mediante la eliminación de los planes sociales para aquellos con capacidad de trabajar, ubicar al país en un importante papel geopolítico protagonista, y más.
En suma, ha sabido ofrecer soluciones concretas a problemas reales, y esto tiene sus consecuencias. Los numerosos resultados positivos de la derecha italiana podría hacer crecer su bloque en el Parlamento Europeo, y podrían impulsar una ola de contagio para otros partidos europeos del área de centroderecha.