La moneda afgana se devaluó menos con la caída de Kabul que el peso argentino con la victoria de Fernández

De Derecha Diario

La caída del Kabul provocó una reacción en los mercados y la moneda afgana sufrió una devaluación que derivó en una cotización de 81 unidades por dólar estadounidense, pero insólitamente la devaluación afgana fue muy tenue en comparación a la que sufrió Argentina en agosto de 2019.

El arribo de los talibanes constituyó un nuevo cimbronazo para los mercados, siendo que ya se había producido una ligera anticipación de la situación actual en los primeros días del mes de julio.

La moneda de Afganistán, el afgani, sufrió una devaluación del 2,4% desde finales de julio y la mayor parte concentrada en las primeras dos semanas de agosto. El ex presidente del Banco Central Afgano, Ajmal Ahmady, aseguró que su país se encontraba en una situación delicada pues no se recibían más envíos de dólares.

Esta problemática surge porque la gran mayoría de las reservas afganas en dólares se encuentran actualmente fuera de ese país, por lo que el mecanismo para aplacar una hipotética devaluación se torna difícil, y más aún dado que una parte de esas reservas permanecen en Estados Unidos.

Aún así, y antes de abandonar definitivamente el país, Ahmady consiguió anclar las expectativas de devaluación y tranquilizar a los mercados, evitando lo que podría haber sido un escenario aún más caótico de lo que se presenció.

Aunque parezca insólito, la victoria de Alberto Fernández en agosto de 2019 provocó un cimbronazo incluso mayor al que generó la caída de Kabul en Afganistán. El pánico por el regreso del kirchnerismo al poder fue tan drástico, que en un solo día el tipo de cambio con el dólar estadounidense pasó de los $42,9 a $57, una devaluación del 32,9%.

Al mismo tiempo en que se producía la brutal devaluación, el pánico por la victoria de Fernández provocó una abrupta caída en los depósitos bancarios, especialmente en dólares ante una posible violación futura a los derechos de propiedad.

La violenta reacción en las variables macroeconómicas generó un clima de inestabilidad que no se veía desde abril y mayo del 2018. La actividad económica se derrumbó un 2,5% entre agosto y septiembre de 2019.

La inflación, que se había estabilizado en el 2,2% mensual en junio de 2019, saltó bruscamente al 3,95% en agosto y a 5,9% en septiembre, marcando el fin del programa de estabilización que había comenzado Guido Sandleris como presidente del Banco Central.

En imágenes: Afganos aferrándose al exterior de los aviones

La crisis en Afganistán generó un desespero importante dentro de los ciudadanos de ese país. En vídeos e imágenes ya se habían captado algunos afganos aferrándose a las afueras de los aviones, e incluso cayendo una vez las aeronaves despegaban.

Imágenes más recientes de hechos similares se han hecho virales en las redes sociales, que muestran el desespero de los desplazados para huir de los talibanes que se apoderaron de su nación en cuestión de días.

 Se desconoce la identidad de quienes aparecen en estas imágenes.

Líderes europeos señalan a Estados Unidos tras la caída de Kabul

De Israel Noticias

Los líderes europeos se esforzaron por enmascarar su frustración con la decisión del presidente Joe Biden de retirar a los últimos soldados estadounidenses de Afganistán y trataron de distanciarse de las dramáticas escenas que se desarrollan en el país devastado por la guerra.

La canciller alemana, Angela Merkel, dijo a los periodistas el lunes por la noche que la misión de la OTAN en Afganistán era “fundamentalmente dependiente” de Estados Unidos, mientras que el presidente francés, Emmanuel Macron, subrayó que los talibanes arrebataron Kabul a las fuerzas entrenadas por Estados Unidos que Biden había respaldado en sólo “cuestión de horas, sin resistencia”.

Nadie quiere que Afganistán, una vez más, sea un criadero para el terrorismo”, dijo el domingo el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, horas después de que el presidente afgano, Ashraf Ghani, huyera del país. “Es justo decir que la decisión de Estados Unidos de retirarse ha acelerado las cosas”.

Como miembros de la OTAN, el Reino Unido, Francia y Alemania participaron en la coalición liderada por Estados Unidos que derrocó a los talibanes tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 y mantuvieron a miles de soldados en Afganistán durante la mayor parte de las dos últimas décadas para forjar la estabilidad y entrenar al ejército afgano. No ofrecieron una oposición significativa al plan de Donald Trump de poner fin a la presencia estadounidense en el país, ni a la promesa de Biden de llevarla a cabo.

Sin embargo, después de que el grupo militante se hiciera con el control de Kabul mucho más rápido de lo que nadie predijo, los líderes europeos se enfrentan ahora a un mayor desmoronamiento de un país clave en una región volátil que amenaza con una crisis humanitaria y de refugiados. Su reto es desviar la culpa sin enemistarse con Biden.

“Se trata de un acontecimiento extremadamente amargo. Amargo, dramático, terrible, especialmente para la gente de Afganistán”, dijo Merkel en Berlín. “Todos hemos hecho una valoración equivocada”.

A primera hora del lunes, en el aeropuerto internacional de Kabul, miles de personas se apresuraron a intentar salir del país. Aunque los líderes talibanes intentan mostrar una postura moderada, el grupo fundamentalista habla de declarar un nuevo “Emirato Islámico de Afganistán” y hay informes de que ya está recortando los derechos de las mujeres.

Johnson, que preside este año el Grupo de los Siete países industrializados (G7), tiene previsto celebrar una cumbre virtual de líderes para debatir la situación. El lunes habló con Macron y acordaron trabajar en una resolución conjunta del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

En su discurso, el líder francés subrayó la necesidad de adoptar una postura común: reconocer a cualquier futuro gobierno afgano y evitar el tipo de crisis migratoria que paralizó al bloque en 2015. Y dijo que haría todo lo posible para que Rusia, Estados Unidos y Europa respondan con una sola voz. Sin embargo, no hay mucho que puedan hacer ahora para alterar lo que está sucediendo sobre el terreno.

El inesperado giro de los acontecimientos aumenta la presión sobre Macron antes de las elecciones presidenciales de abril, en las que se espera que busque un nuevo mandato. Llega apenas unas semanas después de que anunciara sus planes de reducir a la mitad el número de tropas francesas en la región africana del Sahel, mientras sigue adelante con sus planes de reducir la mayor y más costosa operación de su país en el extranjero.

En Alemania, el bloque liderado por la CDU de Merkel se encuentra en una reñida carrera para mantener el control de la mayor economía de Europa en las elecciones de septiembre y no puede permitirse ecos de cuestiones que alejaron a los votantes en el pasado.

No fueron sólo los líderes europeos los que argumentaron que el caos que se está produciendo no es culpa suya.

En un discurso en Washington, Biden señaló a los líderes militares y políticos de Afganistán, diciendo que ambos carecían de la voluntad de luchar. Insinuó que Ghani había desviado a Estados Unidos con promesas que no se cumplieron.

Mujeres en Kabul protestan por sus derechos

Tras la toma de Afganistán por parte de los talibanes, uno de los grupos que se verá mayormente afectados son las mujeres.

Desde la posesión oficial del poder, ya se han emitido reglas en las cuales se les prohíbe a las mujeres trabajar y estudiar, así como forzar a las menores de edad a conseguir parejas.

Un grupo de mujeres en la ciudad de Kabul se ha aglutinado para protestar en contra de las nuevas medidas que ocasionaron la pérdida de libertades más fundamentales, exigiendo el derecho a trabajar y a educarse, así como poder tener participación en la vida política del país.

Reporte: Talibanes realizan ‘puerta a puerta’ buscando personal de gobierno estadounidense

Los militantes talibanes, tras haber tomado el poder de Kabul, están realizando ‘puerta a puerta’ en la ciudad buscando personal de gobierno, militares y otros que trabajen con el gobierno de los Estados Unidos, así como miembros de otras democracias occidentales.

También han incluido en su lista de buscados a los periodistas.

Estos eventos se están desarrollando después de haber prometido públicamente que la transición de poder se haría de manera pacífica. Los reportes, sin embargo, indican que matrimonios forzados y ejecuciones ya forman parte del terror que se está sembrando en el país.

Un Periodista que se encuentra en Kabul denunció, “El Talibán empezó un puerta a puerta buscando personal de gobierno, expolicías y miembros de las fuerzas de seguridad así como empleados que trabajaron para ONG extranjeras o en infraestructura en Afganistán. Por lo menos 3 casas de periodistas fueron revisadas en la última hora. Kabul se está volviendo mortal. Esto lo cambia todo para nosotros. Muchos ya han empezado a contar sus horas finales en Kabul. Nadie sabe que pasará. Recen por nosotros.”

Otro periodista ubicado en la capital también expresó su preocupación y alertó, “Los militantes talibanes están yendo puerta por puerta en Kabul buscando empleados de gobierno, soldados, policías y afganos que hayan trabajado con gobiernos extranjeros y ONG, me han asegurado varios residentes. Algunos han sido secuestrados, dicen sus familiares. En otros casos, los hogares han sido revisados y los documentos y armas han sido confiscados. Los talibanes están registrando los nombres y direcciones.”

El único sitio que los grupos terroristas no han logrado controlar es el aeropuerto, que cuenta con seguridad de diversos países y se está trabajando en conjunto para evacuar a varias personas. Estados Unidos quiere rescatar a todos sus ciudadanos, así como los afganos que tienen visas. El Departamento de Defesan está trabajando para ofrecer refugio a 30mil afganos en bases militares. Algunos ciudadanos americanos, según reportes, no han podido llegar al aeropuerto de Karzai, al no haber podido superar los puntos de seguridad impuestos por los extremistas.

Activistas libertarios piden que los Estados Unidos acepten refugiados de Afganistán

Tras la toma de Afganistán por parte de los talibanes, producto de las acciones erradas tomadas por los Estados Unidos, algunos activistas libertarios de los Estados Unidos han alzado su voz en favor de los ciudadanos afganos que huyen de los grupos extremistas que se apoderaron de su país.

Ese es el caso de la candidata a Comisionada por el condado de Miami-Dade, Martha Bueno, quien afirmó que es un acto de responsabilidad aceptar a todos los refugiados de ese país que dessen residenciarse en los Estados Unidos, «Nosotros creamos un desastre en Afganistán, ahora que decidimos dejar el país y dejar un verdadero lío ¿No queremos acoger a ningún refugiado afgano? ¿En serio?,» continuó, «Dejen que todos entren. Todos. Creamos este desastre, somos responsables por limpiarlo.»

Por su parte, el médido, Kyle Varner, también exigió a la administración de Joe Biden que ayude en las evacuaciones del país, e instó a no abandonar el territorio hasta que no se haya garantizado la salida segura de los ciudadanos de esa nación, «Mi consejo para Biden: devuelve a los militares, creen un perímetro de seguridad alrededor del aeropuerto y provean cualquier servicio de seguridad que sea necesario en los alrededores del país para permitir una evacuación segura para todos los ciudadanos afganos que se quieran ir».

Varner además reconoció la labor que han estado haciendo otros gobiernos y criticó que los Estados Unidos no hayan tomado acciones similares, «Que Dios bendiga a Gran Bretaña y Canadá por hacer lo que los Estados Unidos no quiere,» sentenció, «Laurie Bristow, el embajador de Gran Bretaña en Afganistán, está en el aeropuerto de Kabl dando visas y afirma que no se irá del país hasta que todo acabe. Una brigada de tropas británicas han llegado para ayudar en la evacuación de 500 ciudadanos británicos. La oficina para asuntos exteriores bloqueó 35 visas estudiantiles pero el primer ministros Johnson, personalmente, anuló esa medida y ordenó que se emitieran. Canadá también ha prometido emitir 20mil visas.»

Los últimos reportes afirman que los talibanes ya han tomado todas las ciudades claves del país, incluyendo la capital, y la única zona que no han logrado controlar ha sido el aeropuerto de Kabul, en donde reina, actualmente, el desespero y la incertidumbre.

Analista militar responsabiliza a la administración Biden de crisis en Afganistán

La toma de Afganistán por parte de los talibanes es inminente. El primer mandatario renunció y no se encuentra en el país, miles de personas han tratado de huir y ya se habla de un proceso de transición para otorgarle el poder político, de manera oficial, a los grupos extremistas.

En exclusiva para Contra Poder News, el reconocido analista militar, Johan Herrera, explicó el trasfondo de este conflicto, “esto se puede llevar hasta la guerra fría. Los talibanes recibieron ayudas y hasta entrenamiento durante la invasión rusa de parte de los Estados Unidos; sin embargo, se apoyó directamente a facciones extremistas que usaron los mismos recursos recibidos para su propia agenda,” añadió “Con ese problema heredado, lo más conveniente luego de la pacificación de los talibanes y de estado islámico, era continuar el esfuerzo hasta asegurar un estado Afgano suficientemente fuerte como para mantener sus propios problemas a raya”.

Herrera criticó la política exterior de los americanos, quienes, a su juicio, consideran que pueden aplicar las mismas soluciones a distintos problemas, “Creen que una solución es aplicable en todo lado y eso no funciona, eso de one size fits all no aplica a conflictos bélicos que involucran serías características culturales.”

Según el analista, Joe Biden no dijo la verdad hace aproximadamente un mes cuando aseguró que este escenario, en donde los talibanes se adueñaran de todo el país era poco probable, pues el contexto político y militar era muy similar al actual, “(Biden) estaba mintiendo con todos los dientes como lo hizo, hace y seguirá haciendo, era clarísimo porque Afganistán caería y se sabía que sería rápido,” continuó, “Trump hizo algo similar al traicionar a los kurdos abandonándolos a su suerte, la diferencia es que Trump sabía que la entrada de Erdogan al teatro de operaciones contra Estado islámico y Siria daba garantías de que el conflicto se mantendría cuando menos en un estancamiento sin necesidad de que los Estados Unidos permanecieran allá”.

“Estados Unidos debería abandonar la idea de dejar Afganistán sola, así mismo se puede organizar una fuerza multinacional con características humanitarias cómo la fuerza MINUSTAH en Haití.” sentenció Herrera, quien además clarificó que el escenario ideal sería que los estados musulmanes lograran mecanismos de estabilización por medios propios, “Sabemos que eso no va a pasar y de darse la fuerza multinacional se sabe que será con los mismos de siempre, algunos europeos y algunos del continente americano con alguno que otro asiático.”

El analista afirmó que este escenario actual puede cambiar; sin embargo, “se puede revertir a un costo mucho mayor que el haber mantenido la fuerza estadounidense allá ya que ahora habría un costo grande en vidas humanas y recursos”.

Herrera no se mostró optimista ante el panorama que avizora, “Afganistán va a ser el caldo de cultivo de nuevos y peores ataques terroristas, desplazamiento forzado y un enorme conflicto internacional,” añadió que detrás de las acciones talibanes habrá un proyecto expansionista, “El extremismo islámico es como el cáncer y en un principio estará enquistado en su lugar, pero hará metástasis. Todos lo saben y por eso incluso China tiene planes de choque y acción”.

Así mismo, el analista expresa que bajo la administración anterior este conflicto se hubiera evitado, “Trump prometió el retiro de los conflictos inoficiosos y que drenaban a Estados Unidos, cumplió. El hecho de no haber retirado las tropas de Afganistán es la muestra que un segundo mandato Trump hubiera mantenido la fuerza en Afganistán justamente porque se sabía lo que iba a pasar si se retiraban, es literalmente el sembrar la guerra del futuro”.

Herrera declaró que no hubo soluciones a largo plazo planteadas por ningún gobierno, y recuerda que las intervenciones militares son solo una parte de las múltiples estrategias que se pueden utilizar para resolver conflictos de esta índole, “Lo primero que debió haber hecho los Estados Unidos fue un programa de intercambio con estudiantes afganos, con la mayor cantidad posible, eso les permite conocer otras culturas y se verán en situaciones en las que sus estándares éticos y morales van a ser cuestionados,” concluyó, “Estados Unidos debió haber abierto mercados para los afganos, y apoyar proyectos de emprendimiento para que generen algo que la gente tema perder”.

Gobierno de Biden “debe actuar rápidamente” para cambiar el rumbo en Afganistán: Exdiplomáticos de EE.UU.

Del Epooch Times

Afganistán está sumido en el caos. En una gran ofensiva militar, los talibanes han tomado nueve capitales provinciales, dos de las cuales cayeron en manos de la milicia la noche del 10 de agosto.

A medida que el grupo militante ignora las negociaciones de paz y que aumentan sus asesinatos de civiles, prisioneros y líderes del gobierno, crecen las peticiones por un cambio en la política de Estados Unidos.

“Dado el comportamiento de los talibanes en los últimos tiempos, la decisión del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de retirar rápidamente las fuerzas estadounidenses de Afganistán parece cada vez más cuestionable”, afirmaron cinco exdiplomáticos estadounidenses para Afganistán (James Cunningham, Hugo Llorens, Ronald Neumann, Richard Olson y Earl Anthony Wayne) en un análisis publicado por el Atlantic Council el 6 de agosto.

Tanto si la resistencia afgana le gana a los talibanes como si no, el resultado será de proporciones catastróficas, y Estados Unidos debería continuar con un compromiso limitado y evitar el colapso total del Estado y el caos, dijeron los cinco exdiplomáticos.

“Abandonar a la gente valiente mientras intenta defenderse podría dejar a millones de afganos vulnerables a la represión talibán. Por eso recomendamos una corrección del rumbo que implique redoblar los esfuerzos para apoyar a las fuerzas de seguridad afganas —especialmente a través de la fuerza aérea, que es inmediatamente crítica— así como la aplicación enérgica de las promesas de Estados Unidos de seguir prestando apoyo en materia de seguridad, economía, ayuda humanitaria y diplomacia”, dijeron, e instaron a que el gobierno de Estados Unidos “actúe con rapidez y determinación en Afganistán y en obtener apoyo mundial”.

Rajiv Dogra, exdiplomático indio y autor de “Durand’s Curse”, un bestseller aclamado por la crítica sobre la división de Afganistán por el imperio británico, declaró por teléfono al Epoch Times que ninguna situación en el mundo es tan mala que no pueda rescatarse. Pero lo principal es tener la voluntad política.

“Estados Unidos lleva dos años anunciando a los cuatro vientos que se retira y que deja a los afganos a su suerte. Este es un enfoque equivocado, una política equivocada y una estrategia equivocada”, dijo Dogra calificando esto como una actitud pesimista que aún puede ser cambiada. “Pero el cambio debe empezar desde arriba”.

Los cinco exdiplomáticos estadounidenses afirmaron que los talibanes han incumplido sus promesas, han devuelto al campo de batalla a los prisioneros talibanes liberados y también han incumplido los compromisos adquiridos durante el proceso de paz de Doha.

“Los talibanes, que han fracasado sistemáticamente en sus intentos de entablar negociaciones de buena fe con el gobierno afgano, han dado muestras de que van a por la victoria total. Las condiciones que busca el grupo —el control de la policía, el ejército y los servicios de inteligencia del país, así como el poder de destituir y nombrar de forma efectiva al jefe de Estado y a otros altos cargos— equivalen a una exigencia de rendición”, dijeron, añadiendo que los talibanes quieren restaurar un régimen parecido al Emirato Islámico de Afganistán, mientras que las encuestas periódicas de las dos últimas décadas sugieren que la población no quiere vivir bajo los talibanes.

Dogra dijo que el presidente de Estados Unidos no puede ser visto como un “derrotista y no debe ser juzgado por la historia como un fracaso”. Todavía hay tiempo para corregir el rumbo y debe dar un mensaje al mundo de que Estados Unidos no es un perdedor, dijo Dorga. Calificó esto como la “principal diferencia” necesaria en la política estadounidense hacia Afganistán en la actualidad.

“El presidente Biden tiene que reconocer que su mensaje es extremadamente negativo, no por su propio bien, sino por el bien del país que lo necesita. Hoy en día se considera a Estados Unidos como un estado en decadencia desde el punto de vista estratégico, un estado que está siendo derrotado por un grupo de tribales fundamentalistas”, dijo Dogra, que fue embajador de India en múltiples países y asesor de una nación extranjera para reestructurar su ministerio de Asuntos Exteriores.

El mensaje más importante que debe dar Biden en este momento es que Estados Unidos se retira pero no deja que los afganos sean “masacrados por los talibanes”, dijo.

Dijo que un cambio de política significaría también la retirada del representante que Estados Unidos eligió para el proceso de paz afgano. Zalmay Khalilzad goza de una gran antipatía en Afganistán y debería asumir la responsabilidad del fracaso del proceso.

“Es percibido como blando con los intereses de los talibanes y, por sus acciones, como no reticente a la voluntad de ISI [Inter-Servicios de Inteligencia, la principal agencia de inteligencia de Pakistán], más que como protector y promotor de los intereses estadounidenses o como protector y promotor del pueblo afgano”, afirmó Dogra. El hecho de destituir a Khalilzad enviaría un fuerte mensaje de que Estados Unidos no está ahí para ser derrotado, dijo Dogra. Después de todo, Estados Unidos ha prometido en la ONU que tiene la “responsabilidad de proteger” a las personas que se enfrentan a la amenaza de la violencia masiva.

Destituir a Khalilzad ha sido tendencia con el hashtag #RecallKhallilzad con 6417 tuits y retuits de usuarios únicos entre el 7 y el 11 de agosto. Los tuits más virales con el hashtag proceden de las emisoras estatales afganas RTA World y RTA Pashto, y de la presentadora de RTA Diva Patang.

Jonathan Schroden, director del Programa para Contrarrestar Amenazas y Desafíos de Center for Naval Analysis, con sede en Washington DC, dijo a The Epoch Times en un mensaje de texto que lo mejor que puede hacer Estados Unidos de inmediato es pedir a los talibanes que se detengan.

“Se puede generar presión consiguiendo que los países de la región (y otros críticos) hablen con una sola voz a los talibanes y les exijan al menos una reducción de la violencia por motivos humanitarios, si no un alto el fuego. Tanto si los talibanes responden a la presión como si no, merece la pena intentarlo”, dijo Schroden.

El apoyo aéreo debe continuar
Los cinco diplomáticos afirmaron que Estados Unidos debería seguir proporcionando apoyo aéreo a las fuerzas afganas y reconsiderar el fin de este apoyo para el 31 de agosto. La Administración de Biden también debería ayudar a establecer una fuerza aérea afgana del tamaño y la estructura que los afganos necesitan.

“Al fin y al cabo, el lento desarrollo de la fuerza aérea afgana —aunque ahora funciona bien— es en parte responsabilidad de Estados Unidos: Mientras que la corrupción y la mala gestión plagaron la parte afgana, Estados Unidos también desperdició 549 millones de dólares en aviones de carga de mala calidad y perdió mucho tiempo al cambiar de helicópteros rusos reconstruidos a Blackhawks estadounidenses más complicados”, dijeron.

Según Schroden, la Administración de Biden también debería resolver los problemas con los contratos de mantenimiento que afectan a la Fuerza Aérea afgana.

Los cinco diplomáticos estadounidenses dijeron que Estados Unidos creó un sistema para la Fuerza Aérea Afgana que dependía en gran medida del apoyo de contratistas extranjeros. Cuando el gobierno de Biden decidió retirar las tropas, también decidió retirar repentinamente a esos contratistas de Afganistán.

“Las cuestiones de los contratos para la AAF son complicadas porque se requiere que el gobierno afgano licite los contratos, que las empresas los encuentren suficientemente lucrativos para ofertar por ellos y que los individuos los encuentren suficientemente lucrativos para prestarles servicio. Todo eso lleva tiempo. Mientras tanto, la AAF solo puede poner en el aire la mitad o menos de sus aviones”, dijo Schroden.

Los diplomáticos dijeron que Estados Unidos debe ayudar a la Fuerza Aérea Afgana urgentemente con entrenamiento y mantenimiento y debe nombrar a un alto funcionario del Departamento de Defensa para que supervise esta asistencia.

“El trabajo urgente que tenemos por delante debe incluir la formación y el mantenimiento adecuados para que la fuerza aérea afgana siga volando. Los planes y plazos deben ser realistas y desarrollarse con la cooperación y financiación de la OTAN y otros aliados. La OTAN también debería renovar su compromiso de proporcionar su propio apoyo aéreo hasta que la fuerza aérea afgana esté completamente construida (o las negociaciones de paz tengan éxito). Esto repartirá la carga y el riesgo”, dijeron.

Sin embargo, proporcionar apoyo aéreo a las fuerzas afganas es un apoyo táctico a corto plazo para evitar la derrota y no es una política, dijeron los cinco exdiplomáticos.

“Tampoco lo es retirar las fuerzas de Estados Unidos y la OTAN sin planificar suficientemente lo que viene después. Apoyar las negociaciones es útil, pero solo hablar de negociar mientras el otro bando está ganando militarmente y presionando para la rendición es inútil”, dijeron y añadieron que la Administración Biden debería evitar la derrota y la caída del estado afgano hasta que un “punto muerto” pueda asegurar unas negociaciones honestas que han faltado hasta ahora.

“Un acuerdo que proteja el amplio espectro de intereses étnicos y tribales, incluidas las garantías que protegen los logros de las mujeres afganas que tanto costó conseguir, solo será posible a través de este tipo de conversaciones. Por este motivo, las negociaciones deben recibir un apoyo constante, pero no se debe permitir que paralicen la acción militar, como ocurrió durante el año pasado, cuando Estados Unidos estuvo en gran medida a la defensiva”, afirmaron los antiguos diplomáticos.

Rusia despliega aviones militares en la frontera con Afganistán

De Israel Noticias

Los aviones Su-25 de la base militar rusa en Kirguistán participarán en los ejercicios trilaterales conjuntos en la frontera entre Tayikistán y Afganistán, programados del 5 al 10 de agosto, informa Interfax con referencia al servicio de prensa del Distrito Militar Central ruso.

Durante los ejercicios, las aeronaves reforzarán a más de mil tropas y tanques rusos, que se entrenarán en la “destrucción de un enemigo condicional” al cruzar la frontera.

Durante los simulacros, las tripulaciones de los Su-25 “buscarán bases enemigas camufladas, infligirán ataques con misiles y bombas a los objetivos, y también trabajarán en el apoyo de fuego desde el aire a unidades de fusiles y tanques motorizados durante la destrucción de formaciones armadas ilegales en zonas montañosas y desérticas”.

Las maniobras, en las que también participarán militares de Tayikistán y Uzbekistán, se llevarán a cabo en el campo de entrenamiento de Harb-Maydon, en la región tayika de Khatlon.

El 5 de julio, el presidente tayiko Emomali Rahmon ordenó la movilización de 20.000 reservistas para reforzar la protección de la frontera estatal con Afganistán.

Los talibanes, que afirman controlar el 85% de Afganistán, están aumentando el ritmo de su ofensiva, según declaró una fuente de la inteligencia estadounidense a la CNN.

Según él, el ejército estadounidense teme que los talibanes puedan bloquear los canales de suministro de las importaciones al gobierno afgano, tras lo cual éste perderá por completo el control del país.

Tras alcanzar la frontera con Tayikistán a finales de junio y tomar el control de los pasos fronterizos más importantes del río Pyandzh, a mediados de junio los talibanes alcanzaron la frontera pakistaní, capturando el paso fronterizo de Spin-Boldak.

El 8 de julio, una delegación talibán llegó a las conversaciones en Moscú, donde pidió a los diplomáticos rusos que se convirtieran en defensores del levantamiento de las sanciones.

“Nadie habla de ataques selectivos en el territorio de Afganistán, y nadie piensa siquiera en una invasión de Afganistán”, dijo el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, en una entrevista con Interfax.

“Nos están confundiendo con los estadounidenses o con la experiencia que ‘arrastramos’ de la época soviética”, dijo.