Esta semana, el guerrillero que funge como presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha expresado que él no ha reconocido al régimen de Nicolás Maduro, aprovechando la ocasión para decir que, a pesar de ello, la «solución no es bloquear más a Cuba y Venezuela».
Sin embargo, sus acciones demuestran totalmente lo contrario, pues el la Administración colombiana de Petro envió a un representante a la juramentación del dictador de Venezuela, luego de robarse las elecciones el pasado 28 de julio del 2024, convirtiendose así en uno de los pocos paises que envió a sus representantes.
No conforme con eso, es de los pocos presidentes en el hemisferio que se la pasa hablando de dialogo y no se ha pronunciado en contra del fraude electoral de las elecciones presidenciales de Venezuela en el 2024, a pesar de que todos los dialogos han sido un fracaso en el pasado.
También, habla de la importancia de levantar las sanciones, porque supuestamente esa es la causa de la migración masiva, y no se pronuncia en contra de la peor crisis de la historia de Venezuela que ha causado el Socialismo del siglo XXI que él reivindica.
Por sus declaraciones contradictorias, de cara a sus acciones, y el descaro de hablar de la crisis de Venezuela como si fuese causada por algo ajeno al chavismo, Gustavo Petro ha sido seleccionado como el Borrego de la semana 181.